¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

27°
28 de Marzo,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

El sótano del horror de una universidad española

Lunes, 19 de mayo de 2014 10:14

El diario español El Mundo reveló a través de un extenso informe la existencia de una “fosa común” en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, una de las más prestigiosas de Europa.
“Atención: este texto, al igual que las imágenes, puede herir seriamente su sensibilidad. Como lo pueden hacer esos cuerpos y miembros apilados, despedazados, desastrados, mantenidos a temperatura ambiente, en un escenario de película de terror, como el de la serie The walking dead. Cadáveres donados a la ciencia y ahora en condiciones insalubres y peligrosas”, señala el diario en una crónica que ha acompañado con video revelador.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

El diario español El Mundo reveló a través de un extenso informe la existencia de una “fosa común” en la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid, una de las más prestigiosas de Europa.
“Atención: este texto, al igual que las imágenes, puede herir seriamente su sensibilidad. Como lo pueden hacer esos cuerpos y miembros apilados, despedazados, desastrados, mantenidos a temperatura ambiente, en un escenario de película de terror, como el de la serie The walking dead. Cadáveres donados a la ciencia y ahora en condiciones insalubres y peligrosas”, señala el diario en una crónica que ha acompañado con video revelador.

Los cadáveres acumulados en una sala del Departamento de Anatomía son hasta 250. Llegaron allí donados por sus familiares. Resecos y desmembrados, alguna vez sirvieron a los alumnos para hacer investigaciones científicas.
Ramón Mérida, director del departamento, explicó a El Mundo que algunos llevan allí “hasta cinco años. El funcionario que opera el horno se prejubiló en diciembre, y no ha habido manera de convocar la plaza porque los sindicatos denuncian que el horno no está en buenas condiciones”, se justificó el funcionario.

El diario logró ingresar al recinto con una cámara de video a una sala de 30 metros cuadrados que permanece con las ventanas cerradas. “A ambos lados del corredor están las tinas de formol, una especie de inmensas bañeras alicatadas y tapadas con planchas metálicas, en las que quizá haya más muertos, pero es imposible saberlo: para abrirlas habría que retirar una montaña de cadáveres”, escribe el periódico.

“También hay piernas sueltas, troncos sin cabeza y caras hinchadas que están perdiendo sus facciones, esperando al crematorio”, relató El Mundo.
Como es evidente, el olor del recinto es insoportable. “El horrible aroma de la muerte, que se mezcla con años y años de soluciones de formol inyectadas en dosis de 20 litros a cada voluntario que donó su cuerpo. Un ambiente que ataca al visitante como un vapor venenoso, quemando la garganta al respirar, como comprobaron los redactores”.
La crónica disparó las alarmas, y las autoridades iniciaron un sumario interno a la facultad de Medicina.

La crísis influyó en el crecimiento de la donación

En la era de las nuevas tecnologías y la innovación tecnológica, el estudio con cadáveres sigue siendo fundamental para la formación, actualización e investigación de los profesionales sanitarios. “Tenemos que estar muy agradecidos de que se donen cuerpos a la ciencia, porque son algo insustituible. No hay simulación, maniquí ni multimedia que puede imitar la realidad ni la calidad de un cuerpo humano real”, explicó Francisco Sánchez del Campo, catedrático de Histología y Anatomía de la Universidad Miguel Hernández (Alicante).

Las donaciones, aclara, sirven para que médicos, enfermeras, fisioterapeutas, podólogos y otros especialistas aprendan nociones fundamentales sobre la anatomía del cuerpo humano. Pero, además, también son claves para el desarrollo de nuevas técnicas quirúrgicas o la investigación de nuevas vías de abordaje terapéutico. En principio, cualquier persona mayor de edad puede hacerse donante, pero no todos los cuerpos se consideran aptos para su utilización. Se descartan los cadáveres de personas que hayan donado previamente sus órganos, que se hayan sometido a una autopsia, que padecieran una enfermedad infecto-contagiosa o que presentaran una obesidad mórbida”, apuntó Sánchez del Campo. Según este especialista en anatomía, en los últimos años han aumentado las donaciones de cuerpos en España. “Cuando comenzó a extenderse la práctica de la incineración, las cifras de donación entre los españoles comenzaron a crecer. La crisis puede haber ejercido cierta influencia en este aumento porque los servicios funerarios son caros, pero es difícil establecer una relación clara”, indicó.

 

PUBLICIDAD
PUBLICIDAD
PUBLICIDAD