Familiares y amigos de Juan Balderrama desfilaban anoche por la tradicional esquina de San Martín y Esteco, enlutada por la despedida.
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Familiares y amigos de Juan Balderrama desfilaban anoche por la tradicional esquina de San Martín y Esteco, enlutada por la despedida.
El poeta Hugo Ovalle destacó la importancia de don Juan, incluso “antes de su éxito comercial y del crecimiento de su peña, cuando Balderrama era un boliche muy pobre que nos albergaba y nos aguantaba a todos nosotros, los que conformábamos la Generación del 40”.
“En esas tertulias no solo empezó a madurar una muy buena estética dentro del folclore y la poesía de Salta, sino también los sueños de una sociedad más moderna que anhelaba, por ejemplo, su propia universidad. Así que no era solo una cuestión de cacharpayas. Ahí conversábamos de política y pergeñábamos proyectos como un Festival Latinoamericano para Salta”, recordó.
Benjamín Toro, poeta y director de la Biblioteca Provincial “Dr. Victorino de la Plaza”, señaló que “con la muerte de Juan Balderrama se cierra una época de la vida de Salta. Esta esquina mítica fue como un faro en la noche de Salta. No había nada más para los que tenían que atravesarla hasta el amanecer. Después de la zamba que le escribieron Manuel Castilla y el Cuchi Leguizamón, la gente convirtió al boliche en el mito que es ahora. Un descanso en la noche, un reparo... Eso era. Realmente me conmueve hasta lo indecible. Son hitos de la vida de la ciudad”, concluyó.
Desde Buenos Aires, Zamba Quipildor aseguró que “el Boliche Balderrama de Juan y sus hermanos ha cobijado durante muchos años y seguirá cobijando a los folcloristas. Es una pérdida grande para nosotros. Juan ha sido un hombre muy solidario, que siempre estuvo a la par de los cantores populares, músicos y poetas. El Boliche Balderrama es una institución emblemática para nuestro folclore”, expresó.