Chocolate es un caballo que murió hace poco más de una semana tras varios días de agonía en barrio San Benito. Y la sensación es que el desenlace de su vida puede ser el de muchos otros equinos que, todos los días, son usados para acarrear frutas y verduras, productos varios que se comercializan en la vía pública y hasta para trasladar escombros.
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Chocolate es un caballo que murió hace poco más de una semana tras varios días de agonía en barrio San Benito. Y la sensación es que el desenlace de su vida puede ser el de muchos otros equinos que, todos los días, son usados para acarrear frutas y verduras, productos varios que se comercializan en la vía pública y hasta para trasladar escombros.
Para reclamar en contra de los carreros que hoy trabajan con tracción a sangre hubo ayer una manifestación en el Centro Cívico Municipal. Hasta allí fueron voluntarios de Apan Salta (Asociación Protectora de Animales) para recordar el caso de Chocolate y pedir que se aplique la ordenanza 14202 por la cual desde hace dos años se prohibe la tracción a sangre en el municipio. Además, dijeron que el sábado a la tarde, en plaza 9 de Julio, habrá una nueva manifestación para dar continuidad a este reclamo.
“Los caballos también merecen una vida libre de maltrato y esclavitud”, decía uno de los carteles que sostenían los voluntarios de Apan ayer a la mañana. Esa leyenda resume la esencia de un reclamo que tiene larga data y que aún no ha encontrado una respuesta taxativa.
“Después del lamentable episodio de la semana pasada hemos decidido hacer esta manifestación y presentar un petitorio formal al intendente Miguel Isa porque consideramos que desde la comuna se deben arbitrar los medios para que se prohiba efectivamente la circulación de los carros con tracción a sangre en toda la ciudad”, dijo Stella Maris Morales, directora de Apan, quien además comentó que a diario reciben reclamos de gente que se comunica con la asociación para manifestar su preocupación por los caballos que tiran de los carros.
La subsecretaria de Saneamiento y Políticas Ambientales, Susana Pontussi, recibió el petitorio y, en diálogo con El Tribuno, dijo que el año pasado la Secretaría de Tránsito hizo un relevamiento en la ciudad y que a la hora de hacer la verificación de los domicilios y tratar de hacer el control sanitario de los animales se dieron con la dificultad de que muchas de las personas no tienen cómo demostrar la tenencia de los caballos, ni cuentan con el control de Marcas y Señales. Dijo que a pesar de esto se continúa trabajando en la toma de conciencia sobre maltrato animal. “Queda aún mucho por hacer, pero vamos avanzando”, dijo Pontussi.