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18 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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Ni la Tupac ni el Gobierno ceden al pedido de viviendas

Martes, 23 de julio de 2013 23:57

Los tupamaros de Salta no quieren pasar desadvertidos luego de varios años de existencia. Quieren que sus reclamos sean oídos y que en virtud de ello se puedan canalizar sus demandas. No son nuevos en la provincia, y quieren remarcar eso en cada acción que emprenden. Ahora, el reclamo se concentra en la solicitud de viviendas. Un pedido que lleva varios años de atraso.

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Los tupamaros de Salta no quieren pasar desadvertidos luego de varios años de existencia. Quieren que sus reclamos sean oídos y que en virtud de ello se puedan canalizar sus demandas. No son nuevos en la provincia, y quieren remarcar eso en cada acción que emprenden. Ahora, el reclamo se concentra en la solicitud de viviendas. Un pedido que lleva varios años de atraso.

Desde el año 2008, le solicitan al gobernador Juan Manuel Urtubey que colabore con la construcción de 100 viviendas en los lotes que la agrupación obtuvo en Cerrillos, durante la gestión anterior. “Le pedimos muchas veces al gobernador que el Instituto Provincial de la Vivienda firme un acuerdo con nuestra cooperativa y el municipio de Cerrillos, con el fin de que podamos construir nuestras casas”, explicó Valeria Guardo, una de las delegadas de la agrupación Tupac Amaru en Salta. Carlos, su hermano, es el principal referente.

Manifiesta enojo con el Ejecutivo provincial por las demoras para la realización de las viviendas. “No queremos que nos regalen casas. Queremos que a través del Plan de Emergencia Habitacional, el IPV, que es el único autorizado, firme un convenio con nosotros y arranquemos”, expresó Guardo. Añadió que “el IPV tendría de esa manera que mandar sus técnicos para que aprueben la obra y luego realizar los desembolsos correspondientes”.

La realidad muestra que hoy los tupamaros viven en viviendas precarias. En el fondo del barrio Las Tunas en Cerrillos, formaron un asentamiento. Allí, cuentan con una fábrica textil donde elaboran prendas escolares y de trabajo por encargo.

No hay viviendas sociales. Cada uno construyó su casa con los elementos que tenía. La mayoría, son de madera vieja. “Entre nosotros fuimos construyendo nuestras casas. Acá nos ayudamos unos a otros, porque estamos en la misma”, explicó un militante de la agrupación.

Tienen su propio barrio y buscan diseñarlo a su medida. Proyectan la construcción de una fábrica metalúrgica. Los comedores y los merenderos que tienen también se ubican allí, en Las Tunas.

“Acá le damos la copa de leche y comen más de 400 niños. No nos alcanza siempre, por eso no vienen todos los días”, expresó la delegada, Valeria.

Apoyo escolar, talleres sobre violencia de género, y cursos de carpintería, se dictan en la agrupación.

Entre los tupamaros, son pocos los que tienen trabajo. La mayoría se encuentra desempleada. Reclaman por la imposibilidad de conseguir empleos que les garanticen condiciones de vida digna y critican la ausencia del Estado por no garantizar esas posibilidades.

Cómo los ven y que piensan

Los tupamaros insisten en que la mirada que la sociedad tiene sobre ellos no es la correcta. “No somos violentos ni tampoco queremos ser un Estado paralelo como la mayoría cree. La gente con plata nos juzga por todas las cosas que logramos hacer sin ayuda del Estado”, explicó Carlos, mientras recorría el barrio Las Tunas para mostrar las instalaciones y los objetivos que pretenden alcanzar en el lugar.

Marcan un distanciamiento del Gobierno local, pues critican la falta de políticas para combatir la pobreza. “Nosotros si existimos, es porque el Estado tiene profundas fallas. Nosotros somos partes del él, y sentimos pertenencia”, manifiesta una mujer tupamaro mientras cocina pan.

La mirada crítica sobre ésta agrupación recae en la mediatización de las presiones que la Tupac Amaru ejerció sobre los gobiernos de distintas provincias. Los cuestionamientos sobre la transparencia de los fondos que recibieron de Nación, es otra crítica que el periodismo expuso.

Los tupamaros salteños dijeron rechazar la violencia y su resaltaron su lucha contra la pobreza.

“No somos nuevos”

Los tupamaros salteños manifiestan que desde comienzos del año 2000 es que se comenzaron a organizar.

“La gente cree que somos nuevos”, señaló un militante mientras explicaba ayer a El Tribuno cuando es que comenzaron a existir.

Lo cierto es que su existencia se dio a conocer hace pocas semanas luego de que trascendiera que un grupo de ellos acudieron a la Municipalidad y solicitaron bolsones y la ampliación de la copa de leche. Ivette Dousett, secretaria de Acción Social les expresó que ello no era factible en el plazo inmediato.

Admiten que utilizan las marchas como señal de protesta cuando previamente se agotan los canales de diálogo con el Ejecutivo.

Las cifras

1.000 personas militan en la agrupación Tupac Amaru en toda la Provincia de Salta.

100 lotes son los que tienen en Las Tunas, Cerrillos. No todos están escriturados y reclaman que se construyan casas allí.

 

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