¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

18 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

El enigmático jefe comunal de Salvador Mazza

Domingo, 18 de agosto de 2013 03:44

Tras el escándalo nacional y lejos de algunos abordajes risueños que se le pretendían dar al caso, la detención del intendente de Salvador Mazza, Carlos Villalba dentro de un prostíbulo, merece un análisis en profundidad, tanto por la sospecha de la comisión de un grave delito -el de la trata de personas- como por el accionar político que el jefe comunal viene desarrollando en la fronteriza ciudad.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Tras el escándalo nacional y lejos de algunos abordajes risueños que se le pretendían dar al caso, la detención del intendente de Salvador Mazza, Carlos Villalba dentro de un prostíbulo, merece un análisis en profundidad, tanto por la sospecha de la comisión de un grave delito -el de la trata de personas- como por el accionar político que el jefe comunal viene desarrollando en la fronteriza ciudad.

Está claro que un intendente dentro de un prostíbulo puede no significar mucho para aquellos que prefieren alejarse del escándalo, pese al amparo político que le brindan desde hace tiempo, pero es evidente que a esta altura de los acontecimientos, la opinión pública vincula directamente a Villalba con la situación de desamparo que se vive en esa ciudad. Tampoco se desconoce que existe una evidente protección política que lo permite.

Los crímenes, el contrabando, las denuncias sobre desmanejos en las cuentas públicas, las protestas continuas de los trabajadores estatales, se complementan con una ausencia reiterada de quien debería liderar la administración de un Estado. No son pocos los vecinos que aseguran que Villalba pasa más tiempo en la ciudad de Salta o en Capital Federal, que en el propio municipio y los reclamos se incrementan al punto que a nadie le sorprende que la respuesta no llegue y que al intendente nunca se lo encuentre. Es más; ayer mismo no estaba en el pueblo. Nadie lo vio ni a él, ni a su camioneta.

Para reforzar esta percepción solo hace falta preguntarse qué estaba haciendo Villalba en Salta Capital el jueves a la madrugada, cuando fue detenido por la Policía Federal dentro de un burdel. Además de la obviedad y el chiste fácil, la respuesta es inequívoca: no estaba en su pueblo y al parecer tampoco tenía intenciones de volver.

Ayer hubo fuertes versiones de que Villalba había pedido licencia, pero nada de esto pudo ser confirmado. La ausencia reiterada y el desmanejo en el municipio, ya produjeron acostumbramiento a niveles increíbles.

Pero nadie puede negar que la falta de acción política en un lugar clave del delito, ya empezó a tender un manto de sospechas.

Una nota publicada por este medio hace unos meses, reveló un informe de la ONU.

“El lugar señalado como la puerta de entrada de la mayoría de la cocaína a la Argentina es la localidad salteña de Salvador Mazza, a 400 kilómetros de Salta capital, al final de la Ruta Nacional 34. Salvador Mazza es sinónimo de narcotráfico para los salteños. Los últimos años esa frontera se llenó de muerte, drogas y sicarios. Un cambio radical en la conducta delictiva se produjo el año pasado. En territorio argentino, fueron siete asesinatos en 2012, y del otro lado fueron nueve en los últimos tres meses, según las fuerzas del vecino país”, señaló el informe.

El año pasado, este medio advirtió que cincuenta colombianos entran todos los días a la provincia por Salvador Mazza. La AFIP anunció en julio de este año que una red internacional de trabajo ilegal fue desbaratada. En el operativo se detuvo a 27 ciudadanos colombianos y se rescató a 231 personas que estaban en condiciones de trabajo esclavo. La trata de personas y el narcotráfico ponen su sello, en un lugar donde la ausencia política es demasiado evidente. Cualquier parecido con la realidad no es pura coincidencia

 

Temas de la nota

PUBLICIDAD