Al igual que el viernes, ayer Tartagal fue nuevamente un infierno. A las 13 horas el termómetro ubicado en el paseo de la avenida Alberdi volvió a marcar 50 grados centígrados.
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Al igual que el viernes, ayer Tartagal fue nuevamente un infierno. A las 13 horas el termómetro ubicado en el paseo de la avenida Alberdi volvió a marcar 50 grados centígrados.
Con un cielo totalmente limpio, una hora más tarde del que muestra la fotografía la temperatura ascendieron dos grados más, hasta 52§. Con ese clima, muy pocos se aventuraron a salir a la calle salvo quienes por razones laborales debían hacerlo. “Es impresionante, estoy seguro que antes no hacía tanto calor; o la otra es que éramos más jóvenes y el calor no nos impedía salir ni siquiera a la siesta” reflexionó un comerciante que trataba de protegerse del sol norteño.
Afortunadamente, en el peor momento del calor no se registraron cortes en la energía eléctrica; aunque la provisión de agua volvió a ser muy escasa en el centro y los barrios del oeste y del este de la ciudad volvieron a padecer la falta total de suministro.
Pasadas las 18, un viento intenso comenzó a azotar la ciudad hasta que llegó la lluvia, que trajo alivio a los castigados tartagalenses. La temperatura bajó entonces 25 grados.
Vaqueros estuvo sin luz y sin atención de Edesa
En la tarde de ayer y luego del intenso viento que soplara sobre todo el valle de Lerma, la totalidad de la localidad de Vaqueros quedó sin suministro eléctrico.
Pero los vecinos, más que enojados con el corte, manifestaban ayer su disgusto con la atención que recibían de Edesa. El 0800 de la distribuidora eléctrica atendía sin problemas a los usuarios y les pedía precisar si su reclamo era técnico o comercial. Cuando los vecinos indicaban la primera opción, se producía un largo silencio y luego una grabación les indicaba que los reclamos comerciales se hacían de lunes a viernes, tras lo cual la llamada se cortaba. “No nos quieren atender” se quejó uno de los perjudicados.