Miles y miles de jóvenes de toda América Latina le dieron ayer en Río de Janeiro una calurosa bienvenida al papa Francisco al continente del que es oriundo.
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Miles y miles de jóvenes de toda América Latina le dieron ayer en Río de Janeiro una calurosa bienvenida al papa Francisco al continente del que es oriundo.
Los peregrinos se concentraron en el centro de la ciudad para recibir al Pontífice, que añadió a su agenda un paseo en papamóvil no previsto antes de la ceremonia oficial en el Palacio de Guanabara. Un mar de brazos extendidos que buscaban tocarlo, gritos y banderas de decenas de países, fueron las muestras de afecto que recibió el Sumo Pontífice en suelo carioca.
El mayor grupo de extranjeros en las calles de Río era el de Argentina, y la mayoría estaban vestidos con camisetas y blandían banderas albicelestes en las que se podía leer “el Papa es argentino”.
Nicolás Lucero, argentino, aseguró que se sentía muy emocionado por la oportunidad única de ver de cerca a Bergoglio ya investido como Pontífice. “El papa Francisco se ha sacado la camiseta de Argentina y tiene la de todo el mundo”, aseguró Lucero.