¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

13°
3 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

Pablo Rojo: “El piso de Ganancias tendría que moverse con una inflación verdadera”

Domingo, 25 de agosto de 2013 01:49

El futuro económico poselecciones, blanqueo de capitales, impuesto a las ganancias, salarios y hasta la baja presión fiscal sobre las actividades informales, temas que desvelan a los argentinos, fueron abordados por el economista durante un diálogo con El Tribuno. Aseguró que la tasa de ahorro real es bastante más alta de lo que parece, fundamentalmente por la desconfianza que hay en el sistema.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

El futuro económico poselecciones, blanqueo de capitales, impuesto a las ganancias, salarios y hasta la baja presión fiscal sobre las actividades informales, temas que desvelan a los argentinos, fueron abordados por el economista durante un diálogo con El Tribuno. Aseguró que la tasa de ahorro real es bastante más alta de lo que parece, fundamentalmente por la desconfianza que hay en el sistema.

¿Habrá modificaciones económicas a corto plazo si el Gobierno pierde las elecciones de octubre próximo?

Las opiniones sobre estas cuestiones están francamente divididas. Es probable que el Gobierno nacional resista la necesidad de cambiar su orientación económica, pero es cierto que bajo ciertas circunstancias las alternativas empiezan a desaparecer. Yo creo que si el Gobierno no llega a controlar la inflación y conjugar el atraso del tipo de cambio y mantener niveles razonables de reforma, va estar en una obligación absoluta de modificar su política y eso podría estar ocurriendo en algún momento del año próximo. Pero además, creo que vamos a llegar a 2015 con una situación económica muy complicada. Espero que se produzca en algún momento de los próximos años un cambio en el rumbo económico del Gobierno, como una política algo más realista.

¿El modelo actual ya llegó a su techo?

Sí, claramente. Es un modelo que está absolutamente agotado. Ninguno de los parámetros iniciales del modelo de Néstor Kirchner están en la actualidad vigentes. La Argentina tiene un fuerte déficit fiscal, un tipo de cambio muy atrasado, a punto tal que rige un cepo cambiario que establece habitualmente dos tipos de cambio o con una brecha muy significativa y además está en vías de perder su superávit comercial, como consecuencia del déficit energético, a raíz de su tipo de cambio. No lo ha hecho todavía porque rige un control de las importaciones que va frenando muchos problemas en la economía, de manera tal que todo aquello que constituya un activo de la política económica de los años 2003, 2004 y 2005 hoy está en su situación opuesta.

¿Qué opina del blanqueo de capitales?

Lo que puedo opinar en abstracto, pero en la realidad este blanqueo de capitales tal como lo organizó el Gobierno, con los bajos niveles de credibilidad con que se cuentan en estos momentos, está mostrado resultados pobrísimos. Es cierto que todavía no a terminado el plazo para el blanqueo, pero en realidad las cifras y los montos que se han presentado hasta el momento son irrisorios. Tampoco ha habido muchas consultas en el sistema bancario, o sea que nadie está esperando que este blanqueo resulte significativo. Yo creo que es una mala decisión habilitar de tiempo en tiempo sistemas que en ciertas condiciones permitan que se incorporen a la economía formal dinero que estaba afuera del circuito formal, pero eso requiere condiciones muy claras y tener credibilidad política por parte de la administración que encara ese proceso.

¿Cuántos países de Latinoamérica ejecutaron este sistema de blanqueo de capitales?

En todos los países, inclusive en los países europeos, cada siete o diez años se producen estos procesos. Se toman distintos tipos de medidas tendientes a establecer puentes entre la economía en negro y la economía formal. Realmente en eso no me rasgo las vestiduras por decisiones de ese tipo. Lo que ocurre es que tienen que tener un muy alto consenso y por supuesto tienen que estar encaradas en un contexto de muy alta credibilidad, si no los resultados pueden llegar a ser muy malos y es lo que estamos viendo que se logró hasta ahora en nuestro país.

¿El impuesto a las ganancias tendría que tener un piso y a quién habría que cobrárselo?

El impuesto a las ganancias tendría que tener un piso que vaya moviéndose de acuerdo a la tasa de inflación verdadera de nuestra economía. Si los convenios colectivos de trabajo están ajustándose a razón del 20 o 25 por ciento por año, es lógico que el piso a las ganancias tendría que estar en ese orden. Lo que ocurre es que el Gobierno ha congelado el piso del impuesto a las ganancias hace más de un año y medio, y con estas tasas de inflación tan significativas comienzan a pagar el impuesto a las ganancias categorías de asalariados o los jubilados que francamente tienen un ingreso que apenas le permite vivir.

¿Se necesitan aumentar los salarios o nivelar el sistema económico?

Los salarios están evolucionando en base a los convenios colectivos de trabajo y tienen ajustes periódicos. La economía argentina está en un proceso en el que nos acercamos cada vez más a una situación de indexación generalizada como consecuencia de las altas tasas de inflación. Cuando una de las variables se atrasa, como por ejemplo el piso de las ganancias, produce de inmediato variadas distorsiones, que es lo que estamos viendo ahora.

¿Y puede haber capacidad de ahorro?

La Argentina es una país donde la tasa de ahorro aparece muy baja, pero la tasa de ahorro real es bastante más alta, fundamentalmente porque por la desconfianza que hay en el sistema, la capacidad de ahorro se vuelca a otros activos externos. Ahí hay un problema muy serio de nuestra economía que demuestra la persistente incapacidad para girar ahorros que puedan ser dedicados a la inversión productiva de nuestro país, muy ligados a la inestabilidad, a la alta inflación de nuestra economía, que evidentemente provoca esos fenómenos de desconfianza y en la fuga de nuestra propia moneda.

¿O sea, en qué se puede invertir?

En este momento los comportamientos que se ven son, por un lado, la inflación, que cada vez es más alta. Muchas familias con ahorros pequeños tratan de proteger el poder adquisitivo de sus ahorros en la compra de bienes durables, básicamente autos 0, autos usados, electrodomésticos. Eso produce una suerte de reactivación de los mercados puntuales, porque frente a las inflaciones crecientes la gente adelanta decisiones, sobre todo para la compra de bienes de consumo durable. No se está dando el mismo fenómeno en el mercado inmobiliario, en el que la pesificación forzosa lleva a una caída vertical de las transacciones.

El sector inmobiliario opera en un refugio habitual para el ahorro de nuestra economía y evidentemente, en los últimos dos años, dejó de hacerlo. Hoy hay una fuerte carencia del instrumento de inversión, la inflación está licuando el valor de la moneda y no hay muchas colocaciones que permitan evitar esa pérdida de valor.

¿Por dónde se deberían endurecer controles fiscales?

Mire, casi la mitad de la economía argentina trabaja en negro. La AFIP ha creado una extraordinaria batería de control, de intimaciones, de ejecuciones contra todos aquellos que trabajan en la economía en blanco y descuida de alguna manera la reducción de la evasión impositiva en el ámbito de la economía en negro, que todavía continúa siendo casi la mitad de la economía, de manera tal que allí hay un desequilibrio muy fuerte.

De allí es que hay un control excesivamente severo de todos aquellos que trabajan en la economía blanca y todavía hay un sector de la economía sumergida, que trabaja en negro, que es realmente un sector importante en donde parece no prevalecer una actitud tan dura de la AFIP, que tiene con todos aquellos que están en la economía en blanco.

Cristina dice que somos un país dolardependiente. ¿Cómo se baja el precio del dólar?

No creo que estemos en una situación en la cual se pueda pensar en una baja del dólar . Yo creo que la Argentina va a ser cada vez menos dependiente del dólar en la medida que vaya exhibiendo cierta estabilidad en el plano monetario. Yo recuerdo que en los años 2003, 2004 y 2005, cuando la tasa de inflación era muchísimo más baja que la actual, no había ningún problema con respecto al dólar.

Los depósitos en dólares eran estables y la idea de presión a la tendencia era el ahorro en pesos, incluso algunos productos en pesos, como los fideicomisos habían adquirido un desarrollo muy importante.

Yo creo que la tendencia que existe hoy en día por el dólar proviene principalmente de la pérdida de la estabilidad económica, la pérdida del equilibrio en las circunstancias actuales, en el déficit fiscal, en la emisión de la moneda descontrolada para financiar déficit y por supuesto que hay una tendencia para refugiarse en el dólar para evitar una pérdida del poder adquisitivo.

¿Nos convendría devaluar?

El mercado ya devaluó. Si le pregunta a una persona cuánto vale el dólar le va a decir que vale 9 pesos y gran parte de los precios de hoy en día están fijados en un dólar de 9 pesos y no en un dólar de 5,60.

¿Es una mentira el dólar a 5,60?

No es una mentira. Para el que exporta y recibe 5,60 por cada dólar que vende no es ninguna mentira. Lo que digo es que la brecha que existe entre el dólar oficial y el dólar paralelo está generando ese fenómeno de profundo atraso en el tipo de cambio. Los costos en la Argentina han ido subiendo más sostenido de lo que lo hizo el dólar oficial y eso está asfixiando a las economías regionales, que es el caso de los productores en Salta y Jujuy.

¿Se puede tocar al dólar y a la competitividad sin tocar a la inflación?

La inflación no es solo el tipo de cambio. Hoy el principal motor de la inflación es la emisión monetaria y el déficit fiscal. Una política sensata consistiría en ajustar el tipo de cambio a niveles que restablezcan la competitividad que ha perdido la economía, que permitan subsistir a mucha economías regionales y por supuesto, fortalecer el sector industrial y paralelamente atenuar los efectos inflacionarios del déficit fiscal.

Es decir que tiene que haber un cambio de la política económica en donde el mix del instrumento que se utiliza sea totalmente distinto, que haya un mayor control de las finanzas públicas y una emisión monetaria espúrea en donde haya un ajuste de cambio realista para el dólar.

¿En que falló la Argentina para ser una gran potencia?

(risas) Se necesitaría más que un reportaje para contestar esa pregunta. Yo creo que han sido repetidos los errores en política económica de hace bastantes años. Yo le diría de los últimos 30, 40 o 50 años, desde la posguerra o del fin de la Segunda Guerra Mundial. La Argentina ha tenido muchas dificultades para sacar provecho de la economía internacional y durante todos esos años se cometieron muchos errores en la política económica, que fueron alejando a nuestro país de otros países, inclusive más pobres que la Argentina, como España, Italia y el sur de Europa, y sobre todo si nos situamos en 1920 o 1930. Pero insisto, necesitaría otro reportaje para responder solamente esta pregunta.

¿Nos afectará mucho la crisis europea?

Más o menos, no mucho. Europa no es una gran cliente comercial de la Argentina y nosotros, junto a Brasil, tenemos un alto nivel de protección arancelaria. Nuestro país depende muchísimo más de cuál es la economía en China y en Brasil, que la situación en Europa, que es un cliente bastante marginal de la economía argentina. Aparecen en el comercio exterior muchas exportaciones que la verdad se trata de venta se soja o de cereales, que en realidad se destinan a otros mercados.

¿Terminará el mundo dependiendo del mercado chino?

Es una dependencia en los dos sentidos. Sin duda hay muchas economías que dependen de la marcha de la economía en China, pero también la marcha de la economía china depende crucialmente de cómo le va al mundo, porque China es una potencia exportadora y el buen desempeño que ha tenido la economía china en los últimos 20 años es que los chinos han logrado colocar sus productos en todos los mercados del mundo, de manera tal que la situación de China con respecto al resto del mundo es de una absoluta hiperdependencia.

 

PUBLICIDAD