Representantes de las comunidades indígenas argentinas iniciaron hoy una acampada en Buenos Aires, frente a la sede del Ejecutivo, para reclamar por sus derechos y el fin de las agresiones a sus pueblos, tras la muerte en mayo de un miembro de la etnia qom en enfrentamientos con la Policía.
Convocada por la Cumbre Nacional de Pueblos y Organizaciones Indígenas de Argentina y la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), la protesta se extenderá por 24 horas, a la espera de que los manifestantes sean atendidos en su reclamo de ser recibidos en audiencia por la presidenta argentina, Cristina Fernández.
En la ‘vigilia‘ participan una decena de representantes de comunidades aborígenes de distintos puntos del país, con el apoyo de organizaciones humanitarias, como las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora y el Servicio Paz y Justicia (Serpaj), y de agrupaciones políticas de izquierda, como el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST).
‘La idea es seguir insistiendo para que la presidenta acceda a escuchar, de parte de los representantes elegidos por asamblea, las demandas de los quince pueblos originarios de Argentina‘, dijo a Efe Pablo Pimentel, presidente de la APDH.
Los manifestantes reclaman, entre otros puntos, un régimen especial para las tierras indígenas reclamadas y el acceso efectivo a la salud y la educación, además del fin de las agresiones de las que denuncian ser objeto por parte de gobiernos locales y provinciales.
La protesta iniciada hoy en Buenos Aires tiene como antecedente una marcha realizada este miércoles en la norteña provincia de Formosa, donde los indígenas protestaron contra el Gobierno local encabezados por Félix Díaz, líder de la comunidad indígena qom La Primavera y que ha denunciado que su pueblo es blanco de constantes
agresiones.
El episodio más grave se registró el pasado 22 de mayo, cuando un aborigen qom murió en la también norteña provincia de Chaco en el marco de graves enfrentamientos con la policía en una protesta en reclamo de tierras.
Félix Díaz ha denunciado también que su sobrina, Delina Díaz, murió recientemente por falta de atención médica.
En el contexto del traslado de la protesta a Buenos Aires, políticos de oposición cuestionaron hoy al Gobierno de Cristina Fernández por sus políticas hacia los indígenas.
‘La presidenta deja morir a los pueblos originarios‘, afirmó la exdiputada Silvia Vázquez, titular del Partido de la Concertación Social.
La dirigente denunció en un comunicado la existencia de un ‘doble discurso‘ por parte del Gobierno argentino que, a su juicio, por un lado ‘levanta la bandera de los derechos humanos del pasado y, por el otro, abandona los del presente‘ y avala ‘las sistemáticas prácticas de violencia y atropellos constantes sobre las comunidades
aborígenes‘.
‘El Gobierno cae en una absoluta contradicción entre lo que se dice y lo que se hace, porque nunca ha tenido una decisión política de acompañar los reclamos de estos pueblos para evitar las violaciones sistemáticas sobre los mismos‘, aseguró la exdiputada.
En igual línea, el diputado porteño Alejandro Bodart, del Movimiento Socialista de los Trabajadores, afirmó en un comunicado que la presidenta argentina ‘no puede seguir hablando de derechos humanos‘ y apañando agresiones contra los aborígenes.
‘Hay que parar la represión a los originarios y devolverles las tierras‘, sostuvo.
Por su parte, Juan Marino, dirigente de la agrupación política Tendencia Piquetera Revolucionaria (TPR), reclamó al Estado argentino la devolución a los indígenas de las tierras que reclaman, el reconocimiento de ‘sus representantes legítimamente electos‘ y que ‘se termine la sistemática persecución y represión que los
gobiernos locales ejercen contra ellos‘.
El 2,38 por ciento de la población argentina es indígena, una cifra que asciende al 4 por ciento en la provincia de Chaco y al 6,1 por ciento en la de Formosa, según el último censo argentino, de 2010. (EFE)
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Representantes de las comunidades indígenas argentinas iniciaron hoy una acampada en Buenos Aires, frente a la sede del Ejecutivo, para reclamar por sus derechos y el fin de las agresiones a sus pueblos, tras la muerte en mayo de un miembro de la etnia qom en enfrentamientos con la Policía.
Convocada por la Cumbre Nacional de Pueblos y Organizaciones Indígenas de Argentina y la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), la protesta se extenderá por 24 horas, a la espera de que los manifestantes sean atendidos en su reclamo de ser recibidos en audiencia por la presidenta argentina, Cristina Fernández.
En la ‘vigilia‘ participan una decena de representantes de comunidades aborígenes de distintos puntos del país, con el apoyo de organizaciones humanitarias, como las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora y el Servicio Paz y Justicia (Serpaj), y de agrupaciones políticas de izquierda, como el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST).
‘La idea es seguir insistiendo para que la presidenta acceda a escuchar, de parte de los representantes elegidos por asamblea, las demandas de los quince pueblos originarios de Argentina‘, dijo a Efe Pablo Pimentel, presidente de la APDH.
Los manifestantes reclaman, entre otros puntos, un régimen especial para las tierras indígenas reclamadas y el acceso efectivo a la salud y la educación, además del fin de las agresiones de las que denuncian ser objeto por parte de gobiernos locales y provinciales.
La protesta iniciada hoy en Buenos Aires tiene como antecedente una marcha realizada este miércoles en la norteña provincia de Formosa, donde los indígenas protestaron contra el Gobierno local encabezados por Félix Díaz, líder de la comunidad indígena qom La Primavera y que ha denunciado que su pueblo es blanco de constantes
agresiones.
El episodio más grave se registró el pasado 22 de mayo, cuando un aborigen qom murió en la también norteña provincia de Chaco en el marco de graves enfrentamientos con la policía en una protesta en reclamo de tierras.
Félix Díaz ha denunciado también que su sobrina, Delina Díaz, murió recientemente por falta de atención médica.
En el contexto del traslado de la protesta a Buenos Aires, políticos de oposición cuestionaron hoy al Gobierno de Cristina Fernández por sus políticas hacia los indígenas.
‘La presidenta deja morir a los pueblos originarios‘, afirmó la exdiputada Silvia Vázquez, titular del Partido de la Concertación Social.
La dirigente denunció en un comunicado la existencia de un ‘doble discurso‘ por parte del Gobierno argentino que, a su juicio, por un lado ‘levanta la bandera de los derechos humanos del pasado y, por el otro, abandona los del presente‘ y avala ‘las sistemáticas prácticas de violencia y atropellos constantes sobre las comunidades
aborígenes‘.
‘El Gobierno cae en una absoluta contradicción entre lo que se dice y lo que se hace, porque nunca ha tenido una decisión política de acompañar los reclamos de estos pueblos para evitar las violaciones sistemáticas sobre los mismos‘, aseguró la exdiputada.
En igual línea, el diputado porteño Alejandro Bodart, del Movimiento Socialista de los Trabajadores, afirmó en un comunicado que la presidenta argentina ‘no puede seguir hablando de derechos humanos‘ y apañando agresiones contra los aborígenes.
‘Hay que parar la represión a los originarios y devolverles las tierras‘, sostuvo.
Por su parte, Juan Marino, dirigente de la agrupación política Tendencia Piquetera Revolucionaria (TPR), reclamó al Estado argentino la devolución a los indígenas de las tierras que reclaman, el reconocimiento de ‘sus representantes legítimamente electos‘ y que ‘se termine la sistemática persecución y represión que los
gobiernos locales ejercen contra ellos‘.
El 2,38 por ciento de la población argentina es indígena, una cifra que asciende al 4 por ciento en la provincia de Chaco y al 6,1 por ciento en la de Formosa, según el último censo argentino, de 2010. (EFE)