César Moreno, candidato a senador por el departamento La Caldera, afirmó que la venta de agua en Vaqueros es un negocio irregular que refleja “la incapacidad de llevar adelante políticas de desarrollo en el municipio”.
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César Moreno, candidato a senador por el departamento La Caldera, afirmó que la venta de agua en Vaqueros es un negocio irregular que refleja “la incapacidad de llevar adelante políticas de desarrollo en el municipio”.
Tras las denuncias que presentó el titular del Concejo Deliberante, Jorge González, contra el intendente de localidad, Daniel Moreno, el candidato de la UCR al Senado provincial dijo que “sorprende que actores que provienen de una misma línea política peronista se hallen hoy enfrentados”.
El postulante radical, quien no tiene afinidad ni vínculo alguno con el jefe comunal, pese a la coincidencia de apellidos, reseñó que González y Daniel Moreno “fueron integrantes del grupo de Olmedo, elegidos por el voto de los ciudadanos de Vaqueros, en la misma lista.
Hoy -aclaró- el Intendente representa al urtubeycismo, como expresión del proceso de cooptación realizado por el Gobernador sobre los intendentes que necesitan apoyo financiero provincial para sus gestiones”.
Falta de transparencia
Tras dejar aclarados los distanciamientos políticos de unos con otros, el postulante a senador manifestó que los referentes de la lista que encabeza en La Caldera “repudiamos el hecho de utilizar un bien público como el agua como mecanismo de uso político, siendo que resulta esencial para la vida humana”.
En este contexto, candidato radical a la Cámara alta sostuvo que el negocio irregular denunciado en Vaqueros revela “la incapacidad de llevar adelante políticas de desarrollo para el municipio, y de manera específica relativa a las necesidades de infraestructura básica de agua, cloacas e incluso de cordón.
Estas, agregó, “son expresiones de aquello que no se realiza y que la sociedad viene esperando desde hace mucho tiempo”.
César Moreno hizo notar que el problema de la provisión de agua para la comunidad de Vaqueros tiene expresiones poco transparentes. “Además de ser necesario un registro de cada vivienda que recibe este bien, resulta imprescindible un control de la calidad del agua que se entrega, dada la práctica habitual de cargar agua desde el río y proveerla como si fuera agua potable”, advirtió.