La mañana de ayer no fue igual a las demás en la zona sudeste de esta capital. Los vecinos del barrio Solidaridad se desayunaron con la espantosa noticia de que tres habitantes de la zona fueron hallados sin vida por la Policía, en el lote 23 de la manzana 437 B a la medianoche la noche del domingo pasado.
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La mañana de ayer no fue igual a las demás en la zona sudeste de esta capital. Los vecinos del barrio Solidaridad se desayunaron con la espantosa noticia de que tres habitantes de la zona fueron hallados sin vida por la Policía, en el lote 23 de la manzana 437 B a la medianoche la noche del domingo pasado.
Según comentó a El Tribuno Laura Chiliguay, madre de la víctima mayor, Elena Chiliguay de López (34), y abuela de los menores Matías y Brissia Ayelén (8) también asesinados, “el sábado a la tarde fue la última vez que los vi. Fuimos a comprar los útiles escolares al centro y después me despedí. Ya durante la tarde del domingo, vino un hombre a cobrar el seguro de vida, pero no encontró a nadie, así que me avisó y fui corriendo a tocarle la puerta pero no me atendieron”, señaló.
“Me pareció raro porque ella jamás salía sin avisarme, así que miré por la ventana y noté algo extraño dentro de la casa, por lo que di aviso a la Policía. Y cuando llegaron, hallaron los cuerpos tirados”, dijo entre lágrimas la mujer.
Los efectivos de la seccional de la zona preservaron la escena hasta que se hicieron presente los miembros del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), quienes encontraron los cadáveres en el interior de una habitación, boca abajo y completamente ensangrentados.
Las víctimas habían recibido mazazos en diferentes partes del cuerpo y a pocos metros de los cuerpos hallaron el elemento metálico bañado en restos hemáticos y masa encefálica.
Lo llamativo es que uno de los integrantes de la familia, el hijo mayor de 17, se encuentra misteriosamente desaparecido y si bien no hay firmes sospechas sobre él, los investigadores hallaron una remera y un pantalón deportivo de su talla, manchados de sangre en un balde ubicado en el lavadero contiguo a la habitación donde ocurrieron los hechos.
Por otra parte, se supo que el esposo de Elena y padre de los tres jóvenes, Hernán López, se encuentra trabajando en la localidad de Calafate, provincia de Santa Cruz, donde se desempeña como obrero.
Al respecto, Chiliguay comentó: “Hernán estuvo durante las fiestas de fin de año y antes de irse al sur nuevamente, a fines de enero pasado, hizo edificaciones en la casa”.
“Una conducta excelente”
Pese a estar visiblemente shockeada por el triple crimen, la mujer aseguró que “mi nieto tiene una conducta excelente. No es adicto a las drogas ni tampoco tiene amigos. Es más -agregó-, no tiene malos comportamientos y en el colegio anda bien; sus calificaciones son de 9 y 10 puntos”.
Los investigadores intentan dar con el paradero del joven, quien podría resultar fundamental para esclarecer los homicidios y se presume que éste podría estar en la localidad de Cachi, donde tiene familiares por parte de su padre.
Al ser consultado por este matutino, el juez de Instrucción Formal 3, Pablo Farah, quien se encuentra a cargo de la causa, afirmó que “aún se está trabajando en base a lo hallado en la escena del crimen. Afortunadamente, los efectivos esperaron la llegada del CIF para recién ingresar a la vivienda y eso permitió que los investigadores puedan secuestrar diferentes pruebas que están siendo analizadas”.
Además de lo aportado por el magistrado, las fuentes aseguraron que aún no encuentran un supuesto móvil que haya motivado al autor -o autores- a cometer el triple homicidio.
Los cuerpos fueron trasladados hacia la morgue del hospital San Bernardo ayer a la madrugada, aproximadamente a las 5.30, donde fueron examinados durante toda la jornada.
Trascendió que el padre de los niños y esposo de Elena se encontraba viajando rumbo a esta capital para reconocer sus cuerpos y luego retirarlos.
Los resultados de las autopsias
Horas después de haberse descubierto los cuerpos de Elena Chiliguay de López y de los pequeños Matías y Brissia Ayelén, los investigadores trasladaron los cadáveres hacia la morgue del hospital San Bernardo, donde se les practicaron las autopsias. La necrocirugía estuvo a cargo de Benjamín Ruiz de los Llanos, quien determinó que las causas de las muertes se produjeron por traumatismo de cráneo grave y traumatismo encefalocraneano, todas producidas con un elemento contundente.
De esta manera, se descartó rotundamente que la mujer y su hijo hayan recibido puñaladas en el torso.
“Podría ser rehén”
Fuentes de la investigación mencionaron que el hijo que está misteriosamente desaparecido, “podría ser rehén de los asesinos”, aunque no deja de ser sospechoso del hecho, ya que aparentemente son sus prendas las que se encontraron con sangre en el lugar del triple crimen, en un balde con agua, dejadas allí luego de darse una ducha. El caso se encuentra a cargo del personal de la Brigada de Investigaciones 1,cuyos efectivos intentaban afanosamente dar con el paradero del adolescente.
Hallaron restos seminales en el cadáver de la mujer
Hasta las últimas horas de ayer los cuerpos de las tres víctimas del horrendo crimen permanecían en la morgue. La ausencia del padre y esposo, supuestamente en viaje, hizo imposible la entrega de los mismos a otros familiares.
Las evidencias encontradas en la escena del crimen, la desaparición del único sobreviviente, un joven de 17 años, y sospechoso a la vez, las huellas dejadas por él o los asesinos en el baño del domicilio, sumadas a que no se robaron nada, que todas las habitaciones estaban con llave y que habían $25.000 guardados en un escritorio, alejan la hipótesis del robo, pero acercan otra: el drama pasional ya que la mujer tenía restos seminales y una cinta sobre la boca.
Peritos del CIF trabajaban anoche en el análisis genético del semen hallado en el cadáver y se aprestaban a hacer pruebas comparativas con el ADN de la víctima.
La Policía busca afanosamente al hijo de 17 años, que desapareció misteriosamente y aguardan la aparición de Hernán López el marido y padre de las tres víctimas, que trabaja en Las Heras, cerca de El Calafate.
La familia de la tragedia es oriunda de El Angosto de Escalchi, paraje cercano a Cachi.
Para el juez del caso, Pablo Farah, de Instrucción Formal 3, si bien no lo ha dicho públicamente, el principal sospechoso del atroz triple crimen, podría ser el joven, un chico calmado, de bajo perfil, excelentes notas y fanático de la cibernavegación.
“Imposible de explicar”
Para Ana María Guyer, directora de la escuela Juan Valle, donde concurrían dos de las víctimas de la tragedia que enlutó al barrio Solidaridad, lo sucedido es inexplicable. “Ella era una madre dedicada a su casa, que había preinscripto a sus hijos con antelación, que les había comprado ya todos los útiles... Sufrir un ataque brutal junto a dos de su chicos en su propia casa y que las sospechas apunten a su hijo mayor es realmente horroroso”, dijo. Luego agregó: “Sólo se podría explicar por un brote psicótico. Una tía de este adolescente, ordenanza de la escuela que conduzco nos contó todo y cada vez que recuerdo sus palabras no puedo entender aún cómo pudieron suceder los hechos. De todos modos no debemos prejuzgar, tal vez haya otras cosas. Hay que proteger a este menor y hallarlo”, dijo.