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Giménez y Gallardo estuvieron en una conferencia para Kosiner

Viernes, 07 de junio de 2013 02:30

El exsubjefe de la Policía de la Provincia Simón Alberto Pistán confirmó los dichos de los dos oficiales acusados de narcotráfico de que realizaban escuchas telefónicas para el Gobierno; en tanto, el actual titular de la fuerza, Marcelo Lami, calificó a los acusados de “fantasiosos y fabuladores”. Pistán y Lami declararon ayer como testigos en la reanudación del juicio que se ventila en el Tribunal Oral Federal de Salta y que tiene como imputados a los exonerados subcomisario Gabriel Giménez y exoficial principal Carlos Gallardo, quienes fueron acusados de transportar un cargamento de 52 kilos de cocaína. Al momento de los hechos, ocurridos el 25 de mayo de 2011, ambos se desempeñaban como titulares de la División Inteligencia y de la Unidad Frontera Norte, respectivamente. También están procesados dos hermanos de Giménez, Luis Fernando y Carlos Javier, como partícipes secundarios.

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El exsubjefe de la Policía de la Provincia Simón Alberto Pistán confirmó los dichos de los dos oficiales acusados de narcotráfico de que realizaban escuchas telefónicas para el Gobierno; en tanto, el actual titular de la fuerza, Marcelo Lami, calificó a los acusados de “fantasiosos y fabuladores”. Pistán y Lami declararon ayer como testigos en la reanudación del juicio que se ventila en el Tribunal Oral Federal de Salta y que tiene como imputados a los exonerados subcomisario Gabriel Giménez y exoficial principal Carlos Gallardo, quienes fueron acusados de transportar un cargamento de 52 kilos de cocaína. Al momento de los hechos, ocurridos el 25 de mayo de 2011, ambos se desempeñaban como titulares de la División Inteligencia y de la Unidad Frontera Norte, respectivamente. También están procesados dos hermanos de Giménez, Luis Fernando y Carlos Javier, como partícipes secundarios.

En sus descargos, Gallardo y Giménez manifestaron que les “plantaron” la droga, al tiempo que denunciaron la desaparición de más de 800 mil pesos que transportaban a Buenos Aires cuando una patrulla de la Policía Ambiental los interceptó en la ruta provincial 8, cerca de General Gemes. Responsabilizaron de esta situación al exsecretario de Seguridad Aldo Rogelio Saravia, a quien acusaron de haber puesto en marcha un red de espionaje contra políticos opositores al gobernador Urtubey y a periodistas locales. Los expolicías reconocieron que por directivas gubernamentales ellos realizaron tareas de espionaje y pinchaduras de teléfonos, tal como lo probaron a través de un video donde aparecen junto al exdiputado Alfredo Petrón y a Elio Del Frari, asesor del gobernador.

“Teníamos conocimiento de que Giménez y Gallardo realizaban escuchas, hasta que en una oportunidad me invitaron a una charla en el Ministerio de Gobierno (en esa oportunidad a cargo del hoy diputado nacional Pablo Kosiner) y allí estaban ellos disertando sobre este tema”, contó Pistán. Ante una pregunta del fiscal Ricardo Toranzos, el testigo manifestó que “a mí me molestó mucho que estuvieran allí hablando de un tema que no tenía nada que ver con la función que cumplían en ese momento dentro de la institución”. Marcelo Arancibia, defensor de los hermanos de Giménez, sostuvo que “los dichos por el comisario Pistán confirman lo que manifesté desde un primer momento, acerca de que Gallardo y Gíménez fueron utilizados para realizar espionaje político”. Pistán dijo que él dirigió personalmente el operativo que concluyó con el hallazgo del cargamento de droga que habría arrojado Gallardo cuando éste escapaba de la persecución policial. En ese sentido negó que de los procedimientos haya participado el exsecretario Saravia.

Fantasiosos y fabuladores

Marcelo Lami, el jefe de la Policía de la Provincia, sostuvo que dentro de la institución los imputados Giménez y Gallardo estaban considerados como “fantasiosos y fabuladores”. Dijo que les gustaba agrandar las cosas y que hasta a la mínima investigación le daban una dimensión que no tenía. “Cuando llegamos al lugar de los hechos, todo indicaba que podría haber droga y esto se confirmó con el hallazgo de las dos mochilas con cocaína”. Contó que cuando la patrulla ambiental dio alcance a Gallardo, quien intentó escapar en su Fiat Uno, se escudó diciendo que no tenía nada, que estaba limpio. “Esto en la jerga policial es indicativo de que había droga de por medio”, refirió. A su juicio, todo indica que Gallardo arrojó la carga a un costado de la ruta 8, donde al día siguiente fue detectada por un tractorista. “La fuga del subcomisario también nos indicó lo mismo”, señaló Lami, refiriéndose a Giménez, quien fue capturado en Bolivia. El comisario Walter Marcelo Alvarez declaró que cuando habló con Gallardo, éste le manifestó que no tenía nada que ver con el tráfico de droga. “Yo no hice nada, le estaba ayudando a Gaby”, le expresó. Por su parte, el sargento Germán Burgos explicó que él participó del allanamiento de la vivienda de Gallardo, donde hallaron droga. “Encontramos envoltorios con cocaína y marihuana, además bolsas, cinta de embalar y dinero”, relató.

Conste en acta

El comisario Pistán confirmó que heredó la casa de Giménez luego de que el Instituto de la Vivienda le cancelara la adjudicación por considerar que al estar vinculado con el narcotráfico no era merecedor del plan.

Un dato curioso aportó el defensor Agüero Molina. Dijo que Pistán fue beneficiado con esa vivienda por pedido del exsecretario de Seguridad Aldo Saravia. “Me la dieron porque hacía más de veinte años que estaba anotado”, argumentó.

Marcelo Lami advirtió que de parte de los dos imputados hubo un manifiesto intento de fuga. “Los policías no huyen y Gallardo fue apresado tras una persecución de más de veinte kilómetros”, afirmó el jefe de Policía.

"Usted es policía y sabe de qué se trata”, le replicó Lami al defensor de Giménez, el comisario (r) Juan Carlos Colque, cuando éste intentó cuestionarle la hipótesis de que el accionar de los imputados tenía olor a droga.

El argumento de los acusados es que ellos fueron contratados por el narco colombiano José Iraola Silverman para transportar a Buenos Aires 876.000 pesos. Giménez dijo que el dinero quedó en su auto cuando escapó con Iraola.

La mayoría de los testigos afirmó que el auto Croos Fox en el que se conducía Giménez apareció con sus puertas cerradas. Sin embargo, ayer Pistán aseguró que la puerta del lado del acompañante estaba abierta.

 

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