Con el objetivo de contener a jóvenes en situación de riesgo del municipio de Hipólito Yrigoyen, el obispado de Orán y gobierno de Salta acordaron instalar una empresa social de producción textil, en un plazo de no más de 30 días.
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Con el objetivo de contener a jóvenes en situación de riesgo del municipio de Hipólito Yrigoyen, el obispado de Orán y gobierno de Salta acordaron instalar una empresa social de producción textil, en un plazo de no más de 30 días.
En una primera etapa, el emprendimiento se dedicará a la elaboración de indumentaria deportiva y contará con la asistencia de técnicos especializados que acompañarán, a los integrantes de la nueva empresa, en la administración y gerenciamiento.
A su vez se les proveerá de los insumos y bienes de capital necesarios para la puesta en funcionamiento del taller textil.
También se está gestionando, con las autoridades municipales de Hipólito Yrigoyen y la intermediación del obispo Marcelo Colombo, el local donde se desarrollarán las actividades de producción.
En Orán
Por otra parte, en la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán, se acordó instalar un taller de carpintería con la finalidad de introducir a los jóvenes en el mundo del trabajo. La idea es que adquieran los conocimientos de un oficio específico que en un futuro casi inmediato podría convertirse en una herramienta de sustento.
El oficio de la carpintería es ampliamente requerido en una zona maderera por excelencia, como lo es el norte provincial.
Los beneficiarios
El proyecto está destinado a los alumnos que cursan el último año de la Escuela de Educación Técnica Nº 3.134.
Los estudiantes podrán realizar prácticas rentadas mientras finalizan sus estudios. El objetivo de esta temática es estimularlos a mejorar su rendimiento educativo y su calidad de vida. Las dos iniciativas surgieron luego de la visita que realizó el gabinete provincial a Orán, para evaluar la situación social por la que atraviesa el norte salteño, especialmente este departamento. El obispo de la diócesis de Orán expresó que la raíz de la inseguridad que vive la sociedad es la pobreza extrema producida por la riqueza mal distribuida.
“La articulación entre la Iglesia y el Estado resulta una herramienta invalorable en términos de inclusión social. La solución no es solo el trabajo genuino, sino también la formación profesional de los habitantes del norte”, expresó el obispo quien se mostró optimista con el proyecto.