En la mañana de ayer el Potro Luis Carlos Abregú (34-1-0; 28 KOs) estuvo a cargo de Héctor Roca, el panameño que llegó el martes a Salta para continuar con los entrenamientos del campeón. Si bien el mismo día que arribó a la provincia quiso visitar el gimnasio y ver al pupilo, la práctica oficial de cara al megacombate que se desarrollará el 27 de abril en Vélez empezó ayer.
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En la mañana de ayer el Potro Luis Carlos Abregú (34-1-0; 28 KOs) estuvo a cargo de Héctor Roca, el panameño que llegó el martes a Salta para continuar con los entrenamientos del campeón. Si bien el mismo día que arribó a la provincia quiso visitar el gimnasio y ver al pupilo, la práctica oficial de cara al megacombate que se desarrollará el 27 de abril en Vélez empezó ayer.
Apenas unos minutos después de las 11 de ayer el primero en llegar fue Carlos Abregú. En el GyM estaba el profesor panameño junto a Ojeda, socio boxístico de Pablo Martínez -manager del Potro-, y Néstor Jaime, el entrenador salteño de Abregú. Luego llegó Martínez y el resto de los boxeadores.
Antes de meterse de lleno con el entrenamiento, el profesor, que se vino desde los Estados Unidos por primera vez para entrenar al Potro Abregú, dialogó con distintos medios con la mejor predisposición. Después estuvo encima del Potro para corregir movimientos, hablar mucho y ser su lugarteniente en la mañana otoñal de Salta.
Por su parte, el Potro expuso los primeros movimientos, ante la atenta mirada de Héctor Roca, con una gran sonrisa en su cara. El número uno del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) estuvo muy concentrado al momento de las indicaciones. El maestro panameño siguió hablando, interactuó permanentemente con Abregú y, por momentos, se dio tiempo para observar el guanteo de los otros boxeadores.
Roca puso énfasis en la cuestión defensiva. “Quiero ver cómo se para a la hora de recibir los golpes, lo que no significa que vaya a ser lo único que haga de ahora en más”, sostuvo el entrenador. Parte de la observación y análisis que llevó a cabo Roca fue al momento del guanteo que Abregú afrontó junto a sus sparrings, Carlos Jerez (36-15-3; 17 KOs) y la Joya Barrionuevo (21-2-2; 16 KOs).
Mucho diálogo y correcciones fue lo primero que se pudo observar entre el veterano entrenador y el campeón sudamericano e internacional del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) de los welter.
La voz oficial
Nada mejor que el propio protagonista para opinar acerca del experimentado entrenador. Tras sus primeros movimientos, Abregú sostuvo: “Es fantástico para todo el equipo, estamos todos muy contentos con la presencia de Roca. Todos queremos aprender, ninguno es egoísta. El profesor nos hace sentir que hay muchas cosas que no sabemos, uno nunca termina de aprender”, apuntó el Potro.
“En estas primeras horas que entrené con él se me aclararon muchos conceptos con respecto a los movimientos y la soltura arriba del ring”, sostuvo el púgil y agregó: “Me encanta que esté arriba mío, que me corrija permanentemente porque tiene que ser así. Yo le tengo que agradecer porque nadie me reta, es como que me respetan tanto que viene Roca y no le importa nada, me gusta que me rete y esté encima mío. Así tiene que ser”.
Sobre lo que inspira y transmite Roca a la hora de escucharlo o corregir algún error, Abregú señaló que “demostró que hay que tener autoridad, él es el jefe en el gimnasio y yo soy el jefe arriba del ring”.
Llega Príncipi
El viernes 5 de abril llegará a Salta Osvaldo Príncipi. El periodista especializado en boxeo vendrá junto a su equipo televisivo para entrevistar a Luis Carlos Abregú. El comunicador porteño, columnista de La Nación, confirmó su presencia para el primer viernes del mes que viene. No es común que medios de Buenos Aires se hagan eco de lo que viene haciendo el Potro, que interesa y mucho.
En triple turno
Para el gran choque que Abregú sostendrá el 27 de abril en Vélez, ante Antonin Decarie (27-1-0; 8 KOs) como semifondo del campeón mediano (CMB) Sergio “Maravilla” Martínez (49-2-2; 28 KOs), el Potro se prepara en tres turnos: por la mañana -a las 6- realiza ejercicios físicos, cerca del mediodía se apresta a escuchar y seguir aprendiendo boxeo con Roca y, por la noche, hace trabajos de coordinación.