Ricardo Pignanelli, es un adicto al trabajo y pensó que en Salta iba a descansar. Nada más lejos de la realidad y, si bien la mañana comenzó tranquila, terminó la tarde a todo ritmo en una reunión con los trabajadores mecánicos de SMATA, dónde brindó respuesta a todos los temas. El dirigente, es tranquilo, pero cuando acelera, al igual que esos modelos de producción, a los que tanto defiende, puede recorrer los más variados temas en pocos minutos. A partir de aquí, algunas de las frases, que más allá de compartirlas o no, llaman a la reflexión. “Hasta hace unas décadas, el Tío Sam, a instancia del FMI, decía no va más y se llevaban el futuro, no sólo nuestro, sino también el de nuestros hijos”. “Antes decían hay que honrar las deudas y curiosamente son los mismos que hoy critican”, afirmó en otro momento. El máximo dirigente que responde a la CGT oficial de Antonio Caló, consideró que. “Es verdad, hay cosas que faltan realizar, la desocupación es del 8%, pero muchachos, con trabajo se puede discutir paritarias, también es cierto, que el empleo informal llegó al 32%, pero es bueno aclarar que hay dos segmentos, el primero se puede blanquear más trabajadores, pero el otro sería dejar gente en la calle”. También sostuvo que “Es necesario unificar la CGT”. En un extenso reportaje, al final reveló los valores que lo mueven y que quizás lo diferencian del resto: “Prefiero irme con el cariño de la gente y no forrado en plata, porque el camino final es igual para todos”.
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Ricardo Pignanelli, es un adicto al trabajo y pensó que en Salta iba a descansar. Nada más lejos de la realidad y, si bien la mañana comenzó tranquila, terminó la tarde a todo ritmo en una reunión con los trabajadores mecánicos de SMATA, dónde brindó respuesta a todos los temas. El dirigente, es tranquilo, pero cuando acelera, al igual que esos modelos de producción, a los que tanto defiende, puede recorrer los más variados temas en pocos minutos. A partir de aquí, algunas de las frases, que más allá de compartirlas o no, llaman a la reflexión. “Hasta hace unas décadas, el Tío Sam, a instancia del FMI, decía no va más y se llevaban el futuro, no sólo nuestro, sino también el de nuestros hijos”. “Antes decían hay que honrar las deudas y curiosamente son los mismos que hoy critican”, afirmó en otro momento. El máximo dirigente que responde a la CGT oficial de Antonio Caló, consideró que. “Es verdad, hay cosas que faltan realizar, la desocupación es del 8%, pero muchachos, con trabajo se puede discutir paritarias, también es cierto, que el empleo informal llegó al 32%, pero es bueno aclarar que hay dos segmentos, el primero se puede blanquear más trabajadores, pero el otro sería dejar gente en la calle”. También sostuvo que “Es necesario unificar la CGT”. En un extenso reportaje, al final reveló los valores que lo mueven y que quizás lo diferencian del resto: “Prefiero irme con el cariño de la gente y no forrado en plata, porque el camino final es igual para todos”.
Usted estuvo hace poco en Europa ¿Que piensan de la Argentina?
Estuve en Italia, en Japón y en los dos lados me pasó lo mismo. Tuve que arrancar explicando como es la Argentina, porque nos están denostando mucho y creo que tan malo no somos los argentinos. Y ojo no hay que echarle la culpa a los de afuera, nos denostan los de adentro. Si tuvimos la capacidad de levantarnos después de la gran crisis que tuvimos, creo que lo logramos porque fuimos buenas personas. Empujamos todo para el mismo lado y, naturalmente volvimos a la cultura del trabajo que es lo más importante. Ahora, en poco tiempo nos cambiaron el mapa. Nosotros ya no éramos un país industrial. Eramos medio agrícola-ganadero y de servicio y aclaro que nosotros somos bien consciente que la riqueza más grande del país se extrae de la tierra. Somos respetuosos de esa patria agrícola ganadera, pero creo que tienen que pensar los muchachos que defienden la patria agrícola que no podemos tener un país para contener 35 o 40% de argentinos. Necesitamos un país para los 40 millones de argentinos. Por eso tenemos que tener industria. Tenemos que tener tecnología, tenemos que tener ciencia. Tenemos que recuperar todo lo que perdimos y hoy despacio estamos volviendo a tener. Por supuesto que tenemos un montón de problema, pero son problemas que vamos a ir solucionando con educación y trabajo.
Córdoba es el centro de la producción automotriz y hoy tiene problemas. Usted hace poco tuvo palabras duras con el gobernador De la Sota ¿Quedó algo pendiente?
Es verdad. Tenemos el caso de Fiat, que si bien bajó un poco la producción, efectivizó 700 puestos de trabajo, el tema de Iveco que está vendiendo camiones y anda muy bien. Y Renault que no encuentra su nuevo modelo. Ese es el panorama que enfrenta Córdoba, pero no dudo que la provincia, tiene una calidad de mano de obra que es fundamental para la industria automotor. Más allá de que un momento, uno se puede llegar a cruzar con un gobernador, con un compañero, no dudo que en el fondo De la Sota, quiere trabajo, igual que lo queremos nosotros.
Usted habla siempre del modelo, pero ¿Cuál es el ideal?
Cuando hablamos de modelo industrial, no es un modelo exclusivo. O sea es un modelo agrícola, ganadero, de servicios, industrial, de ciencia, tecnología. El otro día volvió al país el numero 1000 de los pibes que se habían ido, considerados como reservas mental. Y volvió para trabajar en tecnología. O sea el capital lo tenemos, también es cierto que tenemos mucho problema, nadie lo niega. El impuesto a la ganancia, en el caso de mi sindicato lo tocaba muy de cerca y recibí críticas de mi propios compañeros. Siempre de frente les traté de decir la verdad, los subsidios están manteniendo los estamentos sociales y apoyando servicios que todavía no se pueden liberar. Si se liberan, tendremos problemas. Seguramente que no deberíamos tener impuestos al trabajo, aunque en todo el país del mundo se paga las ganancias. Sinceramente creo que en algún momento tendremos que hacer una ley tributaria equilibrada.
¿Sería mejor para los trabajadores una CGT unificada?
Si, sin ninguna duda: unidad de acción, unidad de concepción. Con unidad de concepción tengo la unidad de acción asegurada. Yo creo que tuvimos un líder que nos enseñó eso. Dijo que sólo los trabajadores pueden salvar a los trabajadores. Y a nosotros nos dio un rol dentro de la política a través de las 62 organizaciones, que también fueron conquistas, que a mi modo de entender se desvirtuaron. Nosotros, el rol que teníamos dentro del movimiento peronista éramos la columna vertebral y dentro del movimiento peronista teníamos siempre un porcentaje de cargo, porque con eso podíamos defender dentro de la cámara de diputados, los garbanzos para los trabajadores, como hablamos nosotros. Yo creo que ese rol lo tenemos que volver a perseguir y lograrlo, pero siempre a través de las 62 organizaciones. La CGT dentro de todo tiene que ser pluralista y las 62 organizaciones son las herramienta del movimiento obrero para hacer política dentro del peronismo. Cuando vos metes dentro de la CGT la política, seguramente termina como finalizó la última vez con la gran ruptura de la CGT. La herramienta política son las 62 organizaciones.
¿Lo condiciona estar cerca del Gobierno?
No... sabe porque. Hice una relación con el gobierno a través de mi sindicato y a través de estar en la mesa de las negociaciones, para impedir que se me vayan los puestos de trabajos. Hice la relación trabajando codo a codo para la industria. Entonces ninguna relación que nace del trabajo te condiciona a vos. No puedo estar en contra o criticar un gobierno cuando está trabajando fuerte con todos los que se ponen a lado para llevar adelante el modelo industrial. Este modelo, que tiene problemas, pero no quiere decir que esté todo mal”.
¿Qué es tener un ministro fuerte?
“Hablan de un ministro de economía fuerte. ¿Como Martínez de Hoz?, pregunto yo, que nos pasó por arriba a la industria. ¿Como Cavallo?, que nos metió 17.000 millones de dólares en el lomo en el 81, 82 y después en el 2000 nos cargó en la mochila de todos los trabajadores del pueblo argentino. ¿Qué es un ministro de economía fuerte?, que alguien me lo explique. Ministro de Economía tiene que ser alguien que sepa de números, que sepa defender las recetas del Gobierno, que sepa ir a discutir la deuda a otros países. Un hombre fuerte. Yo no lo entiendo. Acá hubo un momento en la Argentina que no sabíamos si el presidente era el ministro de economía, acuérdense que estaba en la televisión más el ministro, que el presidente. Toda la vida decían que había que honrar la deuda, ahora estamos honrando la deuda y los críticos dicen que nos tenemos que empeñar. Para que me quiero endeudar. Si es que quiero hacer obras públicas, para hacer energía, si es para hacer camino, si es para avanzar en lo que es la infraestructura en la Argentina, bueno. No nos endeudemos como en la década del 80, cuando nos metían espejitos de colores y se llevaban los dólares”.
Sentarse a dialogar con Moyano
“Y por qué no. Si perseguimos los mismos objetivos, seguramente voy a estar sentado en esa mesa de unidad. Pero los objetivos deben ser claros: trabajo para la gente, mejor calidad de vida y a ver si de alguna vez por todas, sacamos a la Argentina -como decimos todos- que nunca más pase que cada 10 o 12 años nos roben el futuro. Creo que tenemos que aprender de lo que nos pasó.
¿El Papa Francisco pidió por una CGT unificada?
No solamente dijo que tiene que estar la CGT unida, sino que era imprescindible, para un país como soñamos. Creo que estamos en tiempo político, pero vamos a lograr, en algún momento la unidad. Es posible, pero para eso hay que declinar actitudes, miseria humana, siempre digo yo. Ambiciones personalistas. Y bueno creo que no tenemos que esperar a unirnos en el espanto, porque los argentinos siempre fuimos capaces de unirnos en el espanto. Tenemos que ser inteligentes por primera vez y unirnos para que no llegue nunca más el espanto”.