El “Yo ‘te” o botijo es una pieza de barro cocido que les servía a las mujeres étnicas americanas para transportar agua. Este cántaro fue perdiendo su originalidad con el tiempo merced al uso del plástico que fue ganando tiempo y terreno. El Museo Pajcha recuperó esta memorable pieza junto con el relato de su tradición y quiere ofrecerlo, con la generosidad que lo caracteriza, a todo su público. Imperdible cita para tomar contacto con la historia original de la América indígena. La silueta del botijo revelará ante cada mirada las manos de las mujeres wichi y chorotes que lo modelaron para transportar y conservar el agua fresca y vital. Hasta diez litros de agua cargaban en su frente con una cinta hecha de chaguar, sosteniéndolo de sus asas.
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El “Yo ‘te” o botijo es una pieza de barro cocido que les servía a las mujeres étnicas americanas para transportar agua. Este cántaro fue perdiendo su originalidad con el tiempo merced al uso del plástico que fue ganando tiempo y terreno. El Museo Pajcha recuperó esta memorable pieza junto con el relato de su tradición y quiere ofrecerlo, con la generosidad que lo caracteriza, a todo su público. Imperdible cita para tomar contacto con la historia original de la América indígena. La silueta del botijo revelará ante cada mirada las manos de las mujeres wichi y chorotes que lo modelaron para transportar y conservar el agua fresca y vital. Hasta diez litros de agua cargaban en su frente con una cinta hecha de chaguar, sosteniéndolo de sus asas.
“Deseamos informar a alumnos y docentes que a partir del segundo semestre del año, la artista María Sasso reproducirá el yo ‘te o botijo del chaco salteño. Hasta mediados del siglo XX, la mujer recogía agua de los ríos Bermejo y Pilcomayo en esta pieza de cerámica realizada por la mujer wichi y chorote. En la actualidad fue reemplazado por cántaros de plástico. La propuesta se orienta a poner en valor la producción de un tipo particular de cerámica propia de la cultura chaco salteña, ya en extinción”, invitaron. Por su parte, Liliana Zito Fontán, directora del Museo, contó una anécdota sobre el botijo: “Esta pieza tan bella, la más conspicua del Gran Chaco, me emociona. Y pensar que está en extinción. En mi juventud y a la orilla del Río Bermejo, una mujer wichi me dijo en lengua mataco mataguayo: el yo ‘te suluj (el botijo tuyo mujer blanca). Lo hizo con las dos manos extendidas y mirándome a los ojos. Desde entonces, es uno de los mejores legados que, junto a la ‘cajita de pintor’ de Litania Prado, se exhiben en Paj cha”.
Para más información, los interesados pueden contactarse a [email protected] / [email protected] o al teléfono: 0387 4229417.