Casi todos los boxeadores han probado las dulces mieles del triunfo, pero cuando las luces se apagan se presenta un lado oscuro que muchas veces está ligado a la justicia y las condenas. El más reciente caso es el de Miguel Angel Puma Arroyo, que ayer fue condenado a 2 años y 10 meses de ejecución condicional por agredir a efectivos del GOPAR.
El juez de Garantías de Segunda Nominación, Ignacio Colombo, condenó en juicio abreviado al exboxeador a la pena de 2 años y 10 meses de ejecución condicional por los delitos de lesiones y amenazas, imponiéndole además la obligación de someterse a diagnóstico y posterior tratamiento psicológico para prevenir la adicción al alcohol y cualquier conducta violenta.
Los hechos juzgados se originaron cuando en un procedimiento policial Arroyo lesionó a efectivos policiales del GOPAR. El pasado 10 de abril el personal acudió al domicilio del exboxeador alertado por el llamado de su esposa; a las 6.06 personal del GOPAR procedió a la detención del exboxeador, resultando en la diligencia lesionados tres efectivos, uno de ellos con traumatismo facial grave y pérdida de cuatro dientes.
Este no fue el primer hecho de violencia que protagonizó el excampeón argentino y sudamericano welter. En marzo de 2011 fue detenido cuando intentaba agredir a su esposa. En agosto de 2013 Arroyo sufrió un accidente cuando manejaba en estado de ebriedad.
Lejos de los éxitos en el ring
El Puma Arroyó brilló en el boxeo argentino a fines de la década del 80 y en la del 90 del siglo pasado; su nombre era moneda corriente en el ambiente y sus clásicos combates contra Jorge Locomotora Castro son inolvidables .
El Puma debutó en el boxeo profesional el 10 de septiembre de 1982 con una victoria sobre José Eugenio Toloza. Un año después ganó el título salteño; en 1986 se quedó con el cetro argentino welter al vencer por puntos en el Luna Park a Ramón Abeldaño. En nuestra ciudad obtuvo el título sudamericano welter al vencer por nocaut técnico en el octavo round a Simón Escobar.
En dos oportunidades enfrentó al Roña Castro y en ambas perdió, la primera en el Luna Park y la segunda en Salta.
Casi todos los boxeadores han probado las dulces mieles del triunfo, pero cuando las luces se apagan se presenta un lado oscuro que muchas veces está ligado a la justicia y las condenas. El más reciente caso es el de Miguel Angel Puma Arroyo, que ayer fue condenado a 2 años y 10 meses de ejecución condicional por agredir a efectivos del GOPAR.
El juez de Garantías de Segunda Nominación, Ignacio Colombo, condenó en juicio abreviado al exboxeador a la pena de 2 años y 10 meses de ejecución condicional por los delitos de lesiones y amenazas, imponiéndole además la obligación de someterse a diagnóstico y posterior tratamiento psicológico para prevenir la adicción al alcohol y cualquier conducta violenta.
Los hechos juzgados se originaron cuando en un procedimiento policial Arroyo lesionó a efectivos policiales del GOPAR. El pasado 10 de abril el personal acudió al domicilio del exboxeador alertado por el llamado de su esposa; a las 6.06 personal del GOPAR procedió a la detención del exboxeador, resultando en la diligencia lesionados tres efectivos, uno de ellos con traumatismo facial grave y pérdida de cuatro dientes.
Este no fue el primer hecho de violencia que protagonizó el excampeón argentino y sudamericano welter. En marzo de 2011 fue detenido cuando intentaba agredir a su esposa. En agosto de 2013 Arroyo sufrió un accidente cuando manejaba en estado de ebriedad.
Lejos de los éxitos en el ring
El Puma Arroyó brilló en el boxeo argentino a fines de la década del 80 y en la del 90 del siglo pasado; su nombre era moneda corriente en el ambiente y sus clásicos combates contra Jorge Locomotora Castro son inolvidables .
El Puma debutó en el boxeo profesional el 10 de septiembre de 1982 con una victoria sobre José Eugenio Toloza. Un año después ganó el título salteño; en 1986 se quedó con el cetro argentino welter al vencer por puntos en el Luna Park a Ramón Abeldaño. En nuestra ciudad obtuvo el título sudamericano welter al vencer por nocaut técnico en el octavo round a Simón Escobar.
En dos oportunidades enfrentó al Roña Castro y en ambas perdió, la primera en el Luna Park y la segunda en Salta.