Sin sorpresas. El amplio triunfo kelper en el referéndum para elegir si querían seguir siendo un territorio bajo administración británica era esperable. Tras dos días de votación y bajo una intensa lluvia, participaron un 80 por ciento de los habitantes de la isla, habilitados para votar.
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Sin sorpresas. El amplio triunfo kelper en el referéndum para elegir si querían seguir siendo un territorio bajo administración británica era esperable. Tras dos días de votación y bajo una intensa lluvia, participaron un 80 por ciento de los habitantes de la isla, habilitados para votar.
No hubo demoras, ni complicaciones, mucho menos sorpresas. La simple pregunta que todos los votantes debían responder por sí o por no era una sola: “¿Desea que las Islas Falkland (Malvinas) mantengan su actual estatus político como territorio de ultramar del Reino Unido?”.
Si bien hubo un importante despliegue kelpers para mediatizar la disputa por las islas, con un casi asegurado triunfo, la repercusión y el apoyo que obtuvo el Reino Unido en este proceso fue casi nulo.
Una jornada tranquila
Ayer, los centros de votación se vieron mucho más tranquilos ya que la mayoría de los electores concurrieron a las urnas el domingo.
Pese al mal tiempo, los kelper centraron la jornada en los preparativos para el festejo pese a la poca relevancia mundial del hecho.
Las casas y los comercios de la capital estaban decoradas con carteles y banderas de la British Union Jack y de las Islas Malvinas.
A su vez, la comunidad capitalina se congregó a últimas horas del día en Arch Green, junto a la catedral, en una fiesta al aire libre. Desde allí, la radio local realizó la cobertura especial de la consulta popular y anunció los resultados que se comunicaron a tres cuadras, en la sede del ayuntamiento.
Ningún efecto vinculante
Pese a que el primer ministro británico, David Cameron ratificó que defenderá el resultado, el referéndum organizado por su gobierno es de características no vinculante.
Lo cierto es que el resultado nada cambia. Ni jurídica ni tampoco políticamente.
La disputa seguirá. Para esto cabe recordar que ninguna de las 40 resoluciones de la ONU sobre la Cuestión Malvinas menciona el derecho de autodeterminación y que fracasaron todos los intentos británicos de incluir ese principio.
Tal como destacó una de las pocas voces disidentes en los medios británicos: “Los habitantes de las islas son británicos, pero el territorio no”.
Y concluyó: “Un visitante de Marte se quedaría asombrado si alguien argumenta lo contrario”.