Un joven de 17 años se sumergió en las peligrosas aguas del río Pilcomayo para rescatar a su novia y a su cuñada, ya que ambas se estaban ahogando, pero luego de socorrerlas fue arrastrado por la corriente.
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Un joven de 17 años se sumergió en las peligrosas aguas del río Pilcomayo para rescatar a su novia y a su cuñada, ya que ambas se estaban ahogando, pero luego de socorrerlas fue arrastrado por la corriente.
El hecho ocurrió el viernes, a las 15.40 aproximadamente, en la misión San Luis, ubicada a 7 kilómetros al este de San Victoria Este.
Leonel Ferrufino había concurrido al lugar para pasar el día junto con su novia y parientes de la joven, una familia de apellido Cava Vasuyo, con domicilio en la localidad.
En determinado momento, observó que su novia, de 17 años, y su cuñada se estaban ahogando por lo que se sumergió en el cauce para socorrerlas. El adolescente logró rescatar a su novia y, al ver que su cuñada era arrastrada por el agua, volvió a sumergirse para ponerla a salvo, pero en esta ocasión no pudo salir más a la superficie.
Inmediatamente, un grupo de pescadores que se encontraban en la zona usaron una soga y lograron rescatar a la joven.
Un llamado telefónico a la subcomisaría de Santa Victoria Este alertó sobe el suceso. Tras 30 minutos, efectivos policiales iniciaron la búsqueda del menor en el cauce del río Pilcomayo.
Participaron del operativo de búsqueda 15 policías pertenecientes a la División Lacustre con base en Pichanal a bordo de dos gomones, personal de la Municipalidad a bordo de una lancha de la comuna, además de efectivos de dependencias de la zona.
Hasta el cierre de esta edición, no habían novedades sobre el destino del joven, quien tiene domicilio en inmediaciones del cruce de la ruta provincial 54 y la ruta nacional 34.
“El chico había concurrido con su novia, sus dos cuñadas y sus suegros a pasar el fin de semana y pescar. Según testimonios de pescadores que estaban en el lugar del hecho, los asistentes estaban jugando con una pelota, corrían sobre la orilla del río e ingresaron al cauce para refrescarse. Al intentar salvar a las mujeres, el chico fue absorbido por un remolino y se hundió”, manifestaron fuentes policiales.
“Quienes no conocen el río cometen el error de meterse. Los pescadores que siempre van al lugar, solo se quedan en la orilla con sus cañas y los únicos que ingresan al cauce son los nativos que lo conocen muy bien y saben que parte es más honda”, explicaron fuentes policiales.
“Una multitud de pescadores concurren a este lugar los fines de semana. La última crecida del río se registró a fines de enero. El caudal cambió y se formaron nuevos pozos, lo que dificulta la búsqueda”, aseguraron las fuentes.