El abogado Ramiro Ponce de León fue el encargado de devolverle la felicidad a la talentosa actriz y conductora de “Fuera de formato”, el ciclo que se emite por Radio América. Fanático de River Plate, de la pesca, y de los autos antiguos, Ramiro, profundo admirador de la actriz, la conoció en persona en un casamiento hace tan sólo dos meses, y desde allí, se volvieron inseparables.
inicia sesión o regístrate.
El abogado Ramiro Ponce de León fue el encargado de devolverle la felicidad a la talentosa actriz y conductora de “Fuera de formato”, el ciclo que se emite por Radio América. Fanático de River Plate, de la pesca, y de los autos antiguos, Ramiro, profundo admirador de la actriz, la conoció en persona en un casamiento hace tan sólo dos meses, y desde allí, se volvieron inseparables.
Cada fin de semana repiten un romántico encuentro. Ella viajó a Salta en varias oportunidades, incluidos los días de Semana Santa. Y en cada visita, disfrutó ir a verlo jugar al fútbol en el equipo Abogados U, con el que compite en la Loma. Aseguran que tampoco Ponce de León, de las familias más tradicionales de su provincia, se queda atrás a la hora de demostrarle su amor.
Ya que él también divide su tiempo entre Buenos Aires y su Salta natal y viaja a visitarla; como en la oportunidad de celebrarse el cumpleaños de la actriz Noralih Gago. No sólo concurrieron juntos, sino que no dudaron en besarse apasionadamente ante la sorprendida mirada de todos.
Si bien la protagonista de “Anything goes”, que se estrenará en julio, sólo dice: “Estoy muy bien. Con Ramiro nos estamos conociendo”, el viernes 26, la rivista Caras en exclusiva, descubrió a la pareja abordando el vuelo American Airlines 954, directo a Nueva York.
Allí decidieron pasar unos días juntos, aprovechando que la actriz debía ultimar detalles de su nueva obra teatral y comprar prendas para su personaje.
Con un look tan sexy como decontracté, con calzas en color mostaza, remera y campera de jeans -que al bajar cambió por un sacón marrón-, llevando un set de valijas rosa metalizado, arribó acompañada por su asistente, al aeropuerto de Ezeiza.
“¡Viajo por trabajo y sólo un par de días!”, declaró. Como involuntarios testigos, algunos pasajeros coincidieron en afirmar que la pareja no dejó de mimarse y compartir cómplices murmullos al oído durante todo el vuelo. Al llegar a Nueva York, Ramiro no pudo evitar su caballerosidad, y bajó del avión llevándole la inconfundible valija rosa de su nueva enamorada. Un gesto que confirmó una vez más, el romance.
Nota de la Revista Caras