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?Dios no los decepcionará, arriesguen por El?, dijo el Papa

Domingo, 31 de marzo de 2013 01:28

Francisco presidió anoche en la basílica de San Pedro su primera Vigilia Pascual, en cuya homilía dijo que la resurrección de Cristo es la victoria sobre el mal y lo que oprime en la vida, e invitó a los que son “indiferentes ante Dios a que arriesguen, ya que no quedarán decepcionados”.

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Francisco presidió anoche en la basílica de San Pedro su primera Vigilia Pascual, en cuya homilía dijo que la resurrección de Cristo es la victoria sobre el mal y lo que oprime en la vida, e invitó a los que son “indiferentes ante Dios a que arriesguen, ya que no quedarán decepcionados”.

El papa afirmó también que no hay situaciones que Dios no pueda cambiar y que no hay pecado que no pueda perdonar si nos abrimos a El y que por ello no debemos perder la confianza. “Jesús no ha muerto. Ha resucitado”, agregó.

El papa Francisco inició anoche la celebración en la basílica de San Pedro del Vaticano la Vigilia Pascual, durante la que administró los sacramentos del bautismo, la confirmación y la primera comunión a cuatro adultos procedentes de Italia, Albania, Rusia y Estados Unidos.

La Vigilia Pascual, o Lucernario, es uno de los ritos más antiguos de la liturgia y se celebra la noche del Sábado Santo que San Agustín llamó “madre de todas las vigilias”, en alusión a la espera de la Resurrección del Hijo de Dios.

Al rito asistieron unas diez mil personas, treinta cardenales y decenas de obispos y sacerdotes.

La ceremonia comenzó en el atrio de la basílica vaticana, donde Francisco bendijo el fuego nuevo y encendió el Cirio Pascual, símbolo de Cristo, “la luz del mundo”.

Un ritual simbólico

Francisco realizó con un punzón una incisión sobre el cirio pascual, grabando una cruz y la cifra del año 2013, y pronunció en latín: “Christus heri et hodie, Principium et Finis, Alpha et Omega, ipsius sunt tempora et saecula. Ipsi gloria et imperium per universa aeternitatis saecula” (Cristo ayer y hoy, principio y fin, alfa y omega. A El pertenece el tiempo y los siglos, a El la gloria y el poder por los siglos de los siglos).

Después, comenzó la procesión hacia el altar mayor, en medio de una total oscuridad y silencio en el templo, iluminado poco a poco con las velas de las miles de personas que llenan la basílica, encendidas con la llama procedente del Cirio Pascual.

Una vez llegado al altar, se encendieron todas las luces, que dejaron al descubierto las maravillas que encierra la basílica, bellamente adornada con flores blancas, y comenzó el canto del Exultet, o pregón pascual, un recorrido sintético de la historia de la salvación.

Tras la “liturgia de la luz” se celebró la de la palabra y la bautismal.

Siguiendo una tradición de la Iglesia primitiva, en la que los catecúmenos (adultos que aspiran al bautismo) eran bautizados en la noche de la Vigilia Pascual, Francisco, revestido con ornamentos blancos, administró los tres sacramentos de la iniciación cristiana a los cuatro catecúmenos adultos.

En varios idiomas

Se trata del italiano Maurizio Stefano Pilati, de 23 años; el albanés Ismaili Kleant, de 30 años; el ruso Yevgueni Strókov, de 30, y el estadounidense de origen vietnamita Anthony Dinh Tran, de 17.

Durante la misa, se usaron los idiomas español, italiano, francés, inglés y latín.

La misa de Vigilia Pascual es una de las mayores cargas simbólicas de la Semana Santa y del año litúrgico, ya que evoca la resurrección de Cristo, el salvador de la humanidad para el catolicismo.

En el exterior de la basílica miles de personas siguieron la misa a través de pantallas gigantes y desafiando la tenue pero persistente lluvia que cayó durante toda la noche sobre Roma. El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, se refirió ayer a la importancia de la Vigilia Pascual y la describió como una de las celebraciones “más bonitas de la liturgia cristiana, la principal y la más rica”.

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