Pese a la vigencia de un decreto dictado por el Gobierno nacional en agosto pasado, las petroleras decidieron desoír la medida oficial y tras ocho meses de precios congelados comenzaron a retocar los valores del GNC.
Como ocurrió con las naftas, las compañías aplicaron subas de hasta un 15% en el metro cúbico de este combustible que se vende en los surtidores de diferentes estaciones de servicio.
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Pese a la vigencia de un decreto dictado por el Gobierno nacional en agosto pasado, las petroleras decidieron desoír la medida oficial y tras ocho meses de precios congelados comenzaron a retocar los valores del GNC.
Como ocurrió con las naftas, las compañías aplicaron subas de hasta un 15% en el metro cúbico de este combustible que se vende en los surtidores de diferentes estaciones de servicio.
En tanto, según un informe de Surtidores.com, actualmente las diferencias de precios para cargar gas natural van desde $ 1,50 a casi $ 3,50 en varias localidades de la provincia de Buenos Aires y del interior del país.
De todas formas, a pesar de los últimos ajustes, la brecha de precios con los combustibles líquidos sigue siendo amplia, casi tres a uno, lo cual sigue impulsando las conversiones de automóviles a GNC, que el año pasado superaron los 134 mil.
En agosto de 2012, el Gobierno aplicó un aumento del 300% en el costo del metro cúbico de gas en boca de pozo pero impedía trasladar los nuevos valores a los precios de venta al público.
La medida se publicó a través de la Resolución 1445/12 de la Secretaría de Energía y determinaba que el importe del GNC ofrecido a los automovilistas debía mantenerse a los mimos valores vigentes al 8 de agosto de 2012.
En ese momento, se estableció un valor referencial de $ 2,05 por metro cúbico y se le pidió a las petroleras y dueños de estaciones de servicio que presentaran un informe para detallar la estructura de costos para luego determinar el precio tope.
Según el sitio Surtidores.com, los expendedores cumplieron las exigencias y presentaron los documentos pero no hubo novedades al respecto y es por eso que el negocio continuó como si estuviera liberado.