En una ceremonia un tanto accidentada -ya que un hombre logró burlar las medidas de seguridad y se abalanzó sobre el mandatario electo-, y tras una semana de extrema tensión en Venezuela, Nicolás Maduro se convirtió ayer en el primer presidente “chavista” de Venezuela. Al asumir, juró en memoria de su mentor, el fallecido Hugo Chávez, en un acto en el que fue investido por el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, para gobernar en el período 2013-2019.
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En una ceremonia un tanto accidentada -ya que un hombre logró burlar las medidas de seguridad y se abalanzó sobre el mandatario electo-, y tras una semana de extrema tensión en Venezuela, Nicolás Maduro se convirtió ayer en el primer presidente “chavista” de Venezuela. Al asumir, juró en memoria de su mentor, el fallecido Hugo Chávez, en un acto en el que fue investido por el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, para gobernar en el período 2013-2019.
“Lo juro por el pueblo de Venezuela, lo juro por Simón Bolívar, lo juro por la memoria eterna del comandante supremo (Hugo Chávez), que cumpliré y haré cumplir esta Constitución”, dijo Maduro, flanqueado por un cuadro gigante de Chávez y con la Carta Magna en la mano izquierda.
Maduro, cuya banda presidencial le fue colocada por Cabello y una de las hijas de Chávez, María Gabriela, también juró “construir la patria independiente y socialista para todos y para todas”.
La ceremonia se vio momentáneamente suspendida por la irrupción de un desconocido que interrumpió su discurso de un nuevo gobierno. Un hombre vestido con una chaqueta roja subió a la tribuna legislativa, tomó el micrófono desde el que hablaba Maduro y gritó “Nicolás!, Nicolás!”, cuando tres hombres de seguridad se abalanzaron sobre él y lo sacaron del recinto.
El hombre que interrumpió el discurso de Maduro no intentó agredir físicamente al presidente. Sólo tomó el micrófono de la tribuna baja de la Asamblea Nacional. La televisión estatal suspendió casi de inmediato la transmisión de la imagen directa del podio donde estaba Maduro, quien dijo que el muchacho “quién sabe qué desesperación trae”, pero subrayó que había actuado mal porque se trataba de un acto protocolario.
“Yo no tengo problemas, mi vida está al servicio de esta patria”, señaló y añadió: “Me deben cuidar, de alguna manera me deben cuidar”.
El propio Maduro declaró superado el “incidente” y lo atribuyó a un “compañero”, con quien dijo que hablaría luego. Sin embargo, se quejó de la seguridad del lugar. “Me pudieron haber dado un tiro aquí”, dijo.
En la sesión se encontraban varios mandatarios, entre ellos el colombiano Juan Manuel Santos, el cubano Raúl Castro, el iraní Mahmoud Ahmadineyad, el boliviano Evo Morales y el nicaragense Daniel Ortega. También estuvieron presentes los jefes de Estado de Brasil, Dilma Rousseff; de Argentina, Cristina Fernández, y de Uruguay, José Mujica.
Dispuesto a dialogar
En su discurso de investidura, Maduro aseguró que está dispuesto a dialogar con el líder opositor Henrique Capriles, para que “cese en su odio” y también tendió la mano a quienes votaron en su contra en las elecciones del pasado día 14. “Estoy dispuesto a conversar hasta con el diablo, que Dios me perdone, hasta con el nuevo Carmona, si es necesario, para que cese en su odio contra mí, contra el pueblo, para que cese en su intolerancia”, afirmó.
Pobreza cero, el objetivo para 2019
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo ayer que el objetivo de la “revolución social” que se desarrolla en su país es que en el año 2019 haya “pobreza cero”, y llamó a revisar todos las misiones o programas sociales que impulsó el gobierno del fallecido Hugo Chávez.
“El objetivo es que en el año 2019 tengamos pobreza cero; podemos lograrlo, pobreza y miseria cero en Venezuela”, dijo durante el discurso que ofreció en la Asamblea Nacional durante su acto de investidura.
Maduro indicó que Venezuela se encuentra en una etapa de transición hacia el socialismo, el sistema con el que se podrán “superar las dificultades” y anunció que la “revolución social” se profundizará a través de las misiones que se van a “revisar, fortalecer y adaptar a los nuevos tiempos”.
El gobierno venezolano exhibe como un gran éxito los programas sociales que se desarrollan desde 2004 en áreas como la salud y la educación con la ayuda de Cuba, que mantiene unos 40.000 cooperantes en el país sudamericano.