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18 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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Teo recordó su polémica salida de Racing: "Ahora mi juguete será la pelota, no un arma"

Martes, 30 de julio de 2013 15:23

"Ahora mi juguete, el que voy a llevar siempre, no es un revólver sino un balón, una pelota, para disfrutar y ser alegre", fue la declaración con la que Teófilo Gutiérrez buscó conquistar al hincha de River pero con la cual, finalmente, confesó que empuñó un arma en el vestuario de Racing, aquella escandalosa tarde de abril de 2012 tras un clásico con Independiente.

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"Ahora mi juguete, el que voy a llevar siempre, no es un revólver sino un balón, una pelota, para disfrutar y ser alegre", fue la declaración con la que Teófilo Gutiérrez buscó conquistar al hincha de River pero con la cual, finalmente, confesó que empuñó un arma en el vestuario de Racing, aquella escandalosa tarde de abril de 2012 tras un clásico con Independiente.

Desde que el colombiano se transformó en prioridad en la lista de refuerzos de Ramón Díaz, mucho se habló de los escándalos de los que fue protagonista y la pregunta, aún vigente, se impuso: Teo, ¿problema o solución? 

Pese al debate, el delantero asegura: "Quiero demostrar que maduré y responderle a la gente que me quiere y me llena de consejos y de afecto. Mis amigos y mi familia me han ayudado a madurar y a darle un valor especial a mi carrera. Y a disfrutar en una cancha".

En declaraciones al diario Olé, "Teo" asegura estar "arrepentido" de haber sacado un arma en un vestuario y reconoce: "Por ahí se vio una imagen mía que no fue la mejor, pero de todo se aprende", y agregó: "Siempre hice las cosas de la mejor manera, nunca le quise hacer daño a nadie".

Dice que, apenas pueda, le pedirá disculpas a Sebastián Saja, el arquero de Racing con quien se tomó a golpes de puño, que "tomaría un café" con él y que "le agradecería por todo, porque me dejó una enseñanza".

Los hinchas le piden fotos, lo abrazan, dice que lo hacen sentir "una estrella"  a la vez que intenta mantener la calma, aprender de lo vivido: "Recapacité y tengo la madurez que un jugador necesita para estar en la cancha y manejarse afuera".

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