“Nos encontremos en el café”, “Lo arreglemos mientras tomamos un café” o, directamente, “Qué ganas de un café!”, son frases de todos los días. En el centro de esas oraciones, un pocillo de café nos llena de su aroma. Tomar un café no es un lujo en estos días, sino parte de la vida cotidiana. Desde el niño que va a la escuela, al cierre del día de un trabajador, o la reunión entre amigos, a todos acompaña el olor del café.
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“Nos encontremos en el café”, “Lo arreglemos mientras tomamos un café” o, directamente, “Qué ganas de un café!”, son frases de todos los días. En el centro de esas oraciones, un pocillo de café nos llena de su aroma. Tomar un café no es un lujo en estos días, sino parte de la vida cotidiana. Desde el niño que va a la escuela, al cierre del día de un trabajador, o la reunión entre amigos, a todos acompaña el olor del café.
Esa es una de las razones que llevan a afirmar que se trata de la bebida más consumida en el mundo, donde el 80% de su población mayor de 18 años lo toma. Y, según los especialistas en negocios, anualmente su consumo crece un 20%. Son más recientes los nuevos maridajes que proponen la unión del café con, por dar un ejemplo, vinos o comidas. A la hora de sofisticarse, la gastronomía no ha dejado de lado al café y actualmente podemos encontrarlos en los menús de importantes confiterías y negocios de las grandes capitales. Salta y los salteños también son buenos bebedores de café. Así lo afirma el bartender del Café del Tiempo, Miguel Yulán. “El café express, o de máquina, depende de cómo se ponen los filtros. De esta manera se puede obtener un café "cargado' o "liviano', que son los más populares junto al "cortado'. Otro de los puntos a tener en cuenta es el tostado y la molienda del grano. Esto define al café a la hora de servirlo y por lo tanto a la personalidad del negocio”, explica. Por las razones que esgrime Yulán, la mayoría de los negocios tienen solamente un proveedor del grano, cuyo sabor responde a la selección del propietario; aunque “a Salta sólo llegan cafés colombianos o brasileros, mientras que los cafés orientales o africanos son de bouquets y blends con mucho más cuerpo”, señala.
Es así que en la mayoría de los cafés de la ciudad, aunque hay excepciones, los bartenders se esfuerzan por marcar una línea en el acto del preparado del café. “Pretendemos que a todos nos salga lo más parecido posible, que haya un sabor común que sea reconocido por los clientes”, aclara Yulán. “De esta manera, si vos vas a la mañana, vas a tomar el mismo café que en la noche, aunque cambie la persona que te lo sirva”, afirma. Los cafés comunes son servidos en pocillos o jarritos, mientras que los que llevan un maridaje con bebidas alcohólicas, se sirven en “copas moon”. “A la hora de elegir, tenés cientos de combinaciones. Algunas más fuertes, otras más sabrosas. Pero, aparte de estos días fríos, un buen café está presente todo el año”, se ríe Yulán.
Café Irlandés, fuerte, sabroso
“Se lo toma en la mañana?”, preguntamos. “Por supuesto!”, es la respuesta. Para nosotros, seguramente en una mañana bien fría: el “café irlandés” tiene una buena medida de whisky irlandés. “Pero primero debemos hacer calentar el whisky para que pierda un poco de alcohol”, explica el bartender Miguel Yulán. Aparte de whisky, lleva también canela, cacao y crema. “Siempre deben usarse bebidas originales para guardar el sabor. Por eso: whisky irlandés sí o sí”, asegura Yulán.
Un cortado: clásico en vaso
Aunque hay mucha gente a la cual no le gusta mezclar los lácteos con el café, el cortado es un clásico de todas las barras del país y Salta no es una excepción. Grandes figuras de las artes y la política de la provincia fueron sus fieles seguidores. Por desgracia, en la actualidad son pocos los que sirven el cortado en vaso, como tradicionalmente se hacía. En este caso, según explica el cafetero “Corbata” Corbalán, la crema y las diferentes densidades provoca el movimiento interno continuo de la mezcla, lo que es placer, también, para los ojos.
Curazao: más sabores al café
Entre las múltiples posibilidades que presenta un buen café, Miguel Yulán propone la suya propia: el “café Curazao”, invento de su propia imaginación. En este caso, el centro del sabor es el licor Cointreau. Se trata de un licor triple sec francés, elaborado a base de cáscaras de naranjas. Fue creado en la destilería de la familia Cointreau en Curazao y de allí el nombre de este café. Junto al alcohol deben sumarse rayaduras de naranjas, cacao y crema. La diversidad de sabores, son para recordar.