Sospechoso: el acusado dio una versión muy diferente a la de la víctima y de los testigos que observaron lo sucedido.
inicia sesión o regístrate.
Sospechoso: el acusado dio una versión muy diferente a la de la víctima y de los testigos que observaron lo sucedido.
De película. Un hombre, identificado como Arnaldo Garza (22), intentó secuestrar a su expareja a punta de pistola, la obligó a subir en una motocicleta, enfiló hacia la ruta nacional 50 y luego tomó la 18, a unos seis kilómetros al norte de la ciudad de Orán, camino hacia Isla de Cañas.
El hecho se produjo ayer y despertó conmoción entre los vecinos de la zona, cuando observaron que la joven intentaba bajarse del rodado en movimiento, pidiendo auxilio.
Los transeúntes, desesperados, llamaron a la Policía alertando sobre lo que estaba pasando.
A los pocos minutos una patrulla comenzó un rastrillaje por la zona y logró divisar la motocicleta, dieron la voz de alto y rescataron a la joven.
En ese momento, la víctima señaló que Arnaldo Garza la obligó a subir al rodado a punta de pistola y que le mostró una manopla de metal con la cual le aseguró que si no se iba con él la golpearía.
Una vez trasladada hacia la comisaría, la víctima, presa se una crisis nerviosa, radicó la denuncia correspondiente, manifestando que no sabía hacia dónde la estaba llevando el sujeto.
El acusado fue formalizado por privación ilegítima de la libertad y amenazas.
El juez de Instrucción Formal 1, Oscar Blanco, a cargo del distrito Orán, quedó a cargo de la causa.
Declaración muy sospechosa
El Tribuno pudo saber que durante su declaración, Arnaldo Garza expresó que se desempeña como mecánico en un taller de motos, ubicado en la localidad de Isla de Cañas, por lo que tenía que ir a devolver un rodado que había terminado de arreglar.
Según su relato, en el camino se encontró con su expareja y le contó que tenía que hacer el viaje para entregar el vehículo y que la invitó, para pasear un poco, a lo que ella, según él, aceptó gustosa.
El hombre dijo que nunca fue su intención secuestrarla por lo que le extrañaban los dichos de la chica.
Sin embargo, se testimonio se desdibujó cuando entre sus pertenencias los policías encontraron el arma y la manopla de metal con la cual la víctima declaró haber sido amenazada para subir a la motocicleta.
Finalmente, para aclarar la situación, el magistrado realizará mañana una audiencia en la que indagará al acusado y escuchará la declaración de la supuesta víctima.
Los vecinos, que también declararon ante las autoridades policiales, se mostraron sorprendidos con lo sucedido, ya que el hecho se registró a plena luz del día y dijeron que la mujer manifestaba a viva voz que no quería subir a la moto. Por miedo a lo que pudiese pasar, no intervinieron y prefirieron llamar a la Policía para que se encargara de la situación.