Más de un centenar de personas recorrieron anoche las calles de la ciudad para pedir justicia por la muerte de Marta Sanguino, quien fuera atendida en primera instancia en el hospital Melchora Figueroa de Cornejo de Rosario de la Frontera y luego derivada a Salta.
La manifestación, con pancartas alusivas, se inició a las 20 en la casa de Sanguino y continuó por las calles céntricas hasta el hospital con pancartas alusivas y en respetuoso orden.
La víctima, madre de dos hijos, había ingresado con dolores abdominales y fue atendida en la guardia del nosocomio; de inmediato fue derivada a la sala de terapia intensiva del hospital ante la sospecha de un cuadro de peritonitis, sin embargo los análisis realizados descartaron esa posibilidad, por tal motivo los médicos la trataron por un cuadro nervioso. Así estuvo casi tres días mientras que los familiares pedían que fuera derivada a un centro de mayor complejidad.
Como última medida le realizaron una ecografía que según dijeron los profesionales no evidenciaba signos de ninguna enfermedad grave. No obstante ante el insistente reclamo de los familiares ordenaron su traslado al hospital San Bernardo, donde al llegar se dieron con un cuadro de septicemia generalizada a causa de una peritonitis fulminante.
Los familiares comentaron que se le extrajeron 7 litros de pus con una infección que ya había afectado otros órganos vitales. Pocos días después, la mujer fallecía en la capital salteña.
El hecho disparó la indignación de vecinos y familiares que solicitan de inmediato la realización de un juicio por mala praxis.
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Más de un centenar de personas recorrieron anoche las calles de la ciudad para pedir justicia por la muerte de Marta Sanguino, quien fuera atendida en primera instancia en el hospital Melchora Figueroa de Cornejo de Rosario de la Frontera y luego derivada a Salta.
La manifestación, con pancartas alusivas, se inició a las 20 en la casa de Sanguino y continuó por las calles céntricas hasta el hospital con pancartas alusivas y en respetuoso orden.
La víctima, madre de dos hijos, había ingresado con dolores abdominales y fue atendida en la guardia del nosocomio; de inmediato fue derivada a la sala de terapia intensiva del hospital ante la sospecha de un cuadro de peritonitis, sin embargo los análisis realizados descartaron esa posibilidad, por tal motivo los médicos la trataron por un cuadro nervioso. Así estuvo casi tres días mientras que los familiares pedían que fuera derivada a un centro de mayor complejidad.
Como última medida le realizaron una ecografía que según dijeron los profesionales no evidenciaba signos de ninguna enfermedad grave. No obstante ante el insistente reclamo de los familiares ordenaron su traslado al hospital San Bernardo, donde al llegar se dieron con un cuadro de septicemia generalizada a causa de una peritonitis fulminante.
Los familiares comentaron que se le extrajeron 7 litros de pus con una infección que ya había afectado otros órganos vitales. Pocos días después, la mujer fallecía en la capital salteña.
El hecho disparó la indignación de vecinos y familiares que solicitan de inmediato la realización de un juicio por mala praxis.
Inminente intervención
El Hospital Melchora Figueroa de Cornejo sumó a la denuncia por mala praxis otras por defraudación y estafa, las cuales se vendrían realizando desde hace mucho tiempo en complicidad con los profesionales médicos que prestan servicio en el mencionado nosocomio.
El tema ya había sido denunciado por el contador Juan Manuel Lizondo, encargado de Recursos Humanos y Financieros durante la gestión de la doctora Gloria del Socorro Abán. En declaraciones que realizó al semanario La Verdad que se edita en la localidad, Lizondo señalaba: “se pudo observar que de hecho existen pagos de honorarios a profesionales médicos que pertenecen al hospital por tratamientos realizados en horarios habituales de trabajo y por tareas ordinarias. Entonces por superposición de horarios se paga sueldos y se pagan honorarios. Entonces al existir tantas bondades al atender un paciente PAMI se deja sin atención a pacientes sin cobertura social, que deben ser el objetivo principal de la sanidad pública”.
“Con respecto al pago de honorarios y la superposición de horarios, se solicitaba una auditoría para determinar responsables y de corresponder se promuevan los sumarios administrativos y se apliquen las sanciones disciplinarias que correspondan. Como guía sugerida de la documentación a cotejar, son las planillas de atención a pacientes, de cirugías realizadas, planillas de asistencia, órdenes de pago para poder confrontar los servicios prestados por los profesionales médicos y los pagos realizados”.
Lizondo
Las sugerencias de Lizondo no fueron tenidas en cuenta y las denuncias cayeron en un saco roto.
A la doctora Abán le sucedió el doctor Astorga quien agudizó
las relaciones con los profesionales y se lo acusó de que él y su hijo estaban entre los que cobraban honorarios en negro en perjuicio del nosocomio.
Con la designación del actual gerente, el doctor Emilio Alderete nada cambió, los empleados del hospital sostienen que carece de carácter para poner en vereda a sus colegas quienes lo eligieron a él como gerente precisamente por esas falencias.
Las denuncias también alcanzaron a las tareas administrativas por lo que se vislumbra una inminente intervención del hospital rosarino.