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Martín Lousteau: “Argentina perdió mucha competitividad por la inflación”

Domingo, 22 de septiembre de 2013 03:08

Fue ministro de Economía de Cristina Fernández de Kirchner por un poco más de tres meses. Sin embargo, su gestión no pasó desapercibida: fue el mentor del esquema de retenciones móviles que desencadenó un conflicto sin precedentes entre el Gobierno nacional y el campo. Poco tiempo después, en medio de cortes de ruta y fuertes confrontaciones, renunció a su cargo.
Hoy, reconocido como un economista “descontracturado” de la nueva generación, también se mete en el terreno electoral. De hecho, entre los economistas que se presentaron como precandidatos en las PASO de agosto pasado, fue quien mejor quedó posicionado de cara al 27 de octubre.
En diálogo con El Tribuno, Martín Lousteau -quien hace poco tuvo un hijo con la actriz Carla Petersen-, analiza las perspectivas económicas, la gestión del equipo económico del Gobierno y su interpretación política del momento.

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Fue ministro de Economía de Cristina Fernández de Kirchner por un poco más de tres meses. Sin embargo, su gestión no pasó desapercibida: fue el mentor del esquema de retenciones móviles que desencadenó un conflicto sin precedentes entre el Gobierno nacional y el campo. Poco tiempo después, en medio de cortes de ruta y fuertes confrontaciones, renunció a su cargo.
Hoy, reconocido como un economista “descontracturado” de la nueva generación, también se mete en el terreno electoral. De hecho, entre los economistas que se presentaron como precandidatos en las PASO de agosto pasado, fue quien mejor quedó posicionado de cara al 27 de octubre.
En diálogo con El Tribuno, Martín Lousteau -quien hace poco tuvo un hijo con la actriz Carla Petersen-, analiza las perspectivas económicas, la gestión del equipo económico del Gobierno y su interpretación política del momento.


¿Cómo ve el contexto económico nacional y las perspectivas que hay para el año que viene?


Hace ya un tiempo, le diría dos años que los motores de la economía funcionan mucho más lento. Entonces tenemos un crecimiento bastante moderado, casi no se siente en la calle y con un nivel muy alto de inflación. Además se fueron acumulando problemas que ya se viven cotidianamente. Uno es que, producto de la inflación, Argentina perdió mucha competitividad y eso obviamente impacta en las economías regionales y, producto de la pesadez que tiene la economía argentina -le cuesta moverse- se crean muy pocos puestos de trabajo y casi no se genera trabajo formal. Es una situación compleja. No has crecido, te cuesta mucho crecer, te va a seguir costando crecer y tenés inflación.


¿Le parece que el Gobierno viene tomando medidas para contener la inflación?


No. Entiendo que el Gobierno viene haciendo todo lo contrario de combatir la inflación.

¿En qué sentido?

Y, hoy la inflación es producto del mal gasto, de financiar el mal gasto con emisión. Y la verdad, que lo que tenemos año tras año es un mal gasto mayor. Entonces, eso es lo contrario de tener una política antiinflacionaria.

Hoy está en debate el Presupuesto 2014 y está atravesado por las políticas -o no políticas- antiinflacionarias del Gobierno.

Sí. Lo que pasa es que hoy el presupuesto ya ni siquiera sirve como una guía tentativa. Es un presupuesto que tiene un montón de deficiencias con respecto a las cifras que manejan. Un presupuesto que dice que vas a crecer un 6%, cuando una gran cantidad de economistas en el país estamos diciendo que a la economía le cuesta crecer, que el año pasado también costó crecer, y decir que vas a tener 9, 10% de inflación, es un presupuesto que se basa sobre premisas falsas. Es pura ficción. Y es una pena que la principal ley de ordenamiento, año tras año se base en una ficción.

Hay un detalle que llama la atención del Presupuesto 2014 y es que los gastos sociales están por debajo de la inflación y el pago de la deuda externa muy por encima. ¿Eso dice algo?

Primero lo que te dice es que por el apuro de mandar la ley de presupuesto del Gobierno, antes de las elecciones generales de octubre, lo que tiene es que su factura técnica, su calidad es muy mala. Si tomamos al presupuesto como lo que el Gobierno le propone hacer a la sociedad con el Estado, lo que le está diciendo es que va a gastar menos en seguridad, menos en los temas sociales y va a gastar más en pagar la deuda. Y gran parte de esa deuda es porque dice que crece más de lo que en realidad se crece.

Hace unas semanas El Tribuno entrevistó a Héctor Méndez, titular de la UIA, quien señaló que el ministro Hernán Lorenzino no era lo suficientemente fuerte. Como exministro de Economía, ¿cuál es la apreciación que tiene de Lorenzino?


Si uno ve como funciona la economía, la verdad que el equipo económico no está funcionando. Es lo primero que hay que decir. Lo segundo que creo, es que el equipo económico no le está diciendo con suficiente antelación a la Presidenta cuáles son los principales problemas económicos que atraviesan el país. Entonces el diagnóstico es pobre.


En lo expresamente político, ¿por qué surge este espacio político (UNEN) en este contexto?

Primero porque es afín a mis principios, a cómo yo interpreto la sociedad y qué es lo que Argentina tiene que hacer. Y después por el método de UNEN. En primer lugar un método de construir valores, honestidad y respeto a la Constitución. Después se eligió un método de construcción política preguntándole a la gente. No hay líderes, ni dueños del espacio, como ocurre en la mayoría de los partidos políticos en la actualidad. Utilizamos las primarias como corresponde y de ahí organizamos las listas. Todas esas listas la armó la gente.

Como en cualquier otro espacio político hay diferencias. En particular, ¿es importante su distanciamiento con Elisa Carrió?

A UNEN siempre le preguntan por las diferencias. Y yo veo por ejemplo que los dos principales espacios con los que compite UNEN tienen diferencias más grandes, pero están ordenados. Unos por el temor a la Presidenta y otros por el marketing, por el color amarillo, por los videos. Y nosotros hemos debatido las diferencias en público. Entonces me parece que el principal elemento a la hora de tener coincidencias es sobre qué base tenemos que construir. Argentina tiene ciclos de ilusión y desencanto. Siempre buscamos una solución rápida. Y nosotros creemos que para terminar con este patrón, hay que construir sobre bases mejores, más puras. Esa es la primer coincidencia. La segunda coincidencia que tenemos todos lo del espacio es que tenemos que rescatar el Estado. No puede estar ni coptado por mafias, ni coptado por corruptos, ni lobbies, ni intereses ajenos, externos al interés soberano argentino. Todas esas cosas han ocurrido y siguen ocurriendo. La tercera es que nosotros creemos que para cambiar estos ciclos, esta volatilidad de ilusión y desencanto hay que darle poder a la gente. Que sea partícipe de un proceso electoral, y de la conformación de un espacio político más allá de las elecciones.

Porque lo que se necesita es que haya un cambio en el que sepamos que los atajos no nos llevan a ningún lugar. Que las soluciones instantáneas no nos llevan a ningún lugar. Que remplazar una persona por otra, cuando viene una elección, no nos lleva a ningún lugar.

Parece que estamos lejos...

Parece que estamos muy lejos de esos cambios culturales, pero mi generación la vivió. Desde el 30 al 83, la Argentina estuvo atravesada por períodos democráticos limitados.
En el 83 hubo una suerte de convencimiento, un clamor social que en su momento fue encarnado por Raúl Alfonsín. A mí me tocó empezar la secundaria con la recuperación de la democracia. Y la verdad que cuando vino el 2001 nadie de mi generación ni para abajo pensó que esa enorme crisis podía resolverse con un golpe. Y las generaciones anteriores todavía tenían miedo de eso. Fue un cambio estructural.
Ahora, para que Argentina salga de donde está necesita adueñarse de los cambios. Todos tienen que ser participes. Y los cambios comienzan por la vida cotidiana.
Pienso que hay que salir de los atajos, hacer lo que por ahí nos resulta un poquito más difícil, pero a la noche cuando lo hacés te vas a dormir más contento.


Falta mucho para el 2015, ¿pero están pensando en una alternativa que pueda poner un presidente?

A mi parece que nosotros estamos construyendo un espacio político en Capital Federal de cómo se puede sumar más gente en este proceso. Lo que sí creemos es que el método para elegir un candidato a presidente tiene que ser a través de las PASO.
Ojalá el peronismo elija un candidato de esa manera. Sino tiene una suerte de transformismo que no le hace bien al sistema político. Es muy verticalista. Se acomoda todo tras un espacio. Cuando tienen algún problema se parten. Y ese espacio pasa a ser la “oposición nueva”. Me parece que es una forma muy poco edificante de construir un país.
Desde nuestro espacio queremos utilizar para esto las PASO. La gente elegirá si es (Julio) Cobos, (Hermes) Binner, (Elisa) Carrió, (Ernesto) Sanz o quien sea. Y sería bueno que el peronismo, en vez de tener tres vertientes, utilice las PASO para esto.

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