“Estoy muy feliz por visitar la Argentina; es un experiencia hermosa. Hablo muy poquito español. Estoy muy bien, no sé si voy a bailar tango”, dijo ayer Tom Cruise en un breve diálogo que tuvo en el aeropuerto internacional de Ezeiza con algunos periodistas que lograron acercarse aunque sea para obtener un saludo.
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“Estoy muy feliz por visitar la Argentina; es un experiencia hermosa. Hablo muy poquito español. Estoy muy bien, no sé si voy a bailar tango”, dijo ayer Tom Cruise en un breve diálogo que tuvo en el aeropuerto internacional de Ezeiza con algunos periodistas que lograron acercarse aunque sea para obtener un saludo.
El galán vino para la avant premiere de la película que lo tiene como protagonista, “Oblivion: el tiempo del olvido”, en una ceremonia que, se anunció de antemano, “no tendrá nada que envidiarle a las que se realizan en las ciudades más importantes del mundo”.
Ayer recibió afectuoso las demostraciones de los fanáticos argentinos que coparon la puerta del hotel Alvear. Pero, antes del gran evento de la tarde realizado en el complejo de cines Village Recoleta, el actor fue hasta el Teatro Colón, donde participó de un evento organizado por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires y en el que fue declarado huésped de honor y recibió la distinción de manos del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri.
La condecoración, impulsada por el diputado PRO Rogelio Frigerio, se realizó en un acto cerrado al público. Luego el actor recorrió las instalaciones del emblemático edificio.
A las 18, en tanto, llegó hasta el Recoleta Mall para caminar por la alfombra roja, presentar su película a la prensa y reunirse con 25 fanáticos que ganaron la posibilidad de conocerlo a través de un concurso.
Llegó antes
Aunque se había anunciado que solo iba a estar diez horas en Buenos Aires, el actor arribó un día antes de lo previsto y se mostró muy amable con todos sus seguidores, e incluso dio algunas notas a cronistas que lo esperaron pacientemente.
A poco de su arribo al país, Cruise abandonó la Suite Royal que ocupó en el hotel para salir a pasear por San Telmo. Cenó en el restó M Buenos Aires, que los lunes permanece cerrado al público, pero fue abierto especialmente para recibirlo. En total fueron unos 35 comensales que optaron por una degustación de comida peruana-oriental.
El único plato por fuera del menú fue un bife de lomo que se le preparó a pedido, y que él comió sin acompañamiento. En cuanto a bebidas, pese a la oferta de pisco sour y daiquiris de maracuyá, el actor optó por una limonada y agua mineral. La cena se extendió hasta las 23.
Desde allí, la celebridad se dio el gusto de ver un show de tango.
Contrariamente a lo que muchos esperaban, el protagonista de “Top Gun” se mostró muy simpático con las personas que se acercaron para pedirle autógrafos y fotos en el aeropuerto de Ezeiza, o mientras caminó por las calles de Recoleta y San Telmo. En el primero de estos barrios, por ejemplo, Cruise pidió bajarse antes del automóvil que lo trasladaba para caminar unas cuadras hasta el Alvear, el hotel elegido para hospedarlo durante su estadía en Buenos Aires.
Tras su estada en la ciudad de Buenos Aires, Tom Cruise y sus acompañantes -cocinera, seguridad y actrices- viajó anoche a Río de Janeiro, donde seguirá con la gira promocional de la película “Oblivion”.