Desde hace algunos años se ha ido incrementando el interés en el estudio por los niños que poseen características excepcionales, ya sea porque su coeficiente intelectual es muy elevado o porque su creatividad es demasiado brillante para su edad.
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Desde hace algunos años se ha ido incrementando el interés en el estudio por los niños que poseen características excepcionales, ya sea porque su coeficiente intelectual es muy elevado o porque su creatividad es demasiado brillante para su edad.
La razón de indagar en este tema es que los superdotados no son máquinas ni muchos menos fenómenos que han intervenido para realizar trabajos que cotidianamente nos generan gran dificultad para la gran mayoría, sino que, tomando en cuenta que son niños y adolescentes, están pasando por una etapa de la vida que ya de por sí es difícil para los niños comunes, para ellos es un aspecto que, por más que parezca ridículo, tal vez ocasione dificultades para su desarrollo óptimo en cualquiera de las áreas de su vida.
El vivir diario de cualquier persona está lleno de sorpresas que nos ayudan a crecer y otras veces nos empobrecen emocionalmente, sin embargo, el camino que tenemos que recorrer parece largo y complicado, pero cuando nos damos cuenta de las destrezas que poseemos para afrontar los peligros nos motivamos aún más obteniendo en algún sentido gratificación por nuestras acciones.
Por eso es importante que los niños superdotados obtengan un soporte emocional para la realización de todas sus metas, ya que el ser superdotado no significa que se poseen todas las respuestas a los problemas tanto cotidianos como intelectuales, sino que tratándose de niños es recomendable guiarlos por un camino de realidad donde ellos podrán desenvolverse de una mejor manera.
Tal vez no todos los niños padezcan de una falta emocional significativa que perdura por mucho tiempo, pero cuando son separados, señalados y solicitados con mayor frecuencia, se genera en ellos la duda de por qué no son como los demás, creándose en ellos diferentes emociones, tanto positivas y negativas, solo que habría que analizar cuáles son las que predominan en el niño para intervenir adecuadamente.
Problemática a afrontar
Comenzamos con algunas definiciones acerca del concepto de superdotado, según Witty (1951), citado en Heward, decía que “los niños superdotados son aquellos cuya ejecución es excepcional en cualquier área potencialmente importante”.
Asimismo, el Departamento de Educación (1993) menciona que “los niños y adolescentes superdotados muestran respuestas notablemente elevadas, o el potencial necesario para alcanzarlas, comparados con los demás individuos de su misma edad, experiencia o entorno”.
El punto central es que no todos los niños superdotados viven de manera conforme con su contexto, ya que las problemáticas que les representa el vivir día a día con una limitante de cualquier tipo es muy desagradable así como incómoda para su desarrollo emocional.
Esta limitante, por muy pequeña que sea para los demás, es de mucha importancia para la persona que lo experimenta; como por ejemplo las personas normales que tenemos conflictos cotidianos debido a un sinfín de razones solemos experimentar frustración, pero sabemos al menos que podemos solucionarlas.
Pero un niño superdotado que se la pasa pensando en el calentamiento global, por ejemplo, y en cómo la raza humana está acabando con la naturaleza, por más extremista que suene, le da un giro completamente distinto a su vida.
Esto es así porque tener más conocimientos provoca de cierta manera preocupaciones y un generar de ideas que parecen no tener solución o, tal vez, el desgaste que implica el encontrarlas es lo que afecta de manera indirecta a su organismo.
Los padres de esos chicos, deben también luchar contra sus propias expectativas de sobresalir a través de las capacidades del niño.