El embajador de Chile en Argentina, Marcelo Díaz, recibió a El Tribuno en la embajada de Buenos Aires a horas de su visita a Salta. Será por el simposio internacional denominado “El ferrocarril trasandino norte para las economías del noroeste argentino y norte grande chileno”, donde se anunciará una pronta activación del ramal C-14, que junta las regiones Salta-Antofagasta y al que solo le falta completar la reparación de un tramo en tierras salteñas.
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El embajador de Chile en Argentina, Marcelo Díaz, recibió a El Tribuno en la embajada de Buenos Aires a horas de su visita a Salta. Será por el simposio internacional denominado “El ferrocarril trasandino norte para las economías del noroeste argentino y norte grande chileno”, donde se anunciará una pronta activación del ramal C-14, que junta las regiones Salta-Antofagasta y al que solo le falta completar la reparación de un tramo en tierras salteñas.
Para el vecino país trasandino, “la integración es una cuestión estratégica” y “una política de Estado”, que no se limita a los gobiernos e ideologías políticas. De hecho, el joven diplomático recomendó la lectura del libro de su antecesor, Adolfo Zaldívar Larraín, el embajador del gobierno de Sebastián Piñera, que entregó el mando a Michelle Bachelet, su contrincante político.
El encuentro será hoy a partir de las 9 en el centro de convenciones del Gran Bourg. El gobernador Juan Manuel Urtubey será el anfitrión y también estarán el embajador de Argentina en Chile, Ginés González García; el intendente de Antofagasta, Valentín Volta Valencia y los gobernadores de Jujuy y Tucumán.
“El mandato es poner el pié en el acelerador para agilizar las relaciones entre Chile y la Argentina. Para Chile, Argentina es un aliado estratégico. Es nuestro vecino, con el que compartimos la segunda frontera más grande del mundo y además compartimos una visión integradora. Creo que lo que vamos a presenciar en Salta es digno de destacar, porque se pone en marcha el único corredor bioceánico entre Chile y Argentina. Creo que eso va a tener un efecto importante hacia el futuro, en relación a contagiar una dinámica de integración. Nos pidieron que pasemos de las palabras a los hechos y creo que acá tenemos un hecho importante”, dijo el embajador.
Además Marcelo Díaz se refirió brevemente a un tema candente. En la última visita entre las mandatarias de los dos países, el 12 de mayo pasado, se trató por primera vez en la agenda bilateral el tema del narcotráfico. Para el diplomático “la lucha contra las drogas no se está ganando” y llamó a replantear las políticas contra esas estructuras delictivas.
¿La integración es un tema estratégico para Chile?
Así es. Es una política de estado. Para nosotros es fundamental la integración, con Salta y con la región. Para este Gobierno es un tema estratégico, como dijo en su última visita la presidente Michelle Bachelet. Este es un momento de intensificación y reforzamiento de las relaciones bilaterales. Eso significa, no solamente perseverar y profundizar el excelente diálogo político que hoy existe entre ambas presidentas, que es muy buena y una garantía para trabajar en una agenda bilateral. Pero tenemos una serie de objetivos conjuntos: conectividad física, libre circulación de personas y fortalecer vínculos comerciales y culturales. No se trata de un mero intercambio de bienes y servicios; sino a nivel académico y cultural, con intercambio de alumnos y profesionales. No buscamos solo un vínculo entre los gobiernos, sino lazos profundos entre la sociedad civil de uno y otro lado de la cordillera. Hay un ánimo entre los dos gobiernos para que esta sea una etapa de concreciones. Creo que las buenas relaciones entre los dos gobiernos pueden remover los obstáculos e impedimentos. Cuando existe voluntad política las otras limitaciones se resuelven más rápido. Tenemos que trabajar en la integración de los dos países en todos los niveles. Todas las regiones limítrofes entre los dos países tienen algún interés de conexión y eso nos parece inmensamente positivo y potente. Estamos convencidos que pueden haber vías estructurantes que conecten el Atlántico con el Pacífico en el corto y mediano plazo. La conectividad física trae aparejada otro tipo de conectividades, por ejemplo, el tendido de fibra óptica entre Chile y Argentina, para mejorar la calidad de estas conexiones.
¿Por qué le conviene a esta región de la Argentina esta salida por Chile al Pacífico?
Hay un interés recíproco en conectar las salidas del Atlántico con las del Pacífico. Es una oportunidad para canalizar el comercio nacional, pero sobre todo el regional, que con salida al Pacífico se puede conectar con algunos de los mercados más importantes del tiempo actual. Desde esa perspectiva, creo que existe desde antaño una preocupación e interés para concretar un corredor bioceánico que nos permita hacer más fluido el intercambio de bienes y servicios entre nuestros países, pero con una salida a los puertos más importantes del mundo, que son objetivos estratégicos desde el punto de vista comercial para ambas naciones.
¿Tienen los puertos chilenos la infraestructura necesaria?
El puerto de Antofagasta, el puerto de Mejillones y la vía férrea ya se encuentran plenamente habilitados. Falta muy poco para que esta conexión Salta-Antofagasta-Mejillones sea una realidad. Nuestros puertos están plenamente preparados para recibir carga y esto tiene enormes beneficios en otros campos de la economía, porque con el tren se alivian las rutas y los mantenimientos y los caminos se vuelven más seguros, no solo para el transporte de la carga, sino por los accidentes viales ya que será más tranquilo sin el tráfico de tantos camiones. Además de la seguridad, la capacidad de carga es inmensamente superior en un tren, que en un solo vagón transporta el equivalente a 10 camiones.
¿Cuánto falta para ver en funcionamiento del ramal C-14?
Estamos hablando del único tren habilitado entre Chile y la Argentina. Hay algunos proyectos, como el Tren Trasandino Central, que está en una etapa muy inicial (se trata de un túnel que cruza la cordillera por Mendoza y que está valuado en unos 6.000 millones de dólares). En cambio el ramal C-
14 está prácticamente habilitado. Diría que estamos a muy poco tiempo de ponerlo en funcionamiento y no se necesita para eso mucha inversión. El ministro argentino, Florencio Randazzo, llamó a licitación hace muy poco para concretar el tramo que del lado argentino no está terminado. Esto es muy bueno para Salta y para Antofagasta, pero también para las regiones enteras del norte de los dos países. La línea del lado chileno está totalmente operativa.
¿El C-14 parece una buena alternativa más para el sector minero de Salta que para el campo?
Es una de las posibilidades pero no la única. La idea es que esa sea una vía de conectividad entre los dos países, que cuentan con un tratado minero único en el mundo, que facilita el entendimiento. Chile es un país con una larga tradición minera, donde parte importante de nuestros ingresos como sociedad están fundadas en la actividad minera y tenemos siempre un ojo puesto ahí. Es sin dudas un impulso para la actividad, que es una de las economías más pujantes de Chile. Pero es sobre todo un espacio muy propicio, porque contamos con puertos habilitados para el transporte de minerales de primer nivel.
¿Se verán estos mismos avances también en el paso carretero de Sico?
El objetivo es la conexión física. Eso incluye la construcción de dos grandes túneles, la reparación de las vías y la optimización de los pasos fronterizos existentes como el del paso de Sico. Tengo entendido que el paso está plenamente habilitado del lado chileno. La conectividad Chile-Argentina puede mejorar de manera significativa con la implementación de un programa de inversiones a largo plazo, pero también de acciones que hagan más fluido el tránsito entre los dos países, que está medio lento. Nos encantaría seguir promoviendo acciones que aumenten el flujo entre los dos países, hasta llegar a un punto donde sea posible circular con total libertad.
Recién en 2014 el narcotráfico pasó a formar parte de la agenda entre los dos países ¿Por qué la demora?
Hay una reflexión global sobre las políticas en la lucha contra las drogas. Llevamos muchos años con políticas, a nivel global, que han fracasado. Los tratados internacionales y los marcos prometían un objetivo que no se cumplió. El objetivo no se alcanzó y hoy hay más droga, de peor calidad, más barata y de más fácil acceso. En consecuencia, la lucha contra las drogas no la estamos ganando y eso obliga a replantear las miradas sobre las políticas contra las drogas, en la región y en el mundo entero. Chile tiene sus políticas antidrogas. Hay mecanismos que se tienen que ir actualizando constantemente porque el fenómeno del narcotráfico muta con mucha celeridad. En materia de drogas la cooperación internacional es fundamental. No se puede pensar en una política eficiente sino es de la mano de una mirada colectiva y regional.