Tras la reunión que mantuvo ayer el intendente Alfredo Llaya, concejales y legisladores con los representantes de los ocupas de las 100 viviendas que el IPV construye en Embarcación, se procedió hoy a desalojo. La medida judicial se aplicó a primera hora de la mañana y hubo momentos de fuerte tensión entre los vecinos.
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Tras la reunión que mantuvo ayer el intendente Alfredo Llaya, concejales y legisladores con los representantes de los ocupas de las 100 viviendas que el IPV construye en Embarcación, se procedió hoy a desalojo. La medida judicial se aplicó a primera hora de la mañana y hubo momentos de fuerte tensión entre los vecinos.
Según contaron lectores de El Tribuno en Facebook, los vecinos desalojados, indignados fueron hasta la sede de la Municipalidad y arrojaron piedras. Además, habrían dañado también las instalaciones del banco Macro, recientemente inaugurado.
Las casas que habían sido usurpadas, se encuentran en la etapa final de edificación y solo faltan detalles para la entrega a los adjudicatarios.
Empleados del Instituto Provincial de la Vivienda estuvieron presentes en las conversaciones llevadas a cabo con los intrusos y les manifestaron la necesidad de acordar una salida que no perjudique a los verdaderos adjudicatarios.
El intendente propuso a los ocupantes -con la intención de normalizar la situación- la confección de las carpetas que corresponden para participar de los sorteos del IPV .
“Somos conscientes de la necesidad que tienen los que ocuparon las casas pero hay que tener presente que hay gente que hace tiempo espera por su techo y que hizo todos los trámites y esperó el sorteo para ser los verdaderos adjudicatarios”, señaló el intendente Alfredo Llaya.
“También ofrecimos nuestros buenos oficios para intermediar con los directivos de Tierra y Hábitat para arrimar las soluciones al alcance de este organismo”, señaló el jefe comunal.