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18 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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La sequía no perdona ni a las grandes empresas instaladas en la provincia

Martes, 21 de mayo de 2013 10:34

Angustia, incertidumbre y pérdidas multimillonarias. La escasez de lluvias que vive el norte provincial, la peor en setenta años, está ocasionando secuelas inconfundibles. Si bien la situación se asocia principalmente a los productores agropecuarios, la histórica sequía está dejando sin trabajo a cientos de personas y afectando a pueblos enteros. Los despidos ya parecen generalizarse, hay fuentes de empleo desocupadas que no serán tomadas esta cosecha y el temor por un eventual estallido social parece estar a la orden del día. No hay que olvidar que en el norte de Salta los índices de pobreza superan ampliamente la media nacional, ubicándose en algunos casos en el 60 o 70% de la gente.

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Angustia, incertidumbre y pérdidas multimillonarias. La escasez de lluvias que vive el norte provincial, la peor en setenta años, está ocasionando secuelas inconfundibles. Si bien la situación se asocia principalmente a los productores agropecuarios, la histórica sequía está dejando sin trabajo a cientos de personas y afectando a pueblos enteros. Los despidos ya parecen generalizarse, hay fuentes de empleo desocupadas que no serán tomadas esta cosecha y el temor por un eventual estallido social parece estar a la orden del día. No hay que olvidar que en el norte de Salta los índices de pobreza superan ampliamente la media nacional, ubicándose en algunos casos en el 60 o 70% de la gente.

Este fenómeno climático, que no puede evitarse pero sí preverse, hace estragos en productores, trabajadores rurales y también en grandes empresas. Este último es el caso de la compañía Desdelsur, que el año pasado ganó el Premio de Oro a la Excelencia Agropecuaria y que asegura que su situación es “muy grave” y que los daños son “gigantescos”.

“Las pérdidas en el maní son del orden del 70-75% y en la soja están cerca del 50-55%. El impacto va a ser aún mayor en el poroto, ya que virtualmente hay cosecha cero”, aseguró ayer a El Tribuno la ejecutiva de la compañía, Graciela Lena.

Las declaraciones de Lena no contradicen en casi nada el relato de los productores agropecuarios del norte local, quienes estiman en más de $3.000 millones las pérdidas por la sequía de este año. Sin embargo, en algo sí hay una diferencia: Desdelsur SA “todavía” no despidió personal, algo que el resto no pudo impedir.

“Estamos tratando de buscar alternativas para evitar eso, porque sabemos que es un daño enorme para nuestro personal, para nuestra empresa y para nuestra región. Vamos a pelear con todo el esfuerzo del mundo para evitar los despidos, pero somos conscientes de que no todo el mundo puede hacer lo que estamos haciendo nosotros”, sostuvo Lena.

La empresa que ella representa no es una más en el norte de Salta. Tiene 40 mil hectáreas, de las cuales 26 mil se encuentran produciendo. Cuenta con dos plantas de procesamiento de legumbres en General Mosconi y su actividad ganadera posee unas 11 mil cabezas. Desdelsur, creada en 1986, tiene un complejo de maquinaria propia para el proceso de producción. Esos datos, solo algunos, muestran la envergadura de esta empresa, que también se está viendo seriamente afectada por la sequía.

El rol del Estado vuelve a ponerse en tela de juicio en estos momentos. Los productores aseguran que el subsidio lanzado por el Gobierno provincial es altamente insuficiente y que “no soluciona nada”. Incluso, el presidente de la Sociedad Rural Argentina, Luis Miguel Etchevehere, lo calificó de “demagógico, ridículo y para la foto” en una entrevista publicada ayer por El Tribuno. Sobre ese punto, Desdelsur SA dio su parecer. “En la medida en que uno tenga una habilitación por parte del Estado provincial, se podría gestionar una línea de crédito que es muy importante para oxigenar un momento muy difícil, porque todas las empresas estamos con dificultad por pérdida del capital de trabajo”, señaló Lena.

 

El efecto multiplicador

“En la empresa hicimos un estudio basado en el análisis de las precipitaciones de los últimos ochenta años. El promedio para una lluvia acumulada entre diciembre y abril ronda los 700 y 750 milímetros, y este año fue de 215 milímetros”. Según Lena, “el INTA, en su informe del primer trimestre del año, destaca lo mismo. Hay una anomalía en las precipitaciones del orden de los 600 milímetros en el departamento San Martín”.

Para la gente que no está del todo interiorizada en la actividad agropecuaria, la sequía perjudica básicamente a los productores que tienen “altísimos precios internacionales de las materias primas”. Ese supuesto es cierto, aunque esconde las múltiples cargas impositivas y también el efecto multiplicador que tiene en los pueblos donde casi no hay industrias. Una mala cosecha para el campo, la segunda en dos años, es un mal año para todos los pueblos del interior.

“Para mover la producción que nosotros deberíamos haber tenido este año de poroto, se necesitan 850 camiones nada más que para hacer el traslado desde el campo hasta la planta procesadora de General Mosconi. Este año no va a haber ni un solo camión para hacer eso”, explicó la ejecutiva. Y agregó: “Ese camión no es empleado nuestro, sino que pertenece a un propietario que tiene un chofer, que carga combustible, que usa la gomería y que almuerza en un comedor frente a la planta. Toda esa actividad económica, que es gigantesca, no la vamos a ver”.

Según Lena, todavía no están otorgados todos los certificados de emergencia agropecuaria. “Nosotros recién estamos trabajando para hacer las presentaciones que tienen vencimiento el 29 de mayo, así que una vez formalizado esto vendrá la segunda parte, que es ver qué asistencia nos brindará el Gobierno provincial o nacional a los productores.

La ganadería, resentida

Si bien es cierto que la sequía golpeó sin anestesia a la producción de granos, la ganadería también está siendo afectada notoriamente.

“Nosotros hemos tenido daños muy grandes en las pasturas, y esto ha generado la posibilidad de hacer un replanteo y de buscar alternativas. La pastura es un tema muy importante porque al no haber habido un régimen de lluvias normal, se han resentido fuertemente”, dijo Graciela Lena.

Productores esperan asistencia financiera del Macro y de otros bancos

Desde la próxima semana estarán a disposición de los productores afectados por la sequía los $200 millones que habilitará el Banco Macro. Pero agricultores y ganaderos esperan que la oferta se amplíe a otras entidades, simplemente porque muchos no son clientes del agente financiero del Gobierno provincial.
En los contactos casi diarios que los dirigentes mantienen con funcionarios de la Secretaría de Asuntos Agrarios ese pedido está presente. Y aunque hay negociaciones abiertas con el Galicia, los ruralistas esperan que también se entablen con el Francés y el Río.

“Se está hablando con el Galicia. Hay que tener en cuenta que el 50% de los productores agropecuarios de la provincia son clientes de esa entidad”, indicó a El Tribuno el presidente de la Cámara Regional de la Producción, Eduardo Rodríguez. El dirigente es uno de los que se sienta a negociar con el Gobierno y a buscar, en conjunto, soluciones para los afectados por la seca en los departamentos General Güemes, Metán, Rosario de la Frontera, La Candelaria, Anta, San Martín, Orán y Rivadavia. Los cultivos dañados son la soja, maíz, maní, poroto, chía y ganado mayor y menor.

El convenio con el Macro se firmará durante la semana. Así, desde la próxima los afectados que hayan solicitado el certificado de emergencia podrán gestionar hasta $500 mil para la compra de capital de trabajo. Tendrán un año de gracia y el Estado financiará 10 puntos de la tasa de interés con un fondo de $20 millones que saldrá del revalúo inmobiliario fiscal. El secretario de Asuntos Agrarios, Lucio Paz Posse, indicó que esta semana se terminará de definir con el ministro de Agricultura de la Nación, Norberto Yauhar, la ejecución de asistencia para los pequeños productores con forrajes, implementos agrícolas y líneas de microcréditos con fondos nacionales. También se espera que el Ministerio de Trabajo de la Nación disponga de un programa especial de subsidios para los peones que quedaron sin empleo.

Ignacio Lupión, directivo de la Sociedad Rural Salteña, solicitó a sus pares que pidan la emergencia agropecuaria porque los productores de soja, maíz, maní y los ganaderos tienen plazo hasta el 29 del corriente para hacerlo. En esa fecha se cumplirán los 20 días hábiles desde la publicación en el Boletín Oficial del decreto que declara la emergencia.

“Salta es la que presenta las peores condiciones”

Un informe regional de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires indica que Salta presenta las peores condiciones, “lo que se debe a que la ausencia de lluvias de gran caudal durante el período estival fue mayor, lo cual complicó la situación en forma considerable y, en consecuencia, ocasionó grandes pérdidas de área y de rinde potencial en cultivos como soja, maíz y sorgo”.

Los técnicos determinaron que, en cuanto al cultivo de la soja, la parte más afectada es la “zona núcleo sojera (representa cerca del 60% de este cultivo en la provincia), ubicada en el departamento Anta”, Y hace mención a Piquete Cabado, Las Lajitas, Joaquín V. González, como así también a que durante “años normales este cultivo promedia un rendimiento cercano a los 28 qq/Ha. A la fecha, están en plena cosecha y obteniendo productividades que rondan los 300 a 900 kg/ha. Solo están trillando en general aquellos lotes que superen los 400 kg/ha. Cuadros con rendimientos inferiores a dicha productividad se dan por perdidos, ya que no se alcanzan a cubrir siquiera los gastos de la labor de cosecha”.

En el informe también se hace mención a que hacia el norte, en los departamentos Orán, San Martín y Rivadavia se observó una situación similar. “La tendencia de las precipitaciones fue muy marcada: nuevamente se registraron dos pulsos hídricos que marcaron el ritmo de la siembra. Cerca del 40% se pudo sembrar de forma temprana, ubicándose a mediados de diciembre, mientras que el porcentaje restante se logró implantar a mediados de febrero”.

En campos del sur de la provincia, como en Rosario de la Frontera, según el informe la trilla comenzó de manera anticipada porque se acortó el ciclo del cultivo de soja. “Esto fue por el prolongado período de seca (altas temperaturas y ausencia de lluvias). En Rosario de la Frontera, Orán y San Martín muchos cuadros de soja presentaban potenciales productivos muy comprometidos y, en base a esto, fueron resembrados con poroto; de esta manera, se busca aprovechar la humedad recibida a fines de febrero junto con escasos milimetrajes adicionales registrados en marzo. Desafortunadamente, el déficit hídrico nunca logró revertirse de forma efectiva, con lo cual se esperan grandes mermas de rinde también para este cultivo alternativo”.

Pérdidas

La Bolsa de Cereales de Buenos Aires señaló que las pérdidas totales en cultivos de verano superarían las 350.000 hectáreas una vez finalizada la cosecha gruesa, como consecuencia del prolongado déficit hídrico en la región.

El relevamiento de zonas afectadas por la sequía en el NOA, comprendió a las provincias de Tucumán, Catamarca, Santiago del Estero y Salta.
 

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