Los asambleístas de Gualeguaychú no se dan por vencidos. Integrantes del movimiento entrerriano anunciaron ayer que intentarán llegar al papa Francisco con su reclamo contra la planta de celulosa UPM (ex Botnia), cuya instalación -autorizada por Uruguay- generó un conflicto con los pobladores de Entre Ríos, quienes temen que la contaminación afecte su salud.
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Los asambleístas de Gualeguaychú no se dan por vencidos. Integrantes del movimiento entrerriano anunciaron ayer que intentarán llegar al papa Francisco con su reclamo contra la planta de celulosa UPM (ex Botnia), cuya instalación -autorizada por Uruguay- generó un conflicto con los pobladores de Entre Ríos, quienes temen que la contaminación afecte su salud.
Así lo adelantó Martín Alazard, dirigente de la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú, quien ayer dijo que “es desigual la lucha ante los poderosos, así que ya estamos haciendo los primeros contactos para llegar al papa Francisco, porque sabemos de su sensibilidad ante estos temas”.
Alazard anticipó que le harán llegar al Papa un pedido de relocalización de la planta industrial de la empresa finlandesa Botnia-UPM, que funciona desde 2007 en la localidad uruguaya de Fray Bentos.
Como primera medida, Alazard dijo que prepararon una carta que un grupo de dirigentes católicos de Gualeguaychú le llevará al Pontífice. También le pedirán acompañamiento al obispo de la localidad, monseñor Jorge Lozano, quien estuvo varios años junto a Jorge Bergoglio en Buenos Aires.
Alazard recordó que “monseñor Lozano comprenderá nuestra situación porque siempre nos acompañó. Vamos a interceder ante los organismos para que esto se pare”, añadió.
Por otra parte, la Municipalidad de Gualeguaychú anunció que ante un accidente ocurrido días pasados en la planta de Botnia-UPM, hará un pedido de informes a la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU), el organismo binacional que coordina el monitoreo que se realiza en la pastera ubicada en la ciudad uruguaya de Fray Bentos, sobre el compartido río Uruguay.
Desde allí, la ambientalista Delia Villalba manifestó que “el informe que ha hecho el encargado de Medio Ambiente de Botnia-UPM es que ha habido un corte de energía, no se sabe por qué razón y que eso detuvo las máquinas y provocó una explosión y abundante vapor de agua”.
“Para ellos es muy natural, pero nosotros hemos soportado estos días un olor espantoso. En Fray Bentos se habló de una explosión de gases tóxicos, pero la empresa dice que fue vapor de agua. Ellos nunca cuentan lo que realmente pasa”, añadió.