El estadounidense Sadam Ali anoche fue más que Luis Carlos
Potro Abregú en Atlantic City de Nueva Jersey y terminó llevándose la pelea en el noveno round, por nocaut técnico.
El tucumano radicado en Salta esperó a su rival desde la primera entrada y de a poco quiso ir soltando sus manos, pero Ali vio que la figura del argentino lo esperó y decidió ir por él.
Los primeros tramos de la pelea fueron medidos y eso alteró al público impaciente, que abucheó a ambos boxeadores.
El argentino se despertó en el quinto round y con su zurda lastimó a su contrincante. En ese momento, los especialistas indicaron que era la mejor parte de la pelea y por ende, era lo mejor de Abregú en la noche norteamericana.
Si bien la mitad del combate mostró la mejor versión del Potro, terminó no siendo lo más destacado de la noche, ya que a partir del sexto round todo, absolutamente todo, fue para el local.
La primera e inesperada visita a la lona estuvo en el capítulo seis y fue la primera vez en que Ali se sintió realmente ganador.
En el séptimo round más por inercia que por decisión, el argentino pegó de zurda y cuando estuvo a punto de recuperarse, tuvo otro derechazo como respuesta.
A esa altura del combate, los especialistas se asombraron de la mezquina propuesta del Potro que ya estaba al borde del nocaut.
Finalmente, tras una octava entrada más medida por el neoyorkino, la novena fue fatal y la que terminó con las esperanzas del tucumano.
El estadounidense Sadam Ali anoche fue más que Luis Carlos
Potro Abregú en Atlantic City de Nueva Jersey y terminó llevándose la pelea en el noveno round, por nocaut técnico.
El tucumano radicado en Salta esperó a su rival desde la primera entrada y de a poco quiso ir soltando sus manos, pero Ali vio que la figura del argentino lo esperó y decidió ir por él.
Los primeros tramos de la pelea fueron medidos y eso alteró al público impaciente, que abucheó a ambos boxeadores.
El argentino se despertó en el quinto round y con su zurda lastimó a su contrincante. En ese momento, los especialistas indicaron que era la mejor parte de la pelea y por ende, era lo mejor de Abregú en la noche norteamericana.
Si bien la mitad del combate mostró la mejor versión del Potro, terminó no siendo lo más destacado de la noche, ya que a partir del sexto round todo, absolutamente todo, fue para el local.
La primera e inesperada visita a la lona estuvo en el capítulo seis y fue la primera vez en que Ali se sintió realmente ganador.
En el séptimo round más por inercia que por decisión, el argentino pegó de zurda y cuando estuvo a punto de recuperarse, tuvo otro derechazo como respuesta.
A esa altura del combate, los especialistas se asombraron de la mezquina propuesta del Potro que ya estaba al borde del nocaut.
Finalmente, tras una octava entrada más medida por el neoyorkino, la novena fue fatal y la que terminó con las esperanzas del tucumano.