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10 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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Postal de la crisis habitacional: cuatro cuadras de fila para participar de un sorteo del IPV

Martes, 16 de diciembre de 2014 00:06
En el coche, un bebé de seis meses. El papá lo empuja a más de una cuadra y media desde donde comienza la fila. A su lado está ella, Alejandra Pintos, una mamá joven que se detiene para contarle su historia a El Tribuno, mientras espera a que le llegue su turno para presentar los papeles que les permitan participar del próximo sorteo del Instituto Provincial de la Vivienda. Alejandra y su nueva familia tienen una ilusión muy grande: la casa propia. La joven pareja se casó hace una semana, solo para poder participar del sorteo que se llevará a cabo entre los últimos días de enero y los primeros de febrero.
3,73% | en 2014 se destinó ese porcentaje del presupuesto de la Provincia a construcciones del IPV.
Como el joven y nuevísimo matrimonio, ayer, desde muy temprano en la madrugada y otros, incluso, desde la noche del domingo, comenzaron a formar una fila larguísima que resume el anhelo de acceder a una vivienda y, a la vez, ilustra la crisis habitacional de la provincia. La cola comenzaba ayer en la puerta del IPV, doblaba en Belgrano y Brown, bajaba por el Registro Civil, daba vuelta por España y volvía a subir por Bolívar hasta Belgrano.
1.049 viviendas. En total se sortearán 535 casas y 514 dúplex en distintos barrios de la ciudad.
Así fue ayer el último día en el que se dieron números para inscripción y actualización de fichas. No habrá prórroga y, desde hoy se registrarán los datos para el sorteo.
El 20 por ciento de las unidades estará destinada a las familias inscriptas hace más de 10 años. En consecuencia, el IPV preadjudicará en forma directa a 230 familias con inscripciones registradas entre 1982 y 1993. Se cubrirá, además, el cupo del 10 por ciento destinado a los casos de discapacidad.
79.801 viviendas faltan. De acuerdo a un estudio realizado por Fundara son casi 80 mil viviendas que faltan en Salta.
El IPV sorteará un total de 535 casas y 514 dúplex en los barrios El Huayco, Estación Chachapoyas -en el predio de Pereyra Rosas-, y unidades remanentes de los barrios Limache, Parque Belgrano y Los Mirasoles. Los sorteos se realizarán durante una secuencia de cuatro días, durante las dos últimas semanas de enero y las dos primeras de febrero.
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Demanda insatisfecha
Ante la demanda de miles de personas, que supera la capacidad del Estado para dar respuesta a la crisis habitacional, la cantidad de viviendas que se construyen por año resulta insuficiente, del mismo modo que los terrenos que se distribuyen.
11,08% de la población no vive en casa ni departamento, sí en otros sitios más precario, según Fundara.
En un informe que se publicó anteriormente el El Tribuno se marcaba que pese a la gran necesidad de viviendas que hay en toda la provincia, el IPV sólo tiene inscriptos 13 mil postulantes. La explicación: en 2012 el organismo emitió la resolución 675 por la cual se da de baja los expedientes que no se actualizan cada tres años. En la depuración se fueron muchas familias cansadas de ver cómo se adjudicaron viviendas a dedo a funcionarios, familiares y amigos.
De acuerdo a datos brindados por Fundara se desprende que: "De los 600 millones que contaba el Estado provincial destinados para vivienda, sólo invirtió en obras poco más de 290 millones, es decir aproximadamente el 48,5 por ciento de los montos disponibles por el IPV".
"Me casé hace una semana, solo para que podamos inscribirnos para el sorteo que viene", Alejandra Pintos (maestra).
Si bien desde el Gobierno se difundió que en promedio se construyeron de 2.800 casas por año, un informe de la Subsecretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda de la Nación indica que en 2012 en Salta solo se terminaron 415 casas.
Según el mismo informe que publicó Fundara en octubre, en Salta hay 74.757 familias sin acceso a una vivienda social.
En Salta hay otras 42 mil familias que precisan de una casa nueva, porque aquellas en las que residen son precarias, inhabitables o irrecuperables.
Historias: el sueño de la casa propia
  • Toda una vida esperando
Arturo Cardozo vive en Villa Belgrano y lleva toda una vida alquilando. Nunca tuvo casa propia. Recuerda que llegó por primera vez al Instituto Provincial de la Vivienda en 1983. Desde ese momento espera la adjudicación de una casa.
Por aquellos años sus hijos eran bebés. Hoy son adultos y hasta tiene nietos. Todos viven con él en esa vivienda por la que paga unos $3 mil por mes.
"Ya pasaron muchos años y la casita no sale. Y bueno, tendré que seguir haciendo cola todas las veces que sean necesarias, hasta que tenga suerte", dice con desgano Arturo. "En el lugar en el que alquilo vivimos siete personas. Y ya hasta tengo nietos. Y tengo que seguir pagando alquiler, plata que podría destinar a otra cosa pero hay que seguir luchando con la familia", reflexiona.
"Me acuerdo que cuando me inscribí en el IPV mis hijos eran chiquitos, bebés, ahora son personas adultas. Toda una vida esperando y pienso que es cada vez más difícil acceder a la casa propia porque hay mucho acomodo. Pero voy a seguir intentándolo", dice, mientras espera que la fila avance para poder presentar sus papeles. (Arturo Cardozo, EMPLEADO GASTRONÓMICO)
  • La ilusión de la primera casa
Escuchó en la televisión, hace no más de dos semanas, que se aproximaba el vencimiento del plazo para inscribirse y actualizar los papeles para participar del sorteo del Instituto Provincial de la Vivienda. Hasta ese momento no conocía demasiado cuáles eran los requerimientos del organismo, así que buscó información y comenzó a reunir los papeles necesarios para poder hacer los trámites.
Ema Vargas es docente, tiene 26 años y hace 8 fue mamá. Hace varios años, también, vive en una pequeña habitación que alquila. Sus ingresos no le permiten acceder a un lugar mejor.
"Comencé a juntar los papeles y decidí venir para ver si tengo suerte", expresó la joven. "Se que hay mucha gente que espera la adjudicación de una casa hace muchos años, pero de todas maneras no pierdo las esperanzas. Espero percibir una vivienda, esa es mi expectativa hoy aquí", agregó luego, mientras se acercaba su turno en el edificio de Belgrano al 1300.
Como Ema, muchos jóvenes presentaron ayer sus papeles ante el organismo por primera vez. (Ema Vargas, DOCENTE)
  • Por el cupo para discapacitados
Leonarda Priolo se pone los lentes y revisa la carpeta en la que tiene los papeles para presentar en el instituto. Tiene 74 años y ayer hizo fila desde las 7 de la mañana hasta poco antes del mediodía.
Hace 19 años que Leonarda alquila una casa en la ciudad. Allí vive con su marido. Ambos son jubilados. Tienen dos hijas. Una de ellas trabaja y la otra es discapacitada. Leonarda sabe que en el próximo sorteo del IPV se cubrirá el cupo del 10% destinado a los casos de discapacidad, por eso juntó los papeles y no dudó en hacer los trámites necesarios para participar del sorteo.
Esta es la primera vez que intenta acceder a la casa propia, no pierde las esperanzas de resultar adjudicataria a una vivienda. Sueña con dejar de pagar un alquiler que año a año sube y cada vez le cuesta más pagar a ella y a su grupo familiar. "Es muy difícil acceder a una vivienda en este momento por la cantidad de gente que la necesita en esta provincia y porque no hay tantas casas, pero hay que intentarlo", dice la mujer. La fila avanza. Leonarda, como todos, espera tener suerte. (Leonarda Priolo, JUBILADA)

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En el coche, un bebé de seis meses. El papá lo empuja a más de una cuadra y media desde donde comienza la fila. A su lado está ella, Alejandra Pintos, una mamá joven que se detiene para contarle su historia a El Tribuno, mientras espera a que le llegue su turno para presentar los papeles que les permitan participar del próximo sorteo del Instituto Provincial de la Vivienda. Alejandra y su nueva familia tienen una ilusión muy grande: la casa propia. La joven pareja se casó hace una semana, solo para poder participar del sorteo que se llevará a cabo entre los últimos días de enero y los primeros de febrero.
3,73% | en 2014 se destinó ese porcentaje del presupuesto de la Provincia a construcciones del IPV.
Como el joven y nuevísimo matrimonio, ayer, desde muy temprano en la madrugada y otros, incluso, desde la noche del domingo, comenzaron a formar una fila larguísima que resume el anhelo de acceder a una vivienda y, a la vez, ilustra la crisis habitacional de la provincia. La cola comenzaba ayer en la puerta del IPV, doblaba en Belgrano y Brown, bajaba por el Registro Civil, daba vuelta por España y volvía a subir por Bolívar hasta Belgrano.
1.049 viviendas. En total se sortearán 535 casas y 514 dúplex en distintos barrios de la ciudad.
Así fue ayer el último día en el que se dieron números para inscripción y actualización de fichas. No habrá prórroga y, desde hoy se registrarán los datos para el sorteo.
El 20 por ciento de las unidades estará destinada a las familias inscriptas hace más de 10 años. En consecuencia, el IPV preadjudicará en forma directa a 230 familias con inscripciones registradas entre 1982 y 1993. Se cubrirá, además, el cupo del 10 por ciento destinado a los casos de discapacidad.
79.801 viviendas faltan. De acuerdo a un estudio realizado por Fundara son casi 80 mil viviendas que faltan en Salta.
El IPV sorteará un total de 535 casas y 514 dúplex en los barrios El Huayco, Estación Chachapoyas -en el predio de Pereyra Rosas-, y unidades remanentes de los barrios Limache, Parque Belgrano y Los Mirasoles. Los sorteos se realizarán durante una secuencia de cuatro días, durante las dos últimas semanas de enero y las dos primeras de febrero.
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Demanda insatisfecha
Ante la demanda de miles de personas, que supera la capacidad del Estado para dar respuesta a la crisis habitacional, la cantidad de viviendas que se construyen por año resulta insuficiente, del mismo modo que los terrenos que se distribuyen.
11,08% de la población no vive en casa ni departamento, sí en otros sitios más precario, según Fundara.
En un informe que se publicó anteriormente el El Tribuno se marcaba que pese a la gran necesidad de viviendas que hay en toda la provincia, el IPV sólo tiene inscriptos 13 mil postulantes. La explicación: en 2012 el organismo emitió la resolución 675 por la cual se da de baja los expedientes que no se actualizan cada tres años. En la depuración se fueron muchas familias cansadas de ver cómo se adjudicaron viviendas a dedo a funcionarios, familiares y amigos.
De acuerdo a datos brindados por Fundara se desprende que: "De los 600 millones que contaba el Estado provincial destinados para vivienda, sólo invirtió en obras poco más de 290 millones, es decir aproximadamente el 48,5 por ciento de los montos disponibles por el IPV".
"Me casé hace una semana, solo para que podamos inscribirnos para el sorteo que viene", Alejandra Pintos (maestra).
Si bien desde el Gobierno se difundió que en promedio se construyeron de 2.800 casas por año, un informe de la Subsecretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda de la Nación indica que en 2012 en Salta solo se terminaron 415 casas.
Según el mismo informe que publicó Fundara en octubre, en Salta hay 74.757 familias sin acceso a una vivienda social.
En Salta hay otras 42 mil familias que precisan de una casa nueva, porque aquellas en las que residen son precarias, inhabitables o irrecuperables.
Historias: el sueño de la casa propia
  • Toda una vida esperando
Arturo Cardozo vive en Villa Belgrano y lleva toda una vida alquilando. Nunca tuvo casa propia. Recuerda que llegó por primera vez al Instituto Provincial de la Vivienda en 1983. Desde ese momento espera la adjudicación de una casa.
Por aquellos años sus hijos eran bebés. Hoy son adultos y hasta tiene nietos. Todos viven con él en esa vivienda por la que paga unos $3 mil por mes.
"Ya pasaron muchos años y la casita no sale. Y bueno, tendré que seguir haciendo cola todas las veces que sean necesarias, hasta que tenga suerte", dice con desgano Arturo. "En el lugar en el que alquilo vivimos siete personas. Y ya hasta tengo nietos. Y tengo que seguir pagando alquiler, plata que podría destinar a otra cosa pero hay que seguir luchando con la familia", reflexiona.
"Me acuerdo que cuando me inscribí en el IPV mis hijos eran chiquitos, bebés, ahora son personas adultas. Toda una vida esperando y pienso que es cada vez más difícil acceder a la casa propia porque hay mucho acomodo. Pero voy a seguir intentándolo", dice, mientras espera que la fila avance para poder presentar sus papeles. (Arturo Cardozo, EMPLEADO GASTRONÓMICO)
  • La ilusión de la primera casa
Escuchó en la televisión, hace no más de dos semanas, que se aproximaba el vencimiento del plazo para inscribirse y actualizar los papeles para participar del sorteo del Instituto Provincial de la Vivienda. Hasta ese momento no conocía demasiado cuáles eran los requerimientos del organismo, así que buscó información y comenzó a reunir los papeles necesarios para poder hacer los trámites.
Ema Vargas es docente, tiene 26 años y hace 8 fue mamá. Hace varios años, también, vive en una pequeña habitación que alquila. Sus ingresos no le permiten acceder a un lugar mejor.
"Comencé a juntar los papeles y decidí venir para ver si tengo suerte", expresó la joven. "Se que hay mucha gente que espera la adjudicación de una casa hace muchos años, pero de todas maneras no pierdo las esperanzas. Espero percibir una vivienda, esa es mi expectativa hoy aquí", agregó luego, mientras se acercaba su turno en el edificio de Belgrano al 1300.
Como Ema, muchos jóvenes presentaron ayer sus papeles ante el organismo por primera vez. (Ema Vargas, DOCENTE)
  • Por el cupo para discapacitados
Leonarda Priolo se pone los lentes y revisa la carpeta en la que tiene los papeles para presentar en el instituto. Tiene 74 años y ayer hizo fila desde las 7 de la mañana hasta poco antes del mediodía.
Hace 19 años que Leonarda alquila una casa en la ciudad. Allí vive con su marido. Ambos son jubilados. Tienen dos hijas. Una de ellas trabaja y la otra es discapacitada. Leonarda sabe que en el próximo sorteo del IPV se cubrirá el cupo del 10% destinado a los casos de discapacidad, por eso juntó los papeles y no dudó en hacer los trámites necesarios para participar del sorteo.
Esta es la primera vez que intenta acceder a la casa propia, no pierde las esperanzas de resultar adjudicataria a una vivienda. Sueña con dejar de pagar un alquiler que año a año sube y cada vez le cuesta más pagar a ella y a su grupo familiar. "Es muy difícil acceder a una vivienda en este momento por la cantidad de gente que la necesita en esta provincia y porque no hay tantas casas, pero hay que intentarlo", dice la mujer. La fila avanza. Leonarda, como todos, espera tener suerte. (Leonarda Priolo, JUBILADA)

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