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18 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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Frío, llovizna y banderas

Jueves, 25 de julio de 2013 12:16

En la playa de Copacabana, una gran cruz dominaba el escenario principal, inspirado en las montañas de Río. Las delegaciones eran distinguibles tanto por las banderas que portaban en estandartes como por las que vestían. Apurados por el frío y la llovizna constante (la temperatura promedio fue de 18 grados), los peregrinos fueron abrazados por los colores de sus insignias.

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En la playa de Copacabana, una gran cruz dominaba el escenario principal, inspirado en las montañas de Río. Las delegaciones eran distinguibles tanto por las banderas que portaban en estandartes como por las que vestían. Apurados por el frío y la llovizna constante (la temperatura promedio fue de 18 grados), los peregrinos fueron abrazados por los colores de sus insignias.

Sin embargo, una vez iniciada la música, todos se transformaron en la juventud del Papa. “­Papa Francisco, junto con Cristo! ­Esta es la juventud, Papa!”, proclamaban en varios idiomas. Desde los balcones, habitantes de Copacabana vieron la transmisión en alguna de las pantallas gigantes instaladas en la costa de la playa.

Los jóvenes habían comenzado a llegar desde la mañana. Puntualmente, a las 15, se iniciaron las actuaciones de artistas de música cristiana nacionales e internacionales, tales como la Banda Missionário Shalom, los cantantes Suely Fa‡anha, Davidson Silva, Cristiano Pinheiro, Ana Gabriela, Alfareros, Rodrigo Ferreira (MissÆo Louvor e Glória), Migueli, Rex Band y la Orquesta Sinfónica de Barra Mansa. Oraciones como el Ave María y el Padre Nuestro fueron rezadas en varios idiomas.

Durante toda la jornada, se pudo escuchar entre los presentes la expectativa porque el Papa diera nuevas muestras de su espontaneidad y se presentara en la playa de Copacabana. “¿Será que va a llegar de sorpresa?”, se preguntaban.

Nadie reparó en que las condiciones climáticas imposibilitarían el cumplimiento de tal encuentro.

La llegada de la Cruz Peregrina y del Icono de Nuestra Señora, símbolos de la JMJ, marcaron el inicio del momento de oración, que culminó con la celebración eucarística, presidida por el arzobispo de Río de Janeiro, monseñor Orani JoÆo Tempesta. La misa de apertura de la Jornada Mundial de la Juventud fue una invitación a los jóvenes a entregar su vida a Cristo y ser protagonistas de un mundo nuevo. El arzobispo pidió durante la homilía que “se comprometan con un nuevo mundo, contagien a todos su alegría y sean protagonistas como centinelas del mañana de un nuevo amanecer de esperanza. Vamos a construir muros en vez de puentes”.

Pasadas las 22, cuando los concurrentes comenzaron a dispersarse por la lluvia, el presidente de Correos, Wagner Pinheiro de Oliveira, presentó la estampilla conmemorativa de la visita del papa Francisco a Brasil y entregó un álbum con la estampilla al secretario de Estado del Vaticano, cardenal Tarcisio Bertone.

En diálogo con El Tribuno, Diego Fernández, encargado de la producción del evento, estimó el número de asistentes en un millón de personas, aunque la Policía Militar calculó una cifra mucho menor: 500.000. Luego anticipó la presentación de la canción “Francisco”, durante la vigilia de oración con los jóvenes el próximo sábado, en el Campus Fidei, de Guaratiba, a la que calificó como “el mayor testimonio del mundo de las JMJ Río 2013”.

Problemas de transporte

Con la apertura de las JMJ en la playa de Copacabana, con un público asistente mucho menor que el que se espera en el Vía Crucis en ese lugar o la Vigilia de Oración en Guaratiba, a los que el Papa sí asistirá, se confirmó la preocupación de que el sistema de transporte de Río de Janeiro no está preparado para el ingreso y egreso de multitudes en los horarios que se inician o finalizan los populosos eventos.

Muchos desistieron de participar de la apertura de las JMJ en Copacabana. La rotura de un cable de energía a la altura de Uruguaiana llevó a la interrupción del servicio de la estación Arco Verde, y produjo un caos de pasajeros en las líneas 1 y 2.

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