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?Somos distintos a Boca, no festejamos empates?

Domingo, 05 de mayo de 2013 22:46

El parsimonioso y somnoliento superclásico de ayer entre Boca y River, paradójicamente, tuvo sus mayores emociones fuera del campo de juego. Y en ese sentido fue el DT millonario, Ramón Angel Díaz, hábil como pocos en este juego de condimentar un clásico, el que se llevó la mayor parte de las notas del gran duelo. Ramón se hizo expulsar por discutir con el árbitro Germán Delfino, fue despedido por una marea de insultos por los hinchas de Boca y fue el protagonista de un gesto que seguramente despertará un tendal de polémicas entre los simpatizantes de River (ver aparte).

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El parsimonioso y somnoliento superclásico de ayer entre Boca y River, paradójicamente, tuvo sus mayores emociones fuera del campo de juego. Y en ese sentido fue el DT millonario, Ramón Angel Díaz, hábil como pocos en este juego de condimentar un clásico, el que se llevó la mayor parte de las notas del gran duelo. Ramón se hizo expulsar por discutir con el árbitro Germán Delfino, fue despedido por una marea de insultos por los hinchas de Boca y fue el protagonista de un gesto que seguramente despertará un tendal de polémicas entre los simpatizantes de River (ver aparte).

Tras el encuentro, el riojano se dedicó a defenestrar a Boca con su particular estilo. “Me sorprendió cómo estaban ellos, porque nuestra superioridad en el primer tiempo fue increíble. Ellos (Boca) apuntaron directamente a la Copa y se nota. Somos dos equipos completamente distintos: ellos están peleando los últimos puestos y nosotros el campeonato”, se despachó con fiereza.

Pero Ramón fue más allá en su duelo de toda la vida con los xeneizes. E hizo alusión al supuesto conformismo de Boca con el empate, poniendo en el eje el nivel de grandeza de ambos clubes. “Me fui con bronca y viendo a la gente de Boca que festeja los empates de local. Eso me da la sensación que lo podríamos haber ganado, tuvimos chances muy claras. Nosotros somos diferentes, tenemos un pensamiento diferente. Estamos peleando el campeonato, se nota que somos distintos. No festejamos empates”, sacudió el Pelado.

Ante el requerimiento de los periodistas, Ramón no escatimó en “pimienta” para seguir refiriéndose a su rival de siempre y a su gente, antes que al desarrollo de un partido que brindó poco y nada a la multitud.

“Conozco a la gente de Boca y sé que han entregado todo, pero estos partidos no se festejan. Somos de otro nivel, se notó y ellos se dieron cuenta. Por algo ellos están últimos”, fue la afirmación punzante y directo a las entrañas del pobre presente futbolístico del equipo de Carlos Bianchi. “Nos da bronca, porque demostramos en el primer tiempo que éramos superiores. No nos tiraron cosas cuando llegaron al banco de suplentes... No mucho, pero de a poco van mejorando”, señaló, aludiendo al típico recibimiento de los plateístas xeneizes. “Ellos tienen un partido importante en quince días y esperemos que lo puedan resolver”, ironizó en el final Díaz para luego dedicarle un párrafo al partido. “Fue un gran primer tiempo nuestro, pero no lo definimos. Tuvimos actitud y estamos mejorando. Muy poco lo de ellos”, fue el inevitable cierre de un Ramón más ácido que nunca.

“Yo no me fui a la B”, el gesto de la polémica”
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Ramón Díaz dio la nota también al ser expulsado por el árbitro Germán Delfino y al protagonizar un cruce con la hinchada de Boca Juniors, que le gritó de manera unánime que era “de la B”. Mientras se retiraba escoltado por la Policía, el DT hizo un gesto contestando que él “no” había bajado a la segunda división.
Cuando Delfino echó al Pelado, el entrenador se retiró por el medio de la cancha mientras los simpatizantes locales le cantaban por el descenso millonario en 2011.
Allí, Díaz se señaló con el dedo índice el pecho y luego lo movió para indicar que no. Esta es la segunda vez que el árbitro expulsó al entrenador de River en lo que va del campeonato. La primera ocurrió en la derrota de visitante ante San Lorenzo, por 2 a 0, en la cuarta fecha. Delfino echó esta vez al riojano por una protesta cuando promediaba el segundo tiempo. Ante la decisión, Ramón se fue hacia el juez e intercambió algunas palabras con evidente fastidio. Luego, siguió su show con la hinchada de Boca y fue el turno de su polémico gesto, que no cayó del todo bien en muchos hinchas de River. Y seguramente levantará polvareda.
 

 

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