El viernes 1 de marzo el predio de la avenida Líbano, donde actualmente funciona La Saladita salteña tendrá que ser desocupado por los feriantes que allí trabajan desde hace varios meses. Así lo dispusieron ambas partes: los feriantes y la Municipalidad, en el acta compromiso que firmó el secretario de Gobierno, Matías Cánepa, con los vendedores.
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El viernes 1 de marzo el predio de la avenida Líbano, donde actualmente funciona La Saladita salteña tendrá que ser desocupado por los feriantes que allí trabajan desde hace varios meses. Así lo dispusieron ambas partes: los feriantes y la Municipalidad, en el acta compromiso que firmó el secretario de Gobierno, Matías Cánepa, con los vendedores.
“Llegamos a un acuerdo con los feriantes. Ellos decidieron trasladarse. Tienen un plazo hasta fines de febrero, porque el 1 de marzo el lugar tiene que estar vacío”, expresó el funcionario. La próxima semana, los feriantes tienen que presentar el contrato con el propietario del predio privado donde se reubicarán. “Hay temas que estamos arreglando todavía. En marzo nos trasladamos, pero si no conseguimos un predio no creo que sea posible irnos. Nosotros realizamos una inversión en el lugar que alquilamos hoy, que pertenece al empresario Ale, y no podemos perderlas”, explicó a El Tribuno Hilda Silva, una de las representantes de La Saladita.
Respecto de los posibles predios donde se trasladarían, Silva dijo que tienen dos en vista: uno sobre la avenida Chile y otro sobre la avenida Tavella. “Estamos avanzando”, dijo la feriante.
Cánepa adelantó que los vendedores también se comprometieron a enmarcarse en un 100% dentro de la ley provincial 7.700, que regula la actividad de los comercios no convencionales: las ferias.
“Demostraron que tienen la voluntad para desarrollar un esquema de formalización económica como lo plantea la ley”, manifestó el secretario de Gobierno municipal.
Los vecinos: conformes
Los vecinos del complejo Arenales, barrio Docente, Casino, y Morosini son quienes llevaron adelante el pedido de traslado de los feriantes de la avenida El Líbano, dado que se ubicaron en una zona residencial no apta para ese tipo de comercio. Además de que el municipio fue quien le permitió trabajar allí, pese a que no cumplían las mayorías de las exigencias que plantea la ley promulgada en diciembre del año 2011.