Ricardo Echegaray, el titular de la AFIP, sostuvo que tanto especialistas como académicos y legisladores que presentaron el proyecto de blanqueo “como el surgimiento de un nuevo paraíso fiscal”, ponen de manifiesto “el profundo desconocimiento (que tienen) sobre el tema” o “lo que es peor, (sus) intenciones en pos del fracaso de una iniciativa transparente y con altas probabilidades de éxito”.
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Ricardo Echegaray, el titular de la AFIP, sostuvo que tanto especialistas como académicos y legisladores que presentaron el proyecto de blanqueo “como el surgimiento de un nuevo paraíso fiscal”, ponen de manifiesto “el profundo desconocimiento (que tienen) sobre el tema” o “lo que es peor, (sus) intenciones en pos del fracaso de una iniciativa transparente y con altas probabilidades de éxito”.
Destaca que la finalidad del régimen “no es recaudatoria, sino de canalización de ahorros hacia destinos estratégicos para el desarrollo del país” como “la actividad inmobiliaria y de construcción” y la financiación de “inversión estratégica”.
Tras señalar que en distintos países, entre los que menciona a España, Italia, Estados Unidos y México, se aplicaron iniciativas de exteriorización de capitales, Echegaray diferencia esos proyectos con el argentino, que apunta no solamente al blanqueo, sino a “financiar la inversión estratégica y dinamizar la actividad inmobiliaria y de construcción”.
Además, destaca que “el proyecto de ley dispone categóricamente que quedan excluidos del régimen los fondos provenientes de delitos como el lavado de activos o la financiación del terrorismo” y que “a ello debe agregarse que, a diferencia de lo que sucede en otros países, no son susceptibles de ingresar al régimen de exteriorización los funcionarios públicos, sus cónyuges o parientes hasta el segundo grado de consanguinidad”.
“Por todo eso, resulta cuanto menos llamativo que se pueda afirmar livianamente que la Argentina facilitará el lavado de dinero y se convertirá en un ‘paraíso fiscal”, afirmó el titular del organismo recaudador.
Luego de mencionar los acuerdos suscriptos por la Argentina en materia de intercambio de información y transparencia fiscal, Echegaray señala que “las características de un paraíso fiscal (según un reporte de la OCDE, que él menciona), son: imposición nula o muy baja; ausencia de intercambio de información efectiva; falta de transparencia en el marco legal (secreto bancario, acciones al portador, posibilidad de acuerdos entre la administración fiscal y los contribuyentes) y ausencia de sustancia económica en las actividades desarrolladas por la empresa”.
Al respecto, destacó que “ninguna de estas características se encuentran en el sistema tributario argentino”, por lo que considera una “falacia” catalogar al régimen de exteriorización de moneda extranjera -que permite el blanqueo de divisas fuera del sistema para personas físicas y jurídicas hasta el 30 de abril pasado- como un régimen que propicie “el surgimiento de un nuevo paraíso fiscal”.
“Afirmar lo contrario, no hace más que desnudar el profundo desconocimiento sobre el tema de quienes esgrimen esos argumentos. O lo que es peor, intenciones en pos del fracaso de una iniciativa transparente y con altas probabilidades de éxito, en beneficio de todos los argentinos”, aseguró Echegaray.