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A los perros hay que corregirlos de cachorros

Domingo, 15 de septiembre de 2013 02:15

¿Qué es exactamente un problema de comportamiento canino? Lo que para un propietario puede ser un problema, para otro puede ser una gracia. A uno le puede resultar agradable que su perro le salte encima mientras que a otro no. Entonces podemos definir como problema de comportamiento cualquier acción que el dueño considere inaceptable y no deseable. El hecho es que una buena parte de la causa de los problemas de disciplina de los perros son creados por los dueños. Así pues, puede desarrollarse un problema como resultado de cierta acción o respuesta que muestre el propietario sin ni siquiera ser consciente del efecto que tiene en el perro.

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¿Qué es exactamente un problema de comportamiento canino? Lo que para un propietario puede ser un problema, para otro puede ser una gracia. A uno le puede resultar agradable que su perro le salte encima mientras que a otro no. Entonces podemos definir como problema de comportamiento cualquier acción que el dueño considere inaceptable y no deseable. El hecho es que una buena parte de la causa de los problemas de disciplina de los perros son creados por los dueños. Así pues, puede desarrollarse un problema como resultado de cierta acción o respuesta que muestre el propietario sin ni siquiera ser consciente del efecto que tiene en el perro.

Por ejemplo, volviendo al tema de saltar encima, puede que en la etapa de cachorro se incentive esa conducta, pues a esa edad y con ese tamaño no resulta molesto, sino más bien gracioso y tierno. Pero ese cachorro crecerá pensando que eso es bueno, que le agrada a su amo, y cuando sea grande repetirá la conducta aunque ya resulte desagradable. La educación del perro debe comenzar desde el primer día que llega a casa. Antes de ese momento el cachorro habrá sido educado por su madre en cómo ser un perro. A la persona le corresponde educarlo para que sea una buena mascota. En este sentido, hay que empezar por ponerle límites, una rutina, indicarle claramente cuál será su lugar en la familia (siempre debe ser el último).

No hay que dejar hacer al cachorro nada que no se quiera que haga de grande. En la etapa de sociabilización, que dura aproximadamente cuatro meses, hay que acostumbrarlo a ver a otras personas, a conocer a otros perros, a viajar en automóvil, a salir a la calle y exponerlo a todo tipo de situaciones y ruidos, para que se acostumbre y de grande no genere problemas ante esas situaciones. Mucha gente tiene la costumbre de no sacar a la calle a su perro, ni de exponerlo a otros animales ni personas hasta que ha cumplido con todas sus vacunas. Esto no es conveniente ya que la reducida exposición a estímulos en este período genera miedos e inseguridades. Incluso, si no se relaciona con otros perros, de grande puede volverse agresivo con ellos.

 

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