El vicepresidente Amado Boudou insistió hoy en que el juez federal Ariel Lijo realiza "un análisis muy sesgado de toda la prueba" incluida en la causa por el manejo de la empresa Ciccone.
inicia sesión o regístrate.
El vicepresidente Amado Boudou insistió hoy en que el juez federal Ariel Lijo realiza "un análisis muy sesgado de toda la prueba" incluida en la causa por el manejo de la empresa Ciccone.
"Investiga dos meses una boleta de 200 pesos de luz y gas y no se puso a investigar ni un segundo la ruta de 50 millones de pesos (utilizados para la compra de la empresa). Están los funcionarios bajo la picota y ningún empresario grande investigado", enfatizó Boudou.
En declaraciones a Radio Cooperativa, el vicepresidente, quien ayer prestó declaración indagatoria por más de cinco horas en la causa, aseguró que dejó "expresamente aclarado" que a su entender "la AFIP siguió un camino correcto en todo lo que hizo". Para Boudou, en el caso de la empresa Ciccone sostuvo que las medidas que tomó la AFIP "no eran ajenas a lo que hacía habitualmente" el organismo.
Por otra parte, el vicepresidente volvió a cuestionar al juez por haber "pasado a los Ciccone de imputados por el fiscal a testigos". Y consideró que el magistrado en ese caso "tenía acordado un relato y entonces no podía haber nadie que viera cómo se hacía esto".
Boudou declaró ayer por más de cinco horas ante el juez federal Ariel Lijo, a quien le reclamó medidas de prueba para determinar "la ruta del dinero" utilizado para comprar la imprenta ex Ciccone Calcográfica, que atribuyó al empresario Raúl Moneta.
El titular del Senado ratificó su versión de los hechos, en una extensa jornada que significó la primera declaración indagatoria de un vicepresidente en ejercicio acusado por supuestos hechos de corrupción. Ante el magistrado, Boudou pidió que se investigue la ruta del dinero proveniente para la compra de la imprenta, ya que según su posición, de esa manera quedará desligado de esa adquisición.