En un accidente cercano a una película de terror, ayer trascendió una escena literalmente escalofriante. A ciencia cierta lo ocurrido es que en estado de ebriedad, según lo dicen las pericias, el hijo del periodista Eduardo Aliverti atropelló a un hombre, que murió en el acto, y lo llevó en el capó del auto por 18 kilómetros. A las 24 horas, García ya estaba en libertad beneficiado por la carátula de la causa: homicidio culposo.
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En un accidente cercano a una película de terror, ayer trascendió una escena literalmente escalofriante. A ciencia cierta lo ocurrido es que en estado de ebriedad, según lo dicen las pericias, el hijo del periodista Eduardo Aliverti atropelló a un hombre, que murió en el acto, y lo llevó en el capó del auto por 18 kilómetros. A las 24 horas, García ya estaba en libertad beneficiado por la carátula de la causa: homicidio culposo.
El hecho ocurrió el domingo pasado, a las 6.30, en el kilómetro 52 de la autopista Panamericana, donde Reinaldo Rodas, quien se trasladaba en una bicicleta rumbo a su trabajo como vigilador privado del country Mapuche, fue atropellado por un coche Peugeot 504. Catalina, la esposa de Rodas, relató ayer que el conductor del vehículo paró en uno de los peajes, donde quedó detenido.
El conductor del Peugeot fue identificado como Pablo García, de 28 años. Rodas se incrustó en el parabrisas del lado del acompañante y su cadáver quedó tendido boca arriba con las piernas hacia afuera, sobre el capó. Según las fuentes, el automovilista no detuvo su marcha, tironeó hacia dentro del habitáculo al vigilador atropellado y manejó con el cuerpo a su lado los 18 kilómetros que hay desde el lugar del accidente hasta las cabinas de peaje. Catalina contó a dos canales de noticias que al llegar al peaje, la empleada de la cabina le dijo a Pablo García: “Usted no puede seguir porque lleva un muerto”, y que el conductor quiso pagar y pasar el peaje.
“Sacó 100 pesos para pagar y seguir viaje. Le dijo a la chica de manera prepotente: "Cobrame, cobrame, que tengo que seguir viaje, cobrame y me voy'”, relató la viuda. La hermana de la víctima, Corina Rodas, agregó que, al momento en que la empleada del peaje le dijo que llevaba un hombre muerto a su lado, el conductor “ni se inmutó”, y le preguntó de manera irónica: “¿Qué?, ¿tengo que pagar por dos?”, tras lo cual pretendía seguir viaje. En el acta del procedimiento policial que se convirtió en la foja 1 de la causa, consta que la empleada de Autopistas del Sol relató también que García le dijo “traigo un atrope llado”.