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Conmovida por el Papa, Río espera a 2 millones de jóvenes

Miércoles, 24 de julio de 2013 21:51

Dos millones de participantes. Esa cifra es la que espera superar la Jornada Mundial de la Juventud - Río 2013, que quedó inaugurada ayer con una multitudinaria misa en la playa de Copacabana.

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Dos millones de participantes. Esa cifra es la que espera superar la Jornada Mundial de la Juventud - Río 2013, que quedó inaugurada ayer con una multitudinaria misa en la playa de Copacabana.

Durante la conferencia de prensa “Números de la JMJ: voluntarios, hospedajes e inscripciones”, realizada al mediodía de ayer en el Forte de Copacabana, fueron evidentes las distintas perspectivas sobre el evento entre los comunicadores pastorales, el presbítero Ramón Nascimento, director del área Voluntarios; la hermana Graça Maria, directora de Hospedaje, y la hermana Shaiane Machado, directora de Inscripciones, y los periodistas. Esa apariencia también disfrazó inconvenientes en el cruce de datos entre las instituciones organizadoras de la JMJ 2013.

“Sé que quieren saber de números, pero el Señor quiere saber de personas”, advirtió la hermana Graça Maria para bajar las expectativas de obtener informaciones concluyentes.
En consonancia con ella, el presbítero Nascimento definió: “Si nos ponemos a mirar solo los números vamos a perder de vista cuál es la influencia de la Jornada”.

Las cifras se actualizan a cada momento porque no finalizaron las inscripciones y los peregrinos continúan llegando tanto en misión pastoral como en forma particular. Además, no todos precisan de la infraestructura que se montó para ellos y que incluye transporte, vales para dos comidas y hospedaje.

Los peregrinos anotados hasta el momento son 350 mil y provienen de 175 países. El ranking lo encabeza el país anfitrión, con 215.335; le siguen Argentina, con 22.965; Estados Unidos, 10.725; China, 9.152; Italia, 7.706; Venezuela, 6.153; Francia, 5.490; Perú, 4.664; Paraguay, 4.649 y México, 4.446.
Argentina ya era el país con mayor número de peregrinos antes del nombramiento del arzobispo Jorge Bergoglio como Sumo Pontífice.

Siendo una convocatoria eminentemente juvenil, el 60% del público inscripto tiene entre 19 a 34 años, y el 10% más de 45 años. El 56% es de sexo femenino y el 44%, masculino. Los inscriptos con pedido de hospedaje son 166 mil y las camas disponibles para alojarlos en casas de familia 127.000 y 227.747 en instituciones.
Hay 60 mil voluntarios y 264 puntos para recibir catequesis, que se está impartiendo en 25 idiomas. Los cinco primeros: portugués, español, inglés, italiano, francés y alemán.

“Estamos correspondiendo con la altura y más”, aseguró la hermana Machado. Sin embargo, los voluntarios debieron hacer cadenas de ayuda para contener a grupos que venían sin ningún tipo de orientación a buscar, a último momento, lugares para pernoctar, porque hubo cambios en la administración de parroquias y conventos desde el inicio de la programación hace un año.

También las distancias entre las locaciones donde se desarrolla la agenda papal fueron subestimadas. Los inconvenientes surgen porque muchos peregrinan sin agenda previa y una vez en Río quieren oficializar su inscripción, que en este momento se realiza en el sambódromo.

El interrogante sobre si la JMJ Brasil 2013 superará en número de fieles a Madrid 2011, con 2 millones de personas, quedó abierto. Y es difícil pronosticar números porque el comportamiento de las Jornadas no parece haber estado determinado ni por la facilidad en el ingreso ni por los atractivos turísticos o perfil del país sede. Tampoco por la aceptación o la adhesión a la figura papal.

La mayor jornada hasta hoy por el número de participantes, cerca de cuatro millones, se realizó en Manila, (Filipinas), en 1995. La que se efectuó en el año del Jubileo de la Juventud Católica, en el 2000, en Roma (Italia), reunió casi tres millones de jóvenes. Toronto 2002 constituyó la última oportunidad para que los fieles se aproximaran y rezaran con Juan Pablo II. En 2005 Benedicto XVI fue por primera vez a su encuentro con los jóvenes en su tierra natal, Alemania, que albergó a un millón de peregrinos.

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