La niña de 2 años y 11 meses de Hipólito Yrigoyen que murió el lunes al mediodía fue víctima del hantavirus, la enfermedad causada por un virus que transmiten las ratas. Así lo confirmaron ayer al mediodía los análisis del Laboratorio de Enfermedades Tropicales de Orán.
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La niña de 2 años y 11 meses de Hipólito Yrigoyen que murió el lunes al mediodía fue víctima del hantavirus, la enfermedad causada por un virus que transmiten las ratas. Así lo confirmaron ayer al mediodía los análisis del Laboratorio de Enfermedades Tropicales de Orán.
Con los resultados quedó resuelta la controversia que se desató ayer respecto de qué enfermedad había provocado su fallecimiento.
Sin embargo, otro interrogante surgió para los profesionales: el caso no responde a la epidemiología habitual de la enfermedad. Pocos niños de tan corta edad figuran en las estadísticas del hantavirus, una enfermedad que suele afectar más a los hombres que trabajan en el campo o que acostumbran a ir a pescar.
“Poco después del mediodía me comunicaron desde el Laboratorio de Enfermedades Tropicales que los estudios dieron positivo para hantavirus”, confirmó ayer Enrique Medina, gerente del hospital “Eva Perón”, de Hipólito Yrigoyen.
La pequeña había llegado el sábado a la guardia del hospital con un cuadro febril. La atendió un médico que le recetó un medicamento para bajar la fiebre y la envió a su casa. La niña empeoró y regresó a la guardia el lunes a primera hora, con una deficiencia respiratoria crítica, por lo que inmediatamente fue trasladada al hospital de Orán. Al llegar a este centro asistencial ya estaba muy débil y en pocos minutos falleció.
El caso epidemiológico
El profesional explicó que en el equipo médico sospechaban que se podía tratar del mal que transmiten las ratas, pero dada la virulencia del caso - “no nos dio tiempo a nada”, dijo- temían que pudiera tratarse de otra enfermedad.
Ya con el diagnóstico confirmado, el gerente dijo que desconocen si la niña se contagió de la enfermedad en el cañaveral (que está cerca del lugar donde vivía) o en su casa. “Sería grave que ella hubiera contraído el virus en su casa porque, de ser así, estamos esperando que aparezcan más enfermos, ya sean vecinos o alguien más”.
Además, también les llamó la atención la proximidad entre los dos últimos casos registrados en ese pueblo.
La niña de casi tres años, que vivía en el sector “62 Hectáreas”, es la primer paciente de hantavirus de este año, en Yrigoyen. En octubre de 2012 también falleció una mujer de 35 años a causa de esta enfermedad. Vivía en el barrio 26 Viviendas.
“Son dos casos en muy poco tiempo”, remarcó el gerente.
Tensión por el certificado
En el hospital de Orán nadie quiere hablar. El tema casi ni se toca puertas afuera, pero ayer se sentía la tensión entre los profesionales a raíz del certificado de defunción de la niña de Hipólito Yrigoyen que falleció el lunes cerca del mediodía por hantavirus.
El problema es que, tras su deceso, la profesional que atendió a la niña, Silvia Armella, firmó el certificado de defunción indicando que la menor había muerto por “síndrome de distrés respiratorio, hantavirus y anemia”. Hizo este diagnóstico aún cuando los estudios del Laboratorio de Enfermedades Tropicales no habían confirmado el motivo del fallecimiento de la niña de 2 años y 11 meses.
Ayer nadie quiso hablar desde el hospital y no fue posible encontrar a la doctora Armella, ya que era su día libre.
Acciones
Tras la aparición de este segundo caso de hantavirus en cinco meses, en Hipólito Yrigoyen se comenzó a hablar de realizar un operativo de desratización en el sector donde vivía la niña, un asentamiento próximo a los cañaverales del ingenio San Martín.