Histórica por donde se la mire. Es el primer viaje al exterior desde que fue ungido Papa en marzo, a Brasil, y siendo argentino y jesuita. En Río de Janeiro, la ciudad donde se celebrará la Jornada Mundial de la Juventud, esperan a unos dos millones de jóvenes de todo el planeta, entre ellos 40.000 argentinos, la que será por lejos la delegación más numerosa.
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Histórica por donde se la mire. Es el primer viaje al exterior desde que fue ungido Papa en marzo, a Brasil, y siendo argentino y jesuita. En Río de Janeiro, la ciudad donde se celebrará la Jornada Mundial de la Juventud, esperan a unos dos millones de jóvenes de todo el planeta, entre ellos 40.000 argentinos, la que será por lejos la delegación más numerosa.
Si bien Francisco llegará a Brasil semanas después de las masivas protestas que estallaron el mes pasado, en contra de la corrupción y los millonarios gastos para el Mundial 2014 y por mejores servicios públicos, la Iglesia local declaró que no teme que haya más manifestaciones durante su visita, que arrancará el lunes 22 y concluirá el domingo 28.
Su agitada agenda incluye encuentros con la clase dirigente y la presidenta de Brasil, Dilma Rouseff; visitas a jóvenes presos y en recuperación de las drogas; un recorrido por una favela; confesiones a un grupo de chicos y una visita a Aparecida.
En este santuario, en 2007 se realizó la última reunión de la Celam y Bergoglio fue el presidente de la comisión redactora del documento final, el mismo que ahora, como Papa, le regala a los presidentes latinoamericanos que lo visitan.
Pero los momentos más fuertes serán los encuentros masivos y al aire libre a lo largo de la playa de Copacabana para el recibimiento del jueves 25, la celebración del Vía Crucis el viernes 26 y en un campo en Guaratiba para la vigilia del sábado y la misa de envío del domingo. En el encuentro habrá 5.600 periodistas de 2.500 medios del mundo y El Tribuno tendrá una enviada especial.
Bajo el lema “Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos”, los jóvenes participarán de encuentros de catequesis en 273 lugares de toda la ciudad, que impartirán obispos en 20 lenguas.
El “kit del peregrino”
Los participantes se alojarán en casas de familia, escuelas, polideportivos, instituciones militares y religiosas; y recibirán un “kit del peregrino”, que contendrá una tarjeta de alimentación para canjear por comida en restaurantes, así como un manual con las actividades previstas.
Los jóvenes tendrán, además, múltiples opciones culturales para disfrutar en los distintos barrios de Río, como -por ejemplo- una exposición sin precedentes en América Latina con obras de arte procedentes de los Museos Vaticanos y de algunos italianos, que incluirá 100 obras originales de Miguel Angel, Caravaggio, Leonardo da Vinci y otros, en el Museo Nacional de Bellas Artes.
Un predio de 200 mil metros cuadrados en el Centro de Exposiciones de Río, en Barra de Tijuca, albergará la “Ciudad de la fe”, un proyecto de los obispos brasileños, que presentará una “expocatólica”, con actividades musicales, culturales y pastorales, así como un festival de turismo religioso. En la Quinta da Boa Vista habrá 50 confesionarios, escenarios y una carpa gigante en la que se adorará al Santísimo.
Operativo policial
Con la consigna de mantener la seguridad durante la visita del Papa, la Policía de Río de Janeiro arrestó ayer a 18 personas por integrar la organización que controla el tráfico de drogas en la Rocinha, la mayor favela de la ciudad. Las detenciones fueron realizadas en una operación de agentes de la Policía Militarizada y de la Policía Civil y que se proponía la captura de 58 personas contra las que fueron expedidas órdenes de prisión por supuestos vínculos con el narcotráfico. Esta política ha reducido significativamente los índices de violencia y criminalidad de Río de Janeiro y es considerada modelo por otros países.