La junta médica que realizó una segunda autopsia al cuerpo de Angeles Rawson finalizó en las últimas horas del sábado un informe solicitado por el juez de la causa, y ayer trascendió que los peritos determinaron que la joven habría sufrido un ataque sexual y murió de asfixia.
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La junta médica que realizó una segunda autopsia al cuerpo de Angeles Rawson finalizó en las últimas horas del sábado un informe solicitado por el juez de la causa, y ayer trascendió que los peritos determinaron que la joven habría sufrido un ataque sexual y murió de asfixia.
La junta, que había sido dispuesta por el juez Javier Ríos, finalizó el informe sobre las 82 cuestiones periciales que fueron elaboradas por el magistrado, informó el Centro de Información Judicial.
El equipo profesional se reunió el sábado, de 9 a 18.30, en la sede del Decanato del Cuerpo Médico Forense de la Justicia Nacional. De la junta participaron peritos designados a propuesta de las partes y peritos oficiales especialistas en tanatología, ginecología, traumatología, clínica médica, neumonología, anatomopatología y diagnóstico por imágenes, cuya integración y coordinación había sido encomendada al decano del Cuerpo Médico Forense.
Según trascendió ayer, los peritos de la junta médica que realizaron una segunda autopsia al cuerpo de Angeles Rawson determinaron que el cuerpo tiene heridas anteriores y posteriores a la muerte, presenta heridas defensivas, y que la joven habría sufrido un ataque sexual y murió de asfixia.
Cabe recordar que la requisitoria del magistrado fue impulsada por la querella que representa al padre de Angeles, Franklin Rawson, encabezada por el abogado y exfiscal Pablo Lanusse. Sucede que hay dos hipótesis de cómo mataron a Angeles, y el juez Ríos quiere precisiones antes de continuar con la investigación.
Por un lado, la querella abona la teoría de que Angeles fue estrangulada y sofocada en un intento de abuso sexual concretado por el portero. La defensa de Mangeri, en cambio, niega su responsabilidad y plantea que la joven fue golpeada y arrojada semiinconsciente a un contenedor de basura, y que murió cuando fue aplastada por la máquina compactadora del camión recolector.
Lo que interesa al juez aquí es que si hubo intento de ataque sexual, podría ampliarle la imputación al portero a “homicidio criminis causa”, que es aquel que se comete para ocultar otro delito, en este caso, la violación. Hoy la causa está caratulada como “homicidio agravado con alevosía”.
“Existen elementos que complican al portero”
Según el fiscal Ricardo Sáenz, no hay margen para liberar al portero Mangeri. El representante del Ministerio Público afirmó que existen elementos que complican al encargado; tras culminar la junta médica. “Con todas las pruebas que hay en el expediente contra el acusado Jorge Mangeri no hay margen para dejarlo en libertad”, dijo el fiscal ante la Cámara del Crimen refiriéndose a la complicada situación del portero, el único acusado detenido por el homicidio de Angeles Rawson.
El representante del Ministerio Público remarcó la cantidad de elementos que vinculan el sospechoso con el homicidio de la adolescente, al día siguiente de la declaración indagatoria de Mangeri, en la que manifestó que habían plantado ADN suyo debajo de las uñas de Angeles, y acusó al juez y a sus colaboradores de armar la causa en su contra.
Las acusaciones del portero Jorge Mangeri
Cuando trascendió la primera versión de las supuestas amenazas contra Mangeri, se había dicho que le habían pegado y que las heridas que tenía en su cuerpo eran producto de esa paliza. También se manifestó que el día que lo llevaron a declarar por la fuerza pública lo interceptaron en la vereda cerca de su casa y lo amenazaron. En su declaración del viernes, Mangeri sólo mencionó el incidente del VW Polo y nada dijo de los golpes. Fuentes judiciales aclararon, en tanto, que la decisión del magistrado de ordenar a los responsables del cuerpo médico forense que realicen un nuevo hisopado en las diez uñas de Angeles para buscar más restos de material biológico se concretó el miércoles pasado. Fue una medida dictada de oficio, en medio de un decreto en el que se imputó a un taxista de falso testimonio y no estuvo relacionada con los dichos de Mangeri.