Unos cincuenta residentes de El Tipal y La Almudena reclamaron durante la mañana de ayer por la falta de seguridad vial en la ruta provincial 28, donde se suceden reiterados accidentes a raíz de la conducta irresponsable de conductores que circulan a excesiva velocidad. Los vecinos señalaron que no basta con los controles de alcoholemia y velocidad - a los que estimaron escasos- y exigieron cambios de infraestructura como la construcción de una rotonda y un puente peatonal, debido a que el cruce o nudo actual se encuentra mal señalizado e iluminado. Además, pidieron una parada de colectivos a Saeta y sendas para que se pueda cruzar sobre sectores preestablecidos. “Los chicos están sufriendo estos accidentes terribles y el Estado está ausente. Hay chicos que andan en autos de alta gama, pero qué nos dice el comisario: que sí hay controles de alcoholemia, aunque no se dan abasto con los de seguridad. Tienen que poner gente. Así como multiplican los impuestos, deben multiplicar la gente que cuida”, opinó María Rosa, moradora de La Almudena. Macarena Morillo, por su parte, solicitó que “hagan una inversión de una sola vez, que la solución sea solución y no algo para callarnos. Los fines de semana, cada vez que escuchamos una ambulancia o la patrulla de Policía, nos morimos de miedo porque no sabemos quién es”.
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Unos cincuenta residentes de El Tipal y La Almudena reclamaron durante la mañana de ayer por la falta de seguridad vial en la ruta provincial 28, donde se suceden reiterados accidentes a raíz de la conducta irresponsable de conductores que circulan a excesiva velocidad. Los vecinos señalaron que no basta con los controles de alcoholemia y velocidad - a los que estimaron escasos- y exigieron cambios de infraestructura como la construcción de una rotonda y un puente peatonal, debido a que el cruce o nudo actual se encuentra mal señalizado e iluminado. Además, pidieron una parada de colectivos a Saeta y sendas para que se pueda cruzar sobre sectores preestablecidos. “Los chicos están sufriendo estos accidentes terribles y el Estado está ausente. Hay chicos que andan en autos de alta gama, pero qué nos dice el comisario: que sí hay controles de alcoholemia, aunque no se dan abasto con los de seguridad. Tienen que poner gente. Así como multiplican los impuestos, deben multiplicar la gente que cuida”, opinó María Rosa, moradora de La Almudena. Macarena Morillo, por su parte, solicitó que “hagan una inversión de una sola vez, que la solución sea solución y no algo para callarnos. Los fines de semana, cada vez que escuchamos una ambulancia o la patrulla de Policía, nos morimos de miedo porque no sabemos quién es”.
El secretario de Tránsito y Seguridad Vial de la Municipalidad, Carlos Caruso, junto a otros funcionarios comunales, se presentaron a hablar con los vecinos. Durante ese encuentro se comprometieron a gestionar la colocación de bandas sonoras reductoras de velocidad sobre la cinta asfáltica entre ambos barrios. También se comenzará la demarcación y las obras civiles para la instalación de ocho semáforos. Sin embargo, para la ejecución de estas mejoras se requiere la autorización de la Dirección de Vialidad de la Provincia, debido a que el cuidado y mantenimiento de las rutas son competencia de este organismo. Desde anoche, se reforzaron los controles viales en forma coordinada con la Secretaría de Seguridad Vial. Estos puestos verifican la velocidad de desplazamiento, nivel de alcoholemia y utilización de elementos de seguridad como cascos y cinturones. Por el momento, permanecerán en la zona las 24 horas del día durante toda la semana.
A pesar de estas muestras de apertura y gestión, Carlos Caruso especificó que la obligación de efectuar controles es compartida entre la Policía de la Provincia, Seguridad Vial y Tránsito. También llamó la atención hacia la responsabilidad individual de cada conductor. “Hay 10.224 infracciones por exceso de velocidad en el período que abarca desde fines de mayo hasta hoy. Hoy, en una hora, se hicieron 80 infracciones, lo cual demuestra que el control existe”, manifestó. Asimismo recordó que la velocidad permitida en la ruta 28 es de 60 km por hora de Salta a San Lorenzo y de 80 de San Lorenzo hacia Salta, mientras que, si bien aún no están disponibles las conclusiones de los peritajes, se presume que la cupé blanca BMW 135i M -protagonista del último accidente (ver vinculado)- iba a más de 200 km/h. “Queremos que se pongan en el lugar de cualquier controlador de la vía pública. Para un vehículo que va a 200 km/h resulta insostenible cualquier tipo de control de Tránsito o Seguridad Vial. Hay muchas alternativas de riesgo”, concluyó.
Las tragedias que motivaron el reclamo
Ya son 127 las víctimas fatales en accidentes de tránsito ocurridos en rutas y caminos provinciales en lo que va de 2013. Los últimos nombres que se agregaron a la lista son los de José Manuel Brandan (19), conductor de la cupé blanca que provocó el accidente el último sábado, y Sebastián Boucher (20), uno de sus acompañantes. Estos jóvenes iban desde San Lorenzo a la ciudad, cuando impactaron contra una camioneta Nissan blanca que circulaba por la rotonda frente a La Almudena. También volvió a la memoria el accidente del 23 de mayo pasado, cuando una camioneta Volkswagen Amarok blanca, que iba del centro hacia San Lorenzo, chocó contra una Volkswagen Fox Cross, que venía de San Lorenzo a la ciudad. Los conductores de ambos vehículos fallecieron. Ambas tragedias señalan que la zona es un punto negro de siniestralidad vial.