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18 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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Zaffaroni falló a favor y fundamentó encontra

Miércoles, 26 de junio de 2013 22:35

Votar a favor de la constitucionalidad de la reforma del Consejo de la Magistratura no privó a Eugenio Zaffaroni de contradecir a la Presidenta, de quien es un amigo leal y público simpatizante de su gobierno.

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Votar a favor de la constitucionalidad de la reforma del Consejo de la Magistratura no privó a Eugenio Zaffaroni de contradecir a la Presidenta, de quien es un amigo leal y público simpatizante de su gobierno.

La Argentina, y buena parte del mundo, fueron asombrados testigos de los ataques verbales perpetrados desde 2005 por el gobierno nacional al Poder Judicial, de una virulencia inusitada en los últimos meses. Estuvieron dirigidos al poder del estado y a los jueces indistintamente, sin nombres ni fueros, instancias o provincias. Después de tanta porfía probablemente la gente empezó, casi, a convencerse que los jueces son perversos y el Poder Judicial un gremio de connotaciones medioevales.

En ese marco, la disidencia de Zaffaroni al ocupar su lugar dentro del fallo de la Corte Suprema desarrolla una posición opuesta a la sostenida por los restantes miembros, pero también como un pensamiento contradictor con el de la Presidenta.

La fundamentación jurídica de su voto explica porqué no existe inconstitucionalidad en politizar la elección de miembros del Consejo de la Magistratura, y de manera indirecta la de los jueces, pero desarrollando conceptos que contrarían a Cristina Fernández de Kirchner. En realidad los buenos amigos se caracterizan por ser oportunos expresando sus opiniones contrarias para ayudar a corregir los errores marcándolos, los buenos amigos no dicen a todo que sí.

Zaffaroni le explica con su voto a su amiga la Presidenta, que estaba equivocada, y bastante, en sus apreciaciones políticas acerca de la magistratura y del sistema judicial, esos entes y personas que ofendía sin identificarlos; esa vaguedad que ella nombra como “los jueces” o esa criatura evanescente que describe como “la Justicia”. En las dieciocho páginas del voto de Zaffaroni hay sutiles descripciones y admoniciones que tienen como origen estos hechos de la Presidenta y de su difunto esposo.

Una de especial importancia está contenida en el Considerando N§ 16. Allí el juez del Alto Tribunal hace un desarrollo teórico de la independencia de consejeros y magistrados, explicando porqué la elección popular no los politizaría. Afirma que no existen personas sin ideología, es decir sin una visión del mundo y también razona que es bueno que los jueces expresen abiertamente sus preferencias políticas. Si algún magistrado se somete a mandatos o deseos ajenos, reflexiona, no será por falla del sistema sino por su propia falla ética. En el Considerando dice que inevitablemente todo funcionario “del poder que sea pero más del Judicial” habrá de recibir con mayor o menor intensidad sugerencias de toda índole.

Pero agrega que “Esto es inevitable en cualquier estructura, pero es propio del profesionalismo de los magistrados poder decidir conforme a su conciencia y a su saber. En este sentido puede considerarse que ha sido ejemplar la conducta de la amplia mayoría de la magistratura argentina y no cabe pensar que esta conducta tradicional se altere en el futuro.”

Estas palabras contradicen abiertamente el persistente discurso gubernamental que agravia sin distingos al Poder Judicial de la Nación tanto como a los poderes judiciales provinciales. Señalar que es “ejemplar la conducta de la amplia mayoría de la magistratura argentina” es hacer una contundente defensa de la dignidad de todos los jueces, de todos los fueros y de todas las provincias.

Palabras tan claras e inapelables no se han escuchado en Salta pese a la gravedad de los ataques. Ni el Poder Ejecutivo provincial que ha nombrado a muchos jueces desde el 2007, ni en el Senado, que como cuerpo, con cualquier integración y en cualquier gobierno, otorgó los acuerdos a las personas propuestas. Tampoco los foros profesionales, académicos o las asociaciones civiles forenses han abogado de una manera tan precisa y clara, tan franciscana por usar una metáfora de actualidad, como la configurada en el Considerando 16 del voto del Dr. Zaffaroni, al expresar por escrito lo equivocada que está la Presidenta y sus corifeos en sus diatribas contra la Justicia y los magistrados, aunque también desnudó parálisis y carencia de valentía por parte de muchos frente a los graves acontecimientos institucionales que se vienen desarrollando en el país.

 

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