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?La Pascua nos dice lo intentaré de nuevo?

Lunes, 01 de abril de 2013 12:59

“Al salir del templo podrán decir voy a empezar de nuevo; podré volver a mi casa y decir lo intentaré de nuevo apoyado es esta verdad: Cristo ha resucitado”, expresó el arzobispo de Salta, Mario Antonio Cargnello en la misa de resurrección que ofreció ayer ante una Catedral colmada de salteños y turistas. Durante la homilía el Arzobispo reiteró que el día de Pascua es la posibilidad de intentar de nuevo; es el día en el que la fe “rompe el sepulcro de nuestro autismo y de nuestros narcisismos”.

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“Al salir del templo podrán decir voy a empezar de nuevo; podré volver a mi casa y decir lo intentaré de nuevo apoyado es esta verdad: Cristo ha resucitado”, expresó el arzobispo de Salta, Mario Antonio Cargnello en la misa de resurrección que ofreció ayer ante una Catedral colmada de salteños y turistas. Durante la homilía el Arzobispo reiteró que el día de Pascua es la posibilidad de intentar de nuevo; es el día en el que la fe “rompe el sepulcro de nuestro autismo y de nuestros narcisismos”.

La misa central de Pascuas no pasó desapercibida en el centro de la ciudad. Las campanas de la catedral fueron las que durante la tarde y noche anunciaron la buena nueva: Cristo vive. Los aplausos de los que estaban en los alrededores de la plaza no se hicieron esperar luego de cada juego de compases.

La bendición

Por el ala derecha Cargnello ingresó con el padre Marcelo Singh, vicario cooperador de la Catedral, y un par de monaguillos entre aroma a incienso quemado y con el misal en lo alto.

Inmediatamente, luego de perfumar el altar y a los fieles, el Arzobispo y el padre Marcelo impartieron la bendición recorriendo la basílica a lo largo por el pasillo principal.

Con paso medido, ambos, derramando el agua que se bendijo durante la vigilia pascual y que tomaron con expreso cuidado desde la pila bautismal.

Muchos se acercaron para alcanzar el agua bendita y cuando eso ocurría, los fieles respondían persignándose.

Un mensaje de esperanza

Durante la homilía, el arzobispo dio palabras esperanzadoras a los creyentes y exaltó el valor de la fe en los cristianos cuando “el sepulcro dentro del corazón no me permite comunicarme con los demás”. Destacó que esa situación la experimentan las personas cuando están deprimidas o en soledad.

“Este autismo -dijo Cargnello-, le pasa al chico, al joven, al rico, al pobre, a los sacerdotes o a los que ejercen un cargo en la función pública: Cuando nos encerramos es como que se nos seca la vida y sucumbimos a la tentación de la desesperación de creer que no es posible volver a empezar”.

“Nuestra fe nos entrega en la Pascua la posibilidad de volver a empezar”, aseguró el Arzobispo quien mencionó que los seres humanos no deben pensar que han llegado al techo de sus vidas.

Llamó a vivir el tiempo presente con compromiso porque “el Señor ha pasado para darnos vida, para que seamos audaces para empezar de nuevo”.

La resurrección es renovación total

El obispo Marcelo Colombo, de la Diócesis de Orán, hace llegar un mensaje de vida y servicio para todos los cristianos: “Dios nos concede una vez más la oportunidad de crecer en la Fe y vibrar con ella al servicio de los demás”.

La Cuaresma, recordó el obispo, comenzó embargada de fuertes sentimientos tras la renuncia de Benedicto XVI: “estábamos en manos de Dios pero nos pesaba cierta orfandad”, expresó el obispo y aclaró que la elección de Francisco Primero, Papa Argentino, le dio alegría y esperanza a la Pascua.

“La resurrección de Cristo irrumpe con una fuerza tal que todo es alcanzado en su llamada a la renovación profunda y total”, aseguró Colombo, quien mencionó que con la Pascua recuerda que cada personas necesita un cambio.

“Vivimos este tiempo necesitados de este cambio y las pascuas de Jesús nos hace dóciles al servicio que ello implica”, expresó.

No dejó se mencionar que en estas Pascuas también es necesario seguir con el mensaje que el Papa Francisco imparte. “Hay que seguir de cerca de las enseñanzas de Francisco en esta Pascua que es manojo de convicciones sencillas y profundas”, expresó el sacerdote.

“Somos parte de esa iglesia que él predica, iglesia misionera que va a las periferias, que camina, construye y confiesa a Jesucristo sensible y disponible para los pobres”, expresó el obispo. Y ofreció a los salteños “un gran abrazo de Pascua, con la alegría del amor vencedor de Cristo que nos ha ganado la Vida para siempre”.

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